En contraste, estaría prohibido expedir autorizaciones en vías primarias, prados, camellones, autobuses, estaciones del Metro, Metrobús, Cablebús y cualquier otro transporte público.
Asimismo, deberían quedar libres los accesos a espectáculos, las entradas a los estacionamientos, y las áreas de acceso y tránsito de hospitales, clínicas, escuelas, estaciones de bomberos, zonas remodeladas y espacios públicos recuperados.
¿Quién daría el permiso?
Las alcaldías estarían a cargo de otorgar las autorizaciones a comerciantes en vía pública, así como a productores de bienes y de artesanías.
Para prestadores de servicios como lavacoches, boleros o franeleros, por ejemplo, la responsable sería la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo de la CDMX. También se encargaría de quienes realicen actividades similares y no existan normas especiales que las regulen.
Mientras tanto, la Secretaría de Gobierno capitalina emitiría opinión sobre las autorizaciones en el Centro Histórico y supervisaría las emitidas por las demás autoridades.