Un 2019 con 35,558 víctimas de homicidio (más los que no contaron)

Los terribles números de homicidios del SESNSP no son la peor noticia, pues es posible que existan muchos casos no registrados, escribe Francisco Rivas.
En 2019, Guanajuato volvió a ser el estado que más homicidios dolosos acumuló.

El terrible pronóstico del que muchos advertimos, que 2019 sería el año más violento de la historia, lamentablemente se cumplió: la estadística oficial reporta para este año 35,558 víctimas de homicidio doloso –de las cuales por lo menos 1,006 fueron de feminicidio–, un 1.7% más que en 2018.

Queda para el olvido la promesa que el mismo presidente López hizo que desde el primer día de su gobierno los mexicanos habríamos de recuperar la paz, no el primero, no al mes, no a los seis meses, no a los once, las promesas hechas por él se han incumplido una y otra vez.

Según datos oficiales, 2019 cerró como el año con la mayor tasa de homicidio doloso, feminicidio, robo a negocio, trata de personas y narcomenudeo desde que estos se registran; el segundo peor año en materia de extorsión; el tercero en violación; el quinto peor en robo con violencia y el octavo peor en materia de secuestro y de robo a transeúnte.

Lamentablemente estos terribles números puede que no incluyan muchos otros casos no registrados, que de haberse reportado adecuadamente, mostrarían crecimientos aún más impactantes.

Conscientes de las debilidades históricas en registro de delitos por parte de las procuradurías y fiscalías locales, en el Observatorio Nacional Ciudadano nos dimos a la tarea de hacer un análisis más detallado de la estadística local de delitos para tratar de identificar posibles subregistros y poner así en evidencia la necesidad de atender “los casos olvidados”.

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Ello nos llevó a encontrar algunas posibles ausencias de registros entorno al homicidio, feminicidio, extorsión, narcomenudeo, trata de personas y en varias modalidades de robo.

En el caso de homicidio, hay evidencia que nos induce a pensar que las víctimas fueron muchas más de las 35,558 oficialmente reportadas, tomemos como ejemplo el terrible caso de Aguililla, en Michoacán.

El 14 de octubre del año pasado un grupo de delincuentes emboscaron y privaron de la vida a 13 policías estatales de Michoacán. Este lamentable suceso que debería ser prioritario por lo que exhibe –las deficiencias de las instituciones locales de seguridad, el control del territorio por parte de la delincuencia, la falta de articulación entre autoridades federales y locales–, ni siquiera sabemos si se está investigando.

Cuando un delito se investiga, su reporte debe aparecer en la estadística oficial de la fiscalía según el municipio de ocurrencia; sin embargo, en este caso el delito no aparece.

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Por ello, desde el ONC contactamos a la autoridad federal y local para tratar de entender si el delito había sido mal registrado por la autoridad en otro municipio.

Lamentablemente, la Federación respondió que no atrajo el caso y que por ello era responsabilidad local investigar y reportar, mientras que la fiscalía estatal simplemente no pudo dar cuenta de si este delito sí se estaba investigando y si su ausencia se debía a un error de registro.

Por lo pronto, a 13 personas se les olvidó en su calidad de víctima, 13 servidores públicos que dieron su vida por México y para las cuales difícilmente habrá acceso a la justicia.

Otro ejemplo de subregistro en materia de homicidio doloso lo identificamos en el caso de Guerrero.

A pesar de la violencia desatada hacia final de año, que vulneró comunidades enteras y orilló a la creación de autodefensas integradas por adolescentes y niños, la entidad no reportó entre las víctimas de homicidio doloso algún menor de edad.

¿Cuántos casos como estos no fueron registrados? ¿Cuántas víctimas han sido olvidadas? difícil saberlo, pero todo apunta a que en 2019 pudieron ser más de las 35,558 que oficialmente el Estado mexicano reconoce.

En el caso de la extorsión, cuatro entidades –Michoacán, Nayarit, Tlaxcala y Yucatán– reportaron para 2019 menos de 10 casos ¿es creíble pensar que en una entidad como Michoacán en todo el año sólo haya habido dos víctimas?

Más del tema:

Con base en la tendencia de ocurrencia de este delito, podríamos hipotetizar que, si se hubiesen reportado todas las extorsiones consumadas en el país, 2019 también se habría posicionado como el peor año en materia de extorsión de la historia de México.

Todos estos análisis puntuales y las recomendaciones pueden consultarse en nuestra página

donde hacemos un llamado a la autoridad a desarrollar una política de seguridad que parta de recuperar la rectoría del sistema penitenciario; desarrollar las capacidades de procuración de justicia necesarias para abatir la impunidad y atender a las víctimas del país; centrar el foco en la construcción local de seguridad.

Debemos recordar que el 90% de los delitos son del fuero común y el 84% de los homicidios ocurren en municipios de menos de 100,000 habitantes, insistir en privilegiar recursos para el Ejército y seguir diseñando la política de seguridad desde lo federal nos mantendrá en la ruta de crecimiento de delitos y violencia y hará de este el peor sexenio en materia de seguridad de la historia.

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