OPINIÓN: Los retos para el nuevo presidente

Nota del editor: Jorge Sánchez Tello es Director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros-FUNDEF A.C. Centro de Investigación independiente con sede en el ITAM. Síguelo en Twitter como @jorgeteilus . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.

(ADNPolítico) – El triunfo de Andrés Manuel López Obrador en la elección presidencial es una clara señal de que la población ha dado un voto de castigo al gobierno de Enrique Peña Nieto, que si bien ha hecho reformas muy importantes como la educativa y la energética, no se pudo quitar la marca que le dejaron los casos de corrupción de los gobernadores y personas ligadas a su gobierno.

Es de reconocer la madurez política de Meade y Anaya en aceptar la derrota y con esta decisión ayudar a la estabilidad que necesitará la transición que va a emprender el país para entregarle el gobierno a López Obrador.

OPINIÓN: La agenda inaplazable para México

Los mexicanos debemos apostar por la unidad, la elección ya pasó y a pesar de nuestras diferentes visiones sobre cómo solucionar los problemas que tiene el país, todos queremos un mejor país.

nullLa democracia debe tener sus equilibrios porque, para que puedan existir, es necesario que exista el centro derecha y el centro izquierda. Es el péndulo político que va cambiando de acuerdo a la elección de la población.

Entre los principales retos que tendrá López Obrador es que deberá fijar claramente su compromiso por respetar la autonomía del Banco de México y que el próximo Secretario de Hacienda tenga un claro compromiso con las finanzas públicas, es decir, reducir el gasto corriente, no mayor deuda y sobre todo, impulsar la inversión pública.

OPINIÓN: México elige presidente en una elección ejemplar

México tiene una agenda pendiente de políticas públicas para impulsar el ahorro interno. Es necesario que el nuevo presidente convoque a una reforma en el sistema de pensiones que permita aumentar la cuota de aportación a las Afores y cambiar el esquema de ahorro voluntario hacia uno que incentive a las personas a ahorrar más. Esta reforma tiene como objetivo mejores pensiones.

nullLa libertad de empresa debe estar acompañada en la construcción de un Estado de derecho que realmente aplique las leyes y castigue la corrupción. Además, es esencial para que el libre mercado pueda funcionar mejor.

El nuevo presidente deberá tener un plan de acción para continuar con la renegociación del TLCAN y, en caso de que no se den las condiciones, qué se hará si se cancela.

OPINÓN: López Obrador, ¿la vuelta al pasado o el regreso al futuro?

La reforma educativa y energética deberán continuar porque son pilares para el desarrollo económico del país; si acaso podrían existir mejoras, ya que existe una base.

Además, Estados Unidos ha estado cambiando hacia un sistema de menor regulación empresarial para incentivar su economía y México no deberá quedarse atrás en estas transformaciones para no perder competitividad. Un ejemplo de estos cambios en Estados Unidos es la eliminación de la ley Dodd-Frank, que regulaba de más al sistema bancario y hoy se incentiva más su desarrollo, por lo que deberíamos tener una reflexión seria sobre hacia dónde va el mundo con estos cambios.

OPINIÓN. Elección México 2018: una lección para la historia

No se puede gobernar solo con buenas intensiones y las acciones deberán ser claras para no afectar a ninguna de las variables macroeconómicas.

nullLa oposición tendrá que pensar en refundar sus respectivos partidos porque la población los ha castigado severamente. Se necesitará que la oposición sea responsable y tenga propuestas propositivas para mantener un equilibrio en el país.

OPINIÓN: La última alternancia

Estos son solo algunos de los retos que enfrentará López Obrador. Espero que trabaje por el bien del país, ya que la población le ha dado esta oportunidad. Se deberá trabajar con él en las políticas públicas que puedan ser para bien del país y se le deberá criticar en las que se considere puedan ser negativas.

Al final, quien ganó este 1 de julio es nuestra democracia, porque tenemos actores políticos con más madurez y una sociedad cada vez más participativa.

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