#LaEstampa | Maltrato a los migrantes

¿De verdad creen los gobiernos de México y Estados Unidos que la manera de disuadir a los migrantes es a latigazos, a pisotones, a empujones?
Operativo contra migrantes haitianos en la frontera de México con Estados Unidos.

Las imágenes del horror en la frontera sur de Estados Unidos contra la comunidad migrante haitiana se suman a las imágenes del horror en la frontera sur de México. En el fondo, al maltrato atroz de las autoridades de ambos países los anima el mismo equívoco. Calculan que la mejor manera de lidiar con esos miles de seres humanos desesperados que huyen de un país hundido en la devastación más irreparable es la represión.

Piensan que la mano dura ahuyentará a los migrantes, los desanimará de arriesgarlo todo en busca de una vida. Imaginan, supongo, que no hay mejor disuasivo que el terror.

Se equivocan. Y se equivocan por una razón muy simple. Los migrantes ya huyen del horror. Y no solo los haitianos. Los centroamericanos que escapan de sus países saben lo que van a vivir en México. Saben lo que les espera. ¿Por qué se arriesgan a la tortura, la vejación y hasta la muerte? Lo hacen porque en sus países de origen no hay esperanza. Se ha extinguido no solo la posibilidad de una vida mejor sino la posibilidad de una vida. Por eso echan la familia al hombro (a veces, literalmente) y se hacen a la mar para acabar en Brasil o dirigirse a la selva entre Colombia y Panamá, donde la muerte es compañera cotidiana, con tal de alcanzar México y algo parecido a la posibilidad de una vida.

¿De verdad creen los gobiernos de México y Estados Unidos que la manera de disuadir a los migrantes es a latigazos, a pisotones, a empujones? La conducta de la Patrulla Fronteriza no es una sorpresa. Es una organización plagada de escándalos, estructurada para la impunidad. Los agentes de la fronteriza hacen esto porque pueden. Pero no solo eso. Hacen esto porque, como los gorilas que maltratan migrantes en el sur de México, tienen la venia de su gobierno. Es una desgracia histórica. Cada migrante golpeado será una cicatriz. Y peor todavía: una cicatriz que no ayudará en nada a encontrar solución a una encrucijada que requiere imaginación moral.

Vaya tiempos…

___________________

Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.