#Crónica | Del Estadio Azul a la Arena México: Sheinbaum recupera el lleno total
La Arena México, escenario de luchas de la Triple AAA, fue el espacio para que la aspirante mostrara músculo y diera paso a un encuentro de porras a favor de Clara Brugada y Omar García Harfuch.
Una Arena México llena desde la primera fila hasta las últimas butacas fue el escenario para que Claudia Sheinbaum, próxima candidata presidencial de Morena, pudiera reivindicar su poder de movilización en la ciudad que gobernó y que en días atrás le jugó una mala pasada en el Estadio Azul.
Antes de las 17:00 horas la 'Catedral de la lucha libre', en la colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc, lucía repleta. Cientos de personas estaban afuera, algunas intentando dar portazo para entrar por la fuerza, pero la mayoría se mantuvieron resignadas, esperando y comprando productos de los vendedores ambulantes que ofrecían botanas y bebidas.
Publicidad
Adentro, un dron documentaba el lleno del lugar; después serviría para mostrar el "músculo" de la movilización en redes sociales.
Hermosa vista de la histórica Arena México esta tarde en la capital del país. pic.twitter.com/60ggr1EhTf
El lleno de la Arena México fue el comentario de contraste y el aspecto a destacar. Ahora, se había logrado un espacio lleno, con capacidad para 22,300 personas, los gritos, mantas y música dejaron atrás lo ocurrido en el Estadio Azul, donde pueden entrar hasta 36,681 espectadores, pero que no llegaron ni a la tercera parte; la idea –del evento de este jueves– fue mostrar que se dejaba atrás lo sucedido en el coloso de la alcaldía Benito Juárez -gobernada por el PAN– que lució casi vacío el pasado 24 de octubre.
Para abrir la tarde tomaron el micrófono el vocero de campaña de la coordinadora nacional de la Cuarta Transformación, Gerardo Fernández Noroña, y el presidente nacional de Morena, Mario Delgado.
Sheinbaum comenzó por disipar las dudas sobre la fuerza de Morena en la capital, con la sombra de la elección de 2021 cuando la alianza PAN-PRI-PRD ganó nueve de las 16 alcaldías.
"Estoy segura que en la Ciudad de México seguimos por el camino de la transformación", afirmó.
El primer signo de la ruptura en la fuerza morenista llegó cuando la ex mandataria capitalina hizo mención de cada uno de los cinco aspirantes para sucederle en el cargo.
Al inicio, Hugo López-Gatell, Mariana Boy y Miguel Torruco recibieron unos cuantos aplausos, pero el público estalló cuando la ex jefa de Gobierno dijo: "¡Aquí está nuestra compañera Clara, compañera de primera!", entonces la arena se llenó con gritos y porras a su favor.
Y agregó: "Está nuestro compañero Omar García Harfuch...", pero no alcanzó a terminar la frase cuando cientos de rechiflas y gritos de "¡buh!" llenaron la Arena.
Así la porra de Iztapalapa, es la alcaldía de la que se percibe mayor presencia.
"¡Compañeros, compañeros! Ahora, esto es un compromiso...", llamó Sheinbaum al intentar recuperar el mando del discurso, pero fue superada por los gritos de "¡Clara, Clara!" provenientes de simpatizantes identificados con lonas de Iztapalapa y Gustavo A. Madero.
La batalla continuó cuando los asistentes de Venustiano Carranza y Cuauhtémoc gritaron "¡Omar, Omar!" para apoyar a García Harfuch.
Sheinbaum se encontraba a mitad de su discurso cuando desde gradas superiores comenzaron a notarse huecos y también en la parte media los asistentes comenzaron a hacer fila para salir.
"Quiero un compromiso que se llama unidad", señaló la ex jefa de Gobierno.
La próxima candidata presidencial vitoreaba "¡unidad!, ¡unidad!", pero muchos de los presentes gritaban "¡Utopías!", en referencia al programa insignia de la ex alcaldesa de Iztapalapa.
Al final del evento, cientos de asistentes comenzaron a buscar los camiones y microbuses que los habían llevado para regresar a sus hogares, mientras otros se movieron en grupos hacia las estaciones cercanas de Metro y Metrobús.
Este 10 de noviembre se sabrá si la función en la Arena México fue un calentamiento para lo que se le viene a Morena cuando dé a conocer a la persona que ganó la encuesta en la Ciudad de México o, por el contrario, sirvió de válvula de escape para liberar presiones internas.