En una jornada tranquila, Morena se lleva “carro completo” en Quintana Roo

Hasta el corte de las 23:30 horas, el Programa de Resultados Preliminares (PREP) informaba que Mara Lezama, candidata por la coalición Juntos Hacemos Historia (Morena, PVEM, PT y Fuerza por México) aventajaba la contienda, con un 54.8% de los votos hasta entonces contados, casi 40 puntos sobre su rival más cercana, Laura Fernández, de la coalición Va por Quintana Roo (PAN, PRD y Confianza por Quintana Roo), que registraba el 17.1% de los sufragios.

Mayra San Román, consejera presidente del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) afirmó por la noche que el margen de error de lo hasta entonces computado era mínimo, por lo que era evidente una clara tendencia que beneficiaba a la coalición Juntos Hacemos Historia.

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Mara Lezama, de Morena, gana en Quintana Roo, de acuerdo con conteo rápido María Elena Lezama Espinosa, de la alianza encabezada por Morena, arrasó en Quintana Roo, de acuerdo con el conteo rápido. Su porcentaje de votación se ubica entre el 55.3% y el 58.2%.

Para entonces, la morenista ya planeaba su festejo. Antes de las 21:00 horas convocó a un evento en Chetumal para celebrar “el triunfo de la esperanza”. Rodeada de simpatizantes, aseguró que haría realidad la transformación en la entidad.

“Es momento de un cambio verdadero, con un gobierno honesto, que trabaje a ras de piso”, aseguró, acompañada por la diputada federal Yeidckol Polevnsky y Mario Machuca, secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), sindicato que operó a favor de Lezama.

Detrás de Lezama y Fernández, en tercera posición se ubica José Luis Pech con 14.5%, seguido de Nivardo Mena, de Movimiento Auténtico Social con el 6.2%. Nivardo, un político menor, obtuvo en esta ocasión casi el doble de la candidata del otrora partido hegemónico, único gobernante de Quintana Roo hasta 2016, el Partido Revolucionario Institucional (PRI): Leslie Hendricks obtuvo apenas el 3.2% de los votos.

Se registraron también 6,567 votos nulos (3.8%), uno de los cuales pertenece a Wendy Galarza, víctima del “9N”, de aquel 9 de noviembre de 2020, cuando más de 70 policías reprimieron una manifestación feminista, que tuvo como saldo tres heridos de bala, entre ellos la propia Wendy.

En cuanto a los diputados, la coalición Juntos Hacemos Historia ganó con amplia ventaja en 14 distritos electorales. En el único restante ganó su aliado, el PVEM, que compitió solo en el Distrito 02.

Baja participación e incidencias menores

Como en el resto de las cinco entidades con elecciones, en Quintana Roo la jornada electoral inició a las 7:30 horas. A las 8:00 se tenía prevista la instalación de casillas, sin embargo, tuvieron que pasar poco más de cuatro horas para que el Instituto Nacional Electoral (INE) declarara la instalación del 100% de las casillas.

Los retrasos causaron disconformidad y sospecha de algunos. José Luis Pech, candidato a gobernador de Movimiento Ciudadano (MC) y quien tuvo que esperar más de una hora la instalación de su casilla para poder votar, adjudicó al retraso la baja participación ciudadana, del 40%, hasta el corte de las 23:00 horas.

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A diferencia de Oaxaca o Tamaulipas, donde se reportó quema y robo de boletas, en Quintana Roo se llevó a cabo una jornada electoral en un “clima de paz”, tal como fue calificada por Carlos Joaquín González, el gobernador saliente. La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Quintana Roo registró 11 detenciones en la Supermanzana 100, pero por ingerir bebidas embriagantes en la vía pública.

Lo que sí causó asombro entre los representantes de partidos ante el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) fue la supuesta compra de votos por parte de operadores del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Morena.

“En los 10 años que llevo en la política he visto cosas tan sucias como las que este día se están viendo en la calle, cosas grotescas, cínicas, abiertas, donde expresan la compra del voto, la mercancía del voto. Nunca, nunca. En casas afuera hay filas, comprando el voto. Es atascado. No sé si lo puedo llamar de otra forma, la forma en que el partido Verde, Morena y PT están haciendo esta campaña”, expresó este domingo por la tarde Óscar Eduardo Bernal, representante de Acción Nacional ante el organismo electoral durante la Sesión Permanente del Consejo General.

Tanto Bernal como Juan Alberto Manzanilla, representante del PRI, hicieron las mismas acusaciones. Explicaron, por cada quien en su turno en la sesión, que operadores del PVEM y Morena ofrecían “descaradamente” comprar el voto en el estado, con cierta innovación, pues se distribuían papeles con códigos QR mediante los cuales se hacía la operación y que estarían vinculados a datos de la credencial de elector.

Por la noche, José Luis Pech también se sumó a la denuncia. “Es lamentable que persistan las prácticas de antes”, dijo.

Bernal anunció que prepara una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Electorales por los hechos, presuntamente cometidos en Cancún, Othón P. Blanco, Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos.

Una consulta inédita

Por otro lado, de manera inédita en Quintana Roo se realizó la primera consulta popular sobre temas locales en el país, acerca de la privatización del servicio de agua potable que mantiene Aguakán desde 1993 en la zona norte de la entidad.

La consejera electoral Elizabeth Arredondo Gorocica, durante la Sesión Permanente del Ieqroo, recordó que se consultó a los ciudadanos de cuatro municipios (Benito Juárez, Solidaridad, Puerto Morelos e Isla Mujeres) sobre la revocación de la concesión de la empresa.

“Este mecanismo de participación resulta trascendente para el ejercicio democrático en nuestro estado. La vinculación con la ciudadanía y el gobierno debe ir cada vez más a la mano, permitiendo la capacitación directa de las y los ciudadanos en la toma de decisiones en asuntos de interés de carácter general en su municipio, en su estado en su distrito”, dijo la consejera.

Para la consulta estaban citados más de 900,000 ciudadanos a participar, pero solo lo hicieron 35,614, que no llega al 35% de participación para que este ejercicio de democracia directa fuera vinculante.