Con dos años y medio de espera, el Congreso de la Ciudad de México está por discutir y votar la Ley Paola Buenrostro, con la cual se crea el delito de transfeminicidio para sancionar los asesinatos de mujeres transgénero.
"No necesariamente ha habido una falta de voluntad pero sí hemos quedado al final de la lista de prioridades de la Comisión y todavía estamos a tiempo de subsanar este error", afirma el diputado local Temístocles Villanueva, de Morena, autor de la iniciativa.
Una primera versión de la iniciativa fue presentada ante el Congreso por Villanueva en 2021, y una segunda versión fue inscrita en marzo de este 2024, redactada en conjunto con la activista Natalia Lane, sobreviviente de un intento de transfeminicidio. Tiene el respaldo también de la activista Kenya Cuevas y su organización, Casa de las Muñecas Tiresias.
Ante protestas de activistas transgénero y colectivos LGBT+ a las puertas del Congreso capitalino el 12 de junio, legisladores hicieron el compromiso de por fin poner en el pleno la iniciativa en próximo 18 de julio en una sesión extraordinaria.
"El mensaje que la Ciudad de México y su Congreso envía es muy importante: este tipo de delitos no se toleran y se castigan con una pena más alta que cualquier tipo de homicidio. No es un asesinato que ocurra por cualquier razón ya expuesta en la ley, es un asesinato que ocurre en razón del odio a la identidad de una persona", señala en entrevista el diputado autor de la iniciativa.
Ellas son entre las personas LGBT+ el sector más vulnerable: alrededor del 52% de los crímenes de odio son cometidos en contra de mujeres transgénero en México, apunta Villanueva.
Desde 2021 la Fiscalía General de Justicia capitalina, entonces encabezada por Ernestina Godoy, creó una unidad especializada en la investigación de transfeminicidio dentro de la Fiscalía Especializada de Investigación del Delito de Feminicidio.
No obstante la sanción y clasificación de este tipo de asesinato se ha dificultado por no contar con un tipo penal específico.
Para Villanueva, la aprobación de la Ley Paola Buenrostro representa no solo el reconocimiento de estos crímenes de odio por la identidad de género de las víctimas, también una garantía para que se pueda hacer justicia en el futuro.
“La existencia de un nuevo tipo penal facilitará el trabajo que se haga en la Fiscalía. Además la sanción de estas agresiones no puede depender del Gobierno en turno, la justicia para las víctimas de este tipo de delitos debe estar garantizada por la misma ley", sostiene.
La Ley Paola Buenrostro es en realidad una serie de reformas a diversos artículos del Código Civil, del Código Penal, de la Ley Orgánica de la Fiscalía General y de la Ley de Víctimas, todas de la Ciudad de México.
Su punto central es la creación del delito de transfeminicidio como parte del Código Penal capitalino.
“Comete el delito de transfeminicidio quien, por razón de identidad de género o expresión de género, prive de la vida a una mujer trans o una persona cuya identidad o expresión de género, real o percibida, se encuentre dentro del espectro femenino de género”, se propone para el Artículo 148 Ter.
Considera que existen razones de identidad o expresión de género al cometer un asesinato cuando:
A quien cometa transfeminicidio se le sancionará con una pena que va de los 35 a los 70 años de prisión. Esta sanción se agravará en una tercera parte cuando:
La iniciativa es nombrada en memoria de Paola Buenrostro, mujer trans que ejercía el trabajo sexual y fue asesinada a disparos en 2016.
El presunto autor fue Arturo Felipe Delgadillo Olvera, momentos después de haber contratado sus servicios. Pese a ser confrontado momentos después del ataque por Kenya Cuevas, amiga de Paola, y detenido el mismo día por la entonces Procuraduría General de Justicia capitalina, fue liberado 48 horas después.
Ocho años más tarde el agresor continúa prófugo y se ofrece medio millón de pesos por información que lleve a su captura.
