OPINIÓN: Candidatos, ¡congruencia sobre el tema de la Fiscalía independiente!

Nota del editor: Isaak Pacheco Izquierdo es investigador en Ethos Laboratorio de Políticas Públicas . Síguelo en Twitter como @Isaak_Pacheco . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.

(ADNPolítico) – Para los interesados en la agenda anticorrupción, estoy seguro de que cuando en el primer debate presidencial los cinco candidatos se pronunciaron a favor de impulsar una Fiscalía General independiente, tocaron una de nuestras fibras más sensibles, por lo que incluso pudimos sentirnos inclinados a depositar nuestra confianza en alguno de ellos en relación con este asunto.

No obstante, si es verdad que esa propuesta está en la agenda de candidatos como Ricardo Anaya, José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador, ¿por qué no han ocupado su liderazgo para impulsar que los legisladores e, incluso, gobiernos que los respaldan, reformen la Fiscalía General a efecto de hacerla una institución independiente, con legitimidad social y con la capacidad para enfrentar los enormes desafíos en materia de procuración de justicia del país?

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Actualmente, el Congreso de la Unión y la Presidencia de la República son las instancias que podrían poner sobre la mesa de negociación esa propuesta. Sin embargo, ni el Presidente, ni los grupos parlamentarios que respaldan a los tres punteros han ocupado al día de hoy su posición para dar a la procuración de justicia en México un funcionamiento renovado.

Hace unos días se difundió un rumor a través de los medios, por parte de especialistas que impulsan la agenda anticorrupción, de que varios senadores tenían la intención de aprobar un proyecto de Ley Orgánica de la Fiscalía General y, de manera consecuente, de nombrar al nuevo Fiscal. Por fortuna este intento de “albazo” no se concretó durante los últimos días del periodo ordinario de sesiones de este órgano legislativo.

Si bien destrabar el tema de la Fiscalía General podría entenderlo la opinión pública como algo positivo, no lo era en este caso en particular, pues la intención de los senadores era aprobar una Ley Orgánica que, según representantes de la sociedad civil, no planteaba el cambio institucional requerido, ya que el diseño que proponía para la Fiscalía no era acorde al Sistema Penal Acusatorio, ni al Sistema Nacional Anticorrupción; tampoco planteaba un nuevo modelo de coordinación institucional, ni de investigación de los delitos; y carecía de los contrapesos necesarios para operar en el marco de un régimen democrático.

nullEsta reciente coyuntura evidenció una vez más el posicionamiento que ya conocíamos de la clase política en este tema. A pesar de lo dicho por los tres punteros durante el debate presidencial, los partidos a los que representan mantienen la misma postura respecto a este asunto que tenían desde finales de 2016, y que fue cuando por primera vez representantes de la sociedad civil señalamos públicamente que no era adecuado aprobar leyes reglamentarias para la Fiscalía General que mantuvieran los vicios de la PGR, ni dejar pasar a un #FiscalCarnal, ya que de hacerlo se perdía la oportunidad de construir una institución eficaz, confiable y capaz de combatir la impunidad.

Ante el estado actual del tema, lo único que razonablemente exigimos los ciudadanos a los candidatos a la presidencia es congruencia entre sus palabras y lo que impulsan en las distintas arenas políticas en las que influyen. Una y otra vez durante el primer debate presidencial, los distintos candidatos demandaron congruencia a sus opositores.

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Parece ser que el único que la tiene en este tema sobre la autonomía de la Fiscalía General es “El Bronco”. De manera muy clara explicó durante su participación, que hoy en día Nuevo León cuenta con un fiscal autónomo que fue elegido con una mínima intervención del gobernador; incluso que el estado cuenta con un fiscal anticorrupción autónomo elegido exclusivamente por el Congreso local. A esto Jaime Rodríguez añadió que su propuesta federal es que se aplique un proceso de designación semejante al de su estado, donde una comisión ciudadana proponga al Congreso la lista de postulantes a ocupar el cargo de Fiscal General, con la aprobación del Ejecutivo.

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No puede omitirse la postura de Margarita Zavala sobre el asunto, ya que en el debate aludió a la propuesta de la sociedad civil de promover una #FiscalíaQueSirva. Pero, aunque no sean lo mismo su esposo y ella, se le podría cuestionar por qué durante la administración de Calderón nadie al interior de ésta, ni del panismo, impulsó la idea de dar mayor independencia a la PGR en medio de una agresiva estrategia de seguridad. Por lo menos el PRI puede decir que durante su sexenio se insertó este tema en la agenda, pero durante la administración de los Calderón no fue así.

A partir de lo antes comentado, recomiendo que durante los dos meses de campañas que quedan, evaluemos la congruencia de los candidatos, no solamente respecto del tema de la #FiscalíaQueSirva, sino para todas las propuestas que nos presenten. En adelante, sometamos cada una de sus palabras a un examen crítico, contrastándolas con sus acciones pasadas y presentes.

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