El senador del PAN Oswaldo Fuentes acercó su refresco al micrófono de la tribuna para que se escuchara el característico sonido de cuando se abre una lata.
“Se escucha como una Tecate, pero no lo es”, bromeó el legislador, y agregó: “Más del 90% de los mexicanos la consumimos. Tengo que confesar que la consumo y, en un vasito con hielo, todavía sabe mejor. Y en Monterrey, a 43 grados, cae muy bien”.
Esta fue una de las escenas que se vivieron este martes en el Senado, que aprobó cambios a la Ley General de Salud que mandatan un nuevo etiquetado frontal en alimentos y bebidas. Con este aval, las modificaciones fueron enviadas al Ejecutivo para que las promulgue y entren en vigor.
En lo general, la reforma se aprobó con 115 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones, mientras que en lo particular se rechazaron las reservas y el documento salió adelante —sin cambiar
— por 80 votos a favor, 28 en contra y cuatro abstenciones.Durante la discusión, legisladores advirtieron que, aunque la medida es un primer paso, no ayudará a acabar con el problema de obesidad.
Xóchitl Gálvez, también del PAN, dijo que la ley es insuficiente y que toda la responsabilidad recae en la norma que se trabaja ya en la Secretaría de Economía (SE).
“Estas galletas de avena sin azúcar tienen tres sellos y estas galletas de avena tendrían dos sellos. Entonces, es muy probable que la gente no pueda diferenciar y piense que esto es más sano que esto, y no necesariamente”, expresó en tribuna, donde presentó cajas blancas que simulaban ser productos con los próximos etiquetados.
“Necesitamos hacer una norma, porque nosotros, como en la ley, estamos renunciando a poner esto en la ley, pero realmente la ley no dice gran cosa más que se haga un nuevo etiquetado, todo se lo mandamos a la norma”, agregó la senadora.
“No nos vayamos con la finta de que esto va a resolver el problema de la obesidad, por supuesto que no”.
La exdelegada en Miguel Hidalgo señaló que “el tema también es todo lo que se vende afuera de las escuelas, porque hay una norma, y por qué no hablar de la torta de chilaquiles de la Condesa que es famosísima, o yo en otros países he visto que (en las etiquetas) viene cuántas calorías tiene cada alimento y entonces tú puedes seleccionar, si quieres, una hamburguesa de 400 calorías o de 1,500 calorías”.
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Sylvana Beltrones, senadora del PRI, coincidió con Gálvez y consideró: “Este etiquetado no es suficiente para combatir los problemas de sobrepeso y obesidad que se han consolidado en México como uno de los problemas más graves de salud pública y más costosos”.
“Necesitamos un etiquetado que ofrezca información clara y entendible, para que el consumidor tenga los elementos necesarios para tomar decisiones respecto a su consumo, un etiquetado útil y de fácil comprensión”, advirtió.
En cambio, la senadora Verónica Camino, del PVEM, defendió las modificaciones y el avance que a su juicio representan.
“¿Cuántos, cuando van a hacer algunas compras en el supermercado, han tenido el tiempo necesario para revisar cada etiqueta de cada producto que van a consumir? Es difícil, sobre todo si tenemos el tiempo medido para hacer otras cosas”, argumentó.
“Esta propuesta es importante decir que está fundamentada en experiencias internacionales, principalmente, y he escuchado de varios países, pero esta es principalmente basada en el modelo chileno, y es por eso que será sumamente interesante el darle seguimiento a cómo se implementará, a cómo se tropicalizará este modelo para los mexicanos y las mexicanas”.
LA CNDH reclama omisión
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) acusó que el sobrepeso y la obesidad infantil en el país se debe a fallas y omisiones del Estado mexicano.
"El Estado mexicano ha incurrido en diversas omisiones respecto del cumplimiento y garantía de los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes, debido a la falta de acciones integrales y con perspectiva de derechos, para la prevención, control y eliminación del sobrepeso y obesidad infantil, lo que ha propiciado el incremento de su prevalencia", dijo el primer visitador general de la CNDH, Ismael Eslava Pérez, al presentar la Recomendación General 39/2019.
La CNDH enfatizó que se debe:
- Aplicar medidas fiscales y normativas que regulen el ingreso de alimentos calóricos en las escuelas y otros espacios donde concurren menores de edad.
- Restringir la publicidad de los mismos, especialmente ante las principales dificultades para acceder a una alimentación saludable, entre las que están la falta de recursos de las familias para adquirir frutas y verduras, la falta de conocimiento y el tiempo para preparar alimentos saludables.
- Garantizar la seguridad alimentaria, el acceso a alimentos a un costo asequible, la disponibilidad de agua potable, el fomento a la lactancia materna y regulación de los sustitutos de la leche materna.
El organismo autónomo acusó que las omisiones del Estado son vulneran los derechos a la vida, la supervivencia y el desarrollo; a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral; a la protección de la salud, a la alimentación adecuada, al agua y al saneamiento; a la educación, al acceso a la información y participación; a un medio ambiente adecuado; al descanso y esparcimiento; a la cultura física y al deporte, y al principio del interés superior de la niñez y adolescencia.