“No son cualquier especie las que han comenzado a aparecer en la ciudad, son especies que normalmente se encuentran como depredadores tope, es decir, en la parte más alta de la cadena alimenticia. Implica que existe entonces una cadena alimenticia sana debajo de ellos para que existan y sobrevivan”, dijo en entrevista con Expansión Política.
El murciélago trompudo ha sido visto en el Bosque de Chapultepec, Milpa Alta y la Sierra de Guadalupe.
Los linces rojos rondan de nuevo los bosques en Cuajimalpa, el Desierto de los Leones y el Ajusco; en tanto se ha registrado la presencia de la zorra gris en el Bosque de Tlalpan, la reserva ecológica del Pedregal de San Ángel y la Sierra de Guadalupe.
Una de estas zorras fue captada por la Sedema en 2019.
Los avistamientos de aves también se han incrementado en las Áreas Naturales Protegidas de la ciudad, comenta Robles.
“Hay tres especies de colibríes que normalmente se veían en las zonas más externas de la ciudad, ahora ya se empiezan a ver en zonas más urbanas de la ciudad porque tenemos más jardines de polinizadores”, señala.
Se trata del colibrí cola pinta (Tilmatura dupontii), el zumbador mexicano (Atthis heloisa) y el esmeralda mexicana (Chlorostilbon auriceps).
La adaptación, que en países como el nuestro es muy importante, significa cómo nos preparamos y cómo hacemos que no perdamos mucho de lo que mantiene nuestra calidad de vida y en ese caso está justamente la biodiversidad. No basta con reducir emisiones.
Marina Robles, secretaria del Medio Ambiente de la CDMX