Ello, a diferencia del 2021, cuando el Frente evitó que el partido Morena tuviera mayoría absoluta en la Cámara de Diputados; en 2022, logró quedarse con Aguascalientes y Durango, pero perdió Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, mientras que en junio pasado, vivió el trago amargo de perder la llamada “joya” de la corona: el Estado de México, pero retuvo Coahuila.
“Es muy probable que haya más fracturas (en la oposición), porque si en Morena se dieron cuenta que es más barato quedarse que salirse, como el caso del excanciller Marcelo Ebrard, en el bloque opositor se están dando cuenta que es más fácil salirse que quedarse, como el propio Rubalcava y otros políticos o gobernadores que fueron premiados por Morena”, opina el politólogo Fernando Dworak:
El experto cuestiona la afectación que se está dando desde las dirigencias:
“¿A qué te vas a quedar en un partido, léase PRI, PAN o PRD, donde las dirigencias están más ocupadas en sobrevivir, en donde no hay garantía de ganar gran cosa más allá de ciertos espacios y en donde realmente no hay un discurso y un rumbo claro para ganar al 24?”, expone.
El consultor Arturo Espinosa Silis asegura que en México vivimos un ajedrez electoral en donde cada uno pone en marcha su estrategia para ganar posiciones, pero donde lo más complicado es armar un rompecabezas para ubicar cada candidatura, según la fuerza política y definir “si la Jefatura de Gobierno es para el PAN, las senadurías son para el PRI y el PRD”.
Es en ese contexto, explica, que la oposición optó por Taboada porque era más competitivo que Rubalcava en la CDMX, aunque “lo cierto que nadie sabe la decisión que hubo detrás de ello y eso, al final, implica mucho desgaste”.
“Creo que, desde luego, después tocará hacer el recuento de los daños, aunque a veces, los daños son irreparables y conocer hasta dónde estas definiciones se están haciendo por intereses personales o cupulares y hasta dónde se están haciendo porque buscan a los perfiles más competitivos para apuntalar un proyecto”, indica.
Rubalcava y el derecho de pataleo
Espinosa Silis, director de @eleccionesymás, establece que la elección federal del próximo año en donde además de la Presidencia de la República estarán en juego la renovación del Congreso de la Unión, ocho gubernaturas y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y, en conjunto, más de 20 mil cargos de elección popular, obliga a la oposición a tener “altura de miras” y una visión democrática del país.
Se trata, anota, de dejar atrás los intereses personales, cupulares y la mezquindad en la que han vivido muchas elecciones y en donde al final, solo buscan justificar sus derrotas.
No obstante, considera como “normales” los “ajustes” al interior de la oposición.
“Es claro que existe un número de cargos finitos a los cuáles van a apostarle los partidos políticos. Hay más de 20 mil cargos de elección popular en juego, aunque desde luego hay ciertos cargos que son más codiciados que otros que no buscan una consejería o una regiduría, sino cargos más altos”, anota.
En todo esto, pide no olvidar que en la coalición pactada por Marko Cortés (PAN), Alejandro Moreno (PRI) y Jesús Zambrano (PRD), las candidaturas se tendrán que dividir tres los tres partidos políticos, por lo que no solo “pesará” la fuerza política, sino las negociaciones que se realicen previamente.
Y aclara: “Las candidaturas se definen cupularmente; unos cuantos, son quienes las definen y en ese sentido, creo que esto es parte de los acuerdos normales”.
Considera que en el caso de Rubalcava, desde antes del inicio del proceso interno él ya sabía que la candidatura era para un panista, por lo que ahora acude a la vieja estrategia de “derecho de pataleo y berrinche público para justificar su salida”.