Al menos en tres ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció al sector empresarial durante el discurso que dio este domingo por su Primer Informe de Gobierno.
El reconocimiento explícito fue para Carlos Slim, uno de los empresarios más ricos del mundo, así como para Carlos Salazar, líder del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y Antonio del Valle, del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), quienes estuvieron presentes en el acto en Palacio Nacional.
También reconoció a Carlos Bremer, el empresario que compró la mansión decomisada a Zhenli Ye Gon, y a quien el jefe del Poder Ejecutivo ‘olvidó’ invitar a su mensaje.
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Desde que inició el discurso, López Obrador agradeció la presencia de los representantes del Poder Judicial, del Poder Legislativo, de los gobernadores, de los secretarios, de servidores públicos, de dirigentes obreros, de campesinos, de organizaciones civiles, y también de los empresarios.
Más tarde, señaló que, luego de negociaciones, se acordó reconocer los contratos suscritos por la pasada administración para construir gasoductos y evitar los procesos legales que estaban por iniciar en tribunales internacionales. Por ello, dijo, se redujo el monto convenido, con lo que se logró un ahorro de 4,500 millones de dólares para la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Con esto, celebró López Obrador, quedará garantizado para los próximos 20 años el abasto de gas, materia prima fundamental para la generación de energía eléctrica y para el desarrollo de México.
“Las empresas aceptaron el principio de que el interés nacional debe estar por encima del interés particular, por legítimo que este sea”, dijo el mandatario.
“Somos servidores públicos, somos profesionales, comerciantes, empresarios, por encima de todo, somos mexicanos”, agregó, al reconocer el papel que en este asunto jugaron Slim, presidente del Grupo Carso, Carlos Salazar y Antonio del Valle.
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Agradecimiento al ‘tiburón’
Al hablar de los recursos que está obteniendo a través de subastas, y que se están entregando a municipios pobres o a deportistas, mencionó a Bremer, quien aparece en el programa de televisión Shark Tank, y le agradeció haber comprado la mansión de Ye Gon y que ese dinero pueda ir a los atletas que fueron a los Juegos Panamericanos.
“Estos apoyos los entrega un instituto que se acaba de crear, se llama el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado. Muchas gracias también a los empresarios que están participando en estas subastas”, dijo.
“Ni siquiera lo invitamos (a Bremer), pero bueno, ahí se va a enterar de que ya le reconocimos su gesto, como a otros empresarios y fundaciones que nos están ayudando con este propósito”, comentó.
Casi al final del discurso, López Obrador reiteró que los empresarios están cooperando con mayor compromiso social, invierten, crean empleos, aceptan utilidades razonables y pagan sus contribuciones. Esto, luego de que ha tenido desencuentros con el sector empesarial por temas como la condonación de impuestos a grandes compañías, un esquema que su gobierno dice haber eliminado.
“Ya es un hecho, por ejemplo, la separación del poder económico del poder político. El gobierno actual representa a todos, a ricos y pobres, a creyentes y librepensadores, así como a todas las mexicanas y mexicanos al margen de ideologías, orientación sexual, cultura, idioma, lugar de origen, nivel educativo o posición socioeconómica”, dijo.