¿En qué va la reforma de los 30 días de aguinaldo?
La propuesta consiste en modificar el artículo 87 de esa ley secundaria, por lo que bastaría la aprobación de la mayoría simple de ambas cámaras.
Aunque el pasado martes 26 de septiembre la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados sesionó, aprobó su programa anual de trabajo, pero no abordó la propuesta de reforma, presentada el 15 de agosto por el diputado Manuel Baldenebro, de Morena.
Pero ese mismo diputado es quien preside esa Comisión y de quien depende que ya se dictamine. Se espera que prospere después de que se discuta la reforma constitucional sobre la reducción de la jornada laboral de 40 a 48 horas semanales.
Sin embargo, la iniciativa fue presentada antes, el siete de marzo, en el Senado de la República, impulsada por las senadoras del Partido Verde (PVEM) Gabriela Benavides Cobos, Alejandra Lagunes Soto y María Graciela Gaitán Díaz.
Ambas propuestas consisten en reformar el párrafo primero del artículo 87 de la Ley Federal del Trabajo en materia de aguinaldo digno, para duplicar los días de aguinaldo, de 15 a 30 días.
En el Senado se dio turno a las Comisiones Unidas de Trabajo y Previsión Social y de Estudios Legislativos, Segunda, mismas que no han sesionado para dictaminar el asunto.
¿Hay consenso para su aprobación?
A diferencia de las vacaciones dignas, en el caso del aguinaldo digno tiene un futuro dudoso, si se considera que hace poco más de un año, el 2 de marzo de 2022, una iniciativa similar, pero propuesta por el diputado Reynel Rodríguez, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue desechada con los votos de todos los partidos políticos.
La propuesta del priista consistía en aumentar de 15 a 40 días el aguinaldo, paulatinamente, “un día más por cada año subsecuente de servicios, a partir del tercero de antigüedad”, pero fue rechazada incluso por la bancada de Morena –que ahora la impulsa–, salvo por la diputada morenista Susana Prieto Terrazas, quien entonces y ahora consideraba su viabilidad.
En esa ocasión el argumento para descartar el aguinaldo fue que no se consideraba viable, que la reforma carecía de fundamentación legal, económica y técnica, amén de que no se consideraron –señaló– dictámenes actuariales para conocer su impacto en las pequeñas y medianas empresas.