Una denuncia rompió con la imagen del santuario para retratar un infierno por las condiciones en las que vivían los animales: desnutrición, abandono y supuestas muertes ocultas en fosas clandestinas.
La Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México A.C. (AZCARM) presentó una denuncia penal el 24 de junio en contra Serio ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el maltrato de los felinos.
De acuerdo con la acusación, el santuario se ubicaba antes en el Kilómetro 36 de la Carretera Picacho-Ajusco, en Tlalpan, y contaba con un registro como Predio e Instalación que Maneja Vida Silvestre (PIMVS) ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Sin embargo al perder el registro los felinos fueron trasladados a otro espacio en la calle Carretongo, colonia San Miguel Ajusco, el cual “no cuenta con permisos ni medidas de seguridad para albergar vida silvestre”, apunta la asociación.