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Capitalinos narran complicaciones con el transporte tras desplome de Línea 12

Los afectados han tenido que recurrir a otros medios para trasladarse, incluyendo los establecidos por el gobierno capitalino.
jue 05 mayo 2022 06:00 AM
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Personas en fila esperan poder abordar el transporte público sobre Avenida Tláhuac frente a la estación Periférico Oriente que ha permanecido cerrada desde el desplome de un tren en la Línea 12 del Metro, ocurrido el 3 de mayo de 2021.

El desplome de la Línea 12 cobró la vida de 26 personas y dejó al menos 96 lesionadas, sin embargo los habitantes de Iztapalapa y Tláhuac también han pagado el costo a un año del cierre de esta línea del Metro de la Ciudad de México.

Jonás Lugo, estudiante de la UNAM, hace el doble de tiempo en llegar a la Facultad de Medicina en Ciudad Universitaria, donde estudia.

“Tengo que ir a CU y en Metro me hago más o menos 40 minutos, ahorita con el tráfico me hago una hora, hora y media, incluso me he llegado a hacer dos horas”, dice mientras espera el RTP frente a la estación Periférico Oriente, cerrada desde el desplome de la Línea 12.

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Motociclistas sobre el asfalto y choques son también un evento cotidiano sobre Avenida Tláhuac, afirma el universitario.

“He visto muchos accidentes: te avientan el carro, hay muchas motos que las tiran, entonces no es solamente a mí sino a todas las personas que viven en este lado de la ciudad a quienes nos afecta”, agrega.

Andrés Lajous, secretario de Movilidad de la Ciudad de México afirmó que ante las necesidades de transporte de la zona se estableció un servicio emergente apenas unas horas después del accidente y se construyó una línea de metrobús en menos de un mes, un récord que se superó en la capital. El Gobierno capitalino también alistó un servicio provisional con unidades de RTP.

Ahora sobre la misma ruta por la que pasaban los trenes, compiten por los carriles estos sistemas de transporte así como microbuses, camiones, triciclos, bicicletas y autos particulares rumbo al centro de la capital.

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Alejandra Santiago viaja a diario muy temprano para dejar a su hija de seis años en la escuela y después ya entrada la noche para ir a su trabajo.

“Más que nada por la escuela de mi hija. Yo me bajó en la estación cafetales pero luego me hago casi hora y media de Periférico (Oriente) para allá por el tráfico que hay. También trabajo de noche e igual me hago más a mi trabajo, antes me hacía 20 minutos, hoy es una hora u hora y cuarto”, comenta mientras hace fila para abordar la línea emergente del Metrobús adaptada sobre Avenida Tláhuac.

“En el micro donde yo viajaba nos asaltaron, cuando pasábamos por la Avenida 11, me quitaron lo que era el dinero de mi semana, todo el dinero que cobré me lo quitaron. Fue una impotencia porque cada quien trabaja para sus necesidades y que me lo quitaran así”, comenta en entrevista.

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Para Nancy Ávila el traslado hacia su trabajo toma ahora hasta dos horas, en contraste con los 40 minutos que hacía en Metro. Llegar es casi tan difícil como regresar, pues afirma que ha disminuido el número de unidades de transporte público por la noche.

“No sé qué ha pasado, hace como tres semanas comenzaron a reducir el número de camiones (por la noche), incluso el subirse es más complicado porque tiene que esperar uno hasta dos o tres camiones para poder subir”, señala.

Reynalda Cabrera Vázquez espera con su bastón en fila el transporte público. Con sus casi 70 años, se le dificulta subir y bajar de los microbuses, por lo que prefiere trasladarse hacia Ciudad Universitaria en RTP pues tiene el piso más bajo, aunque van llenos y pocas veces le ceden el asiento.

“Sí está retirado y es pesado, cuando hay mucho tráfico mínimo son dos horas u hora y media. Sí requerimos del servicio pero tenemos miedo, la verdad”, señala.

La mujer de la tercera edad confiesa que cuando sea rehabilitada la Línea 12 sí viajará de nuevo en los vagones, pero con la incertidumbre de ser víctima de una nueva tragedia.

“Esa línea nunca ha estado muy bien que digamos, ya ve lo que pasó está vez, y anteriormente la habían cerrado por las vías… Yo pienso que todos tenemos miedo “Sí me subiría de nuevo porque requiero del servicio, es necesario porque somos muchos, pero le queda a uno la preocupación de que vaya a pasar de nuevo”, cuenta Reynalda.

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