“Que no soy indígena, que no soy ingeniera, que gané mil millones del gobierno, que mis empresas no son chingonas, que no vendí gelatina ni tamales, que no tengo pueblo, que me controlan un grupo de hombres, que no puedo hablar como senadora, que no represento a las mujeres. Y ahora hasta quieren demoler mi casa”, relató la panista.
Luego de que la dirigencia de Morena en la ciudad diera detalles sobre la casa donde vive Gálvez, ésta advirtió que teme por la seguridad personal y la de su familia y responsabilizó de lo que le pase al presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Que hagan público dónde vivo me pone en riesgo, por supuesto que me pone en riesgo”, señaló.
La víspera la dirigencia de Morena en la Ciudad de México aseguró que donde vive Gálvez carece de los permisos necesarios, por lo que debe demolerse.
Pero ella remarcó la diferencia entre su domicilio y “una residencia como Palacio Nacional, es más, yo creo que Palacio Nacional no tiene uso y ocupación; la casa Gris de Houston, o sea, esa sí está grandota, está chingona, o sea, mi casa es una casa de clase media de ladrillos”.