“Lamentablemente a veces cae más rápido un hablador que un cojo, se quejó muchísimo de que supuestamente en otros gobiernos eso era lo que sucedía para acabar reconociendo que es lo mismo que hacía él. Nosotros vivimos en un país con división de poderes y eso es lo que queremos defender. El Poder Ejecutivo a lo suyo, el Judicial a lo suyo y el Legislativo a lo nuestro, para esos existimos tres”, argumentó Romero Herrera.
“Qué lástima que reconozca que uno quiere incidir en el otro como aquí la mayoría que le aprueba todo, sin moverle ni una coma”, atizó el legislador.
Pero la oposición en la Cámara de Diputados dividió posturas ante el reconocimiento del presidente López Obrador, pues el coordinador del Revolucionario Institucional (PRI), Rubén Moreira, consideró que lo dicho por el presidente puede prestarse a malas interpretaciones, que debe aclarar.
“Entre poderes se puede hablar, en eso no hay problema, pero tiene que ser transparente. En qué influyó y cuál fue el argumento; esa influencia qué significó, en qué asuntos eso debe precisarlo López Obrador”, indicó Moreira.
Admitió en entrevista que el ministro se distinguió en muchas ocasiones “por buenas sentencias”, pero su decisión de renunciar para sumarse a la campaña de Claudia Sheinbaum es lo que afecta su credibilidad.
“El problema es que lo que ocurrió después le genera debilidad en su carrera política, pública, profesional. Que digan que a través de él se influye (en la Corte) no es exactamente lo mejor, pero cierra el candado cuando está en una campaña de una candidata y cuando todas las semanas tiene un espacio donde hace promoción política”, apuntó el legislador del PRI.
Germán Martínez, del Grupo Plural, también condenó lo dicho por el mandatario mexicano.
"Condeno la confesión del Presidente de que en México, durante el mandato de Zaldívar en la presidencia, había jueces de consigna. El presidente no solo confesó que mete las manos al Poder Judicial, también meten las manos en el Proceso Electoral”, dijo.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que durante la presidencia del ministro Arturo Zaldívar, su gobierno podía consultar –con pleno respeto a la autonomía de la Suprema Corte de Justicia de la Nación–, sobre asuntos en los que se involucraba la libertad domiciliaria, como la otorgada la víspera a Emilio Lozoya, extitular de Pemex.
Refirió incluso que si Zaldívar siguiera al frente de la Corte, no se hubiera permitido la libertad condicional de Lozoya u el “descongelamiento” de las cuentas de la esposa del extitular de Seguridad Pública, Genaro García Luna, preso en los Estados Unidos.
“Cuando estaba el ministro Zaldívar de presidente de la Corte había más recato. Todavía cuando había un asunto así de este tipo (como el de Lozoya). Nosotros, respetuosamente, interveníamos, porque es que no sólo es la libertad, aún cuando se trate de libertad domiciliaria para políticos, sino la delincuencia organizada con mucho poder”, reveló durante la conferencia mañanera.
Ello, tras la decisión del juez federal de cambiar la medida cautelar a Lozoya, quien la víspera dejó el Reclusorio Norte para seguir su proceso en prisión domiciliaria, con un brazalete.
Al adelantar que la Fiscalía General de la República (FGR) “seguramente” va a apelar la decisión, recordó que el exfuncionario estaba en la cárcel desde hace más de dos años, porque recibió dinero de la empresa brasileña Odebrecht, para desviarlo a la campaña presidencial del priista Enrique Peña Nieto.
