Vehículos y motocicletas atrapadas, arroyos crecidos y hasta damnificados por deslaves son escenas que parecen repetirse cada año en la Ciudad de México. ¿Por qué sucede de manera frecuente? ¿Son peores los daños cada año?
Durante la temporada de lluvias, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil CDMX (SGIRPC-CDMX) instala mesas de trabajo para atender emergencias como encharcamientos o inundaciones derivadas de la temporada de lluvias que van desde mayo hasta octubre.
La autoridades cuentan con un mapa que cataloga a 12 de las 16 alcaldías de la capital con un índice muy alto de peligro por tormentas de granizo, y que son Azcapotzalco, Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Tlalpan, Coyoacán, Milpa Alta, Xochimilco, Tláhuac, Iztapalapa, Iztacalco, Benito Juárez.
En septiembre del 2021 se registraron dos deslaves ocasionados por las intensas lluvias, uno en el Cerro del Chiquihuite que dejó cuatro personas fallecidas y otro en el cerro Chalma de Guadalupe, que dejó siete vehículos afectados.
Atender y proteger a la CDMX es complejo debido a su densidad poblacional y a la geografía que comparte con el Estado de México en importantes vialidades de conexión.
“Desde que iniciamos la mesa de trabajo estamos actuando con prevención. Tenemos cerca de un 40% o 42% menos de encharcamientos en la ciudad justamente por esta actividad preventiva que estamos desarrollando en toda la temporada de lluvia”, asegura Myriam Urzúa, titular de la (SGIRPC-CDMX)
En entrevista con Expansión, cuenta que a diario se emiten, con casi seis horas de anticipación, boletines de alerta a las alcaldías y se envían servicios de emergencia a los puntos de riesgo que se tienen detectados
Nos preocupamos de que estos lugares estén limpios de basura, que se haga limpieza de los registros y que veamos si acaso hay algún problema que nos pueda generar algún tipo de encharcamiento
La funcionaria capitalina explicó que cuando se habla de inundación es porque se tiene entre 50 y 80 centímetros de niveles de agua, por lo que no existen problemas de este tipo en la capital de manera frecuente.
Recordó que bajo el mandato de Claudia Sheinbaum se giró la instrucción de trabajar más en la prevención que en atención de emergencias: “Se ha trabajado en brigadas comunitarias en donde se explica a los habitantes de las alcaldías la importancia de tener limpias las coladeras y las calles, entre otras acciones”.
“Esto significó cambios en el marco jurídico, normativo, programático e institucional, en donde ahora tenemos tres direcciones generales que atienden fundamentalmente los temas de prevención y uno que atiende el tema de las emergencias mayores, apoyando también a todo lo que son las coordinaciones, direcciones de Protección Civil de las alcaldías”, afirmó Myriam Urzúa.
Aseguró que están disponibles más de 100 cursos en línea para aquellos interesados en el tema de Protección Civil, mismos que toman los integrantes de la dependencia.
Los estados afectados por desastres naturales pueden acceder a recursos económicos a través del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), mismo que pasó de fideicomiso a programa.
Diego Díaz Pérez, coordinador del área de Finanzas Públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), advierte que ante un contexto de déficit público, México puede enfrentar una situación de vulnerabilidad por el incremento de fenómenos climáticos como lluvias intensas.
El Fonden fue uno de los 109 fideicomisos que desaparecieron durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador; por lo que las consecuencias de tal decisión ante un posible incremento de eventos derivados del cambio climático mostrarán si fue acertada o no.
Uno de los cambios más visibles al dejar de ser fideicomiso es la recaudación de los recursos porque cuando era fideicomiso los recursos que ahí se acumulaban se guardaban y los remanentes que quedaban se seguían destinando a la atención de emergencias, explica el especialista del Imco.
Ahora, al ser un programa, dependerá de las asignaciones que asigne la Cámara de Diputados, y en caso de que haya dinero sobrante, éste se reintegrará a la Tesorería de la Federación y ya no se quedaría en el fondo
Cuando el Fonden funcionaba como fideicomiso, se le asignaba el 0.4% del gasto programable presupuestario, de acuerdo con lo establecido en el artículo 37 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
Es decir, al funcionar como fideicomiso se contaba con “un guardadito” para que las autoridades enfrentarán las emergencias; ahora al no tener estos recursos quienes van a ser afectados van a ser los ciudadanos que van a tener que enfrentar procesos muy largos de reconstrucción de sus poblaciones o de sus localidades precisamente ante este tipo de circunstancias, comenta el especialista del Imco.
“Fue una decisión completamente errónea por parte del gobierno Federal. Se justificó desde una perspectiva de austeridad, pero realmente la desaparición de los Fideicomisos en general y en particular del Fonden, pues realmente tenía otras motivaciones, que era justamente que el Gobierno se pudiera hacer de recursos para destinarlo a ciertos programas y proyectos de esta Administración”, explicó Díaz Pérez.
