Un viaje por Tepito
Una vecindad en el corazón del barrio de Tepito es un lugar que dista mucho de ser un sitio común para la mayoría de habitantes de la Ciudad de México o que sea visitado con facilidad dada la complejidad y el riesgo que ello implica
Sin embargo, Emmanuel Gallardo describe a detalle los diversos ambientes de tensión, violencia e incluso crímenes mayores cometidos por decenas de vendedores de droga al menudeo en una vecindad en la calle Jesús Carranza ante los ojos de niños que viven estos escenarios como parte de su cotidianidad.
Incluso, en su libro retrata la forma en que los narcomenudistas son asediados por integrantes de La Unión de Tepito y adolescentes que portan armas de alto calibre, uno de los tantos escenarios que se viven en el “barrio bravo” bajo la complicidad de policías y autoridades.
¿El gobierno y la sociedad en qué han fallado?
No creo que sea culpar al gobierno, sino más bien que se hicieran responsables de los huecos que han dejado abiertos y que las organizaciones criminales han ocupado, esa es una responsabilidad que el estado debe hacerse cargo porque la crisis de derechos humanos y de seguridad ciudadana que actualmente se vive en el país, no es únicamente porque existen personas malas, esto no se puede explicar sin el contubernio de las autoridades con ciertos sectores de la delincuencia organizada entonces tendríamos que ver esas relaciones del poder, el estado y delincuencia para tener una idea más clara del por qué.
¿'El Mawicho' es una víctima de las fallas o grietas que hay en el sistema de reinserción social de los reclusorios?
Yo creo que es una gran falla y, sí, tiene que haber una responsabilidad porque por los pagos a custodios del sistema penitenciario de la Ciudad de México, 'El Mawicho' fue capaz de estar fuera de su celda en cuanto fue aprehendido, eso en el reclusorio oriente, y estar horas haciendo amistad y conexiones con la verdadera delincuencia organizada que gobierna los penales de la ciudad, partiendo de ahí, es responsabilidad de ellos
Esa misma corrupción, le permitió no presentarse a sus firmas semanales en el reclusorio cuando fue puesto en libertad y, un par de años, después esa misma corrupción le daba la oportunidad de seguir delinquiendo en las calles tras pagar un soborno para no ser devuelto al reclusorio tras un robo fallido.
La corrupción en el sistema de justicia de la Ciudad de México crea, moldea, a delincuentes; así creó a este delincuente ('El Mawicho'); el sistema debería ser responsable de los delincuentes que crea, este chico se convirtió en pistolero desalmado y los funcionarios que aceptaron sus sobornos cuando fue detenido en otras ocasiones deberían estar teniendo consecuencias legales.
Por eso digo que 'El Mawicho' solo es el hilo conductor de muchas mas historias de corrupción e impunidad.