Las fallas en las escaleras de la L7 dan otra muestra de los 'males' del Metro
CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico).- Para llegar a su casa, José Ríos, un hombre de 65 años, debe subir por su cuenta los 120 escalones de la estación San Joaquín de la Línea 7 del Metro capitalino, pues las escaleras eléctricas no funcionan desde hace más de una semana.
Cada 20 escalones hay un descanso, que él aprovecha para hacer una pausa, tomar aire y mover las rodillas.
“Me duelen... pero debo subir las escaleras. Es por la edad. Hay que descansar un poco para seguir subiendo”, dice el hombre, mientras carga dos bolsas con fruta y verdura.
Su situación es similar a la que padecen los miles de capitalinos que cotidianamente utilizan esta línea, caracterizada por su profundidad, y cuyos problemas se suman a los que arrastra el Metro capitalino desde hace años, o bien, a los que han salido a la luz en los últimos meses: retrasos, aglomeraciones, inseguridad…
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Marcela es otra usuaria afectada. Antes de subir los 120 escalones de la estación, se prepara: coloca a su hijo de cinco meses en un canguro, lo ajusta a su cuerpo, pone sus cosas en una bolsa roja y comienza a ascender.
“A veces hago descansos. Mi bebé pesa seis kilos y medio, no es tanto, pero luego traigo bolsas. Espero ya queden las escaleras, es muy cansado estar subiendo”, dice.
Marcela tiene más de una semana haciendo este ritual, pues a diario debe recorrer entre San Joaquín y Mixcoac para ir al trabajo y a su casa.
¿Qué pasó con las escaleras?
Después de que una falla en la escalera eléctrica de la estación Mixcoac dejara ocho personas lesionadas, el gobierno de la Ciudad de México anunció el 12 de marzo que comenzaría un plan de inspección y mantenimiento a 85 escaleras electromecánicas de las estaciones de Mixcoac, San Antonio, San Pedro de los Pinos, Polanco, Auditorio, Constituyentes, Refinería, Tacubaya, Barranca del Muerto y San Joaquín, todas ellas pertenecientes a la Línea 7.
El proceso derivó en que las escaleras dejaran de dar servicio y, con ello, obligó a que los usuarios tuvieran que subir y bajar por cuenta propia.
La situación captó más atención pública aún luego de que, para atender las afectaciones, el Metro ordenara a sus empleados cargar a los adultos mayores con dificultades para ascender.
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¿Cuál es el origen del problema?
La titular del Metro, Florencia Serranía Soto, aseguró que el accidente de las escaleras eléctricas en Mixcoac ocurrió porque durante la pasada administración se dejó de lado el mantenimiento a la infraestructura.
“Por años han mandado aquí a proveedores improvisados, no supervisados; hoy los proveedores que quieran participar en el proceso de modernización serán corresponsables y se les exigirá capacidad técnica, calidad y precio”, dijo.
Usuarios como José consideran que, con los recursos públicos que el Metro recibe y la tarifa que cobra, debería contar con dinero suficiente para que el servicio fuera “perfecto”.
¿Qué pasará ahora?
La situación ha generado una serie de críticas a las actuales autoridades capitalinas, que se han comprometido a que el problema quede resuelto pronto.
El compromiso de la administración de Claudia Sheinbaum es que las 43 escaleras eléctricas de ascenso funcionen a partir de este viernes 22 de marzo.
Acerca de las 42 escaleras de bajada, el Metro asegura que estas ya operarán con normalidad a partir del próximo sábado 30.
