Con ataques y sin propuestas, los candidatos a gobernador debaten en Puebla
No llegan a las groserías, pero sí a calificativos como “tirano”, “cochinote”, “dramático”, “tramposo”, “mentiroso”, entre otros. Las acusaciones de enriquecimiento ilícito y contrastes sobre quién trabajó más en su paso por la alcaldía de Puebla se centran entre el candidato de la coalición que encabeza el Partido Acción Nacional (PAN), Antonio Gali Fayad, y Blanca Alcalá Ruiz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La primera que da el golpe es la priista. Llama “miedoso” al abanderado blanquiazul al acusar que desde el inicio de la campaña –el 3 de abril pasado– no ha querido presentar su declaración #3de3 que impulsa IMCO y Transparencia Mexicana. Son pasadas las 20:00 horas, y ella aún no se entera que Gali Fayad acaba de transparentar sus bienes patrimoniales, fiscales y de intereses en la plataforma de las organizaciones.
Al poco tiempo, los señalamientos de corrupción suben de tono, casi al ritmo de las porras de sus seguidores, quienes afuera del Centro Cultural Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) mantienen otra batalla.
Los grupos de simpatizantes buscan demostrar con gritos quién lleva más fuerzas para defender a su aspirante a gobernar por un periodo de un año y diez meses esta entidad. Han bloqueado los accesos de la vía Atlixcáyotl y Cúmulo de Virgo en la zona de Angelópolis.
Al abanderado blanquiazul no cae con la primera embestida. Pide al electorado no permitir el regreso de un pasado que “avergonzó” al estado, en alusión al instituto tricolor que gobernó 80 años la entidad.
Al ring de las críticas se suma la independiente Ana Teresa Aranda Orozco.
“Señor Gali: le recuerdo que los priistas no se han ido del poder. Ahí está (Rafael) Moreno Valle –el gobernador– (Javier) Lozano, (Diódoro) Carrasco, Eukid (Castañón), usted, son y vienen del PRI, solo son la versión 'pritufa' del tricolor (al hacer alusión que son priistas desfrazados de azul), que se han burlado del pueblo haciéndole creer que por firmar ante notario van a cumplir, pero la primera responsabilidad que usted se olvidó a terminar fue cuatro años y ocho meses de gobierno que firmó ante notario”, embiste la expanista.
Después se une Roxana Luna, del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Denuncia que el organizador del debate, el Instituto Electoral del Estado (IEE) opera en favor del “candidato oficial”, en referencia a Gali Fayad.
El panista evita contestar y mantiene el discurso que ha ofrecido en sus eventos masivos: “Seguir adelante con la transformación de Puebla”. Aranda Orozco arremete nuevamente en su contra y lo acusa de haber cobrado “moche” de hasta un 40% cuando fue secretario de Infraestructura en el gobierno de Moreno Valle (2011-2013), además de haber “inflado” los costos de las obras. Él la ignora.
Lo vuelve a acusar de ser una vía de reelección del actual mandatario local a quien tacha de “tirano”. Gali la vuelve a ignorar.
Han pasado más de 20 minutos. El panista muestra una fotografía en la que aparece Alcalá Ruiz a lado del exgobernador Mario Marín Torres (2005-2011) y refiere que él es “su verdadero coordinador de campaña”, “su padrino”. Ella se deslinda del priista después.
El candidato del PAN muestra gráficas en los que asegura que en su tiempo de alcalde (2014-febrero 2016) colocó 17,000 luminarias más que ella en su trienio. La acusa de ser la que más endeudó al municipio.
Le recrimina a la priista haber “engañado” en su #3de3 y le exige una explicación sobre 45 casas, un edificio y una “casa blanca” que supuestamente le fue regalada por quienes fueran sus empresarios “favoritos” en su gobierno. Blanca lo llama “tramposo” y “mentiroso”. Lo acusa de difamación.
¿Y las propuestas?
Las propuestas son escasas. Cada uno tiene tres minutos para plantear su plan en materia de economía, sociedad y gobierno. Y a excepción de Gali Fayad, los cuatro contendientes coinciden que de ganar la elección del próximo 5 de junio, echarán abajo concesiones que endeudan al estado, leyes que violan derechos humanos, disminuir los gastos en imagen pública, y en describir como “obras faraónicas” y de “pantalla” las acciones de Rafael Moreno Valle.
Alcalá asegura que de resultar vencedora, no vivirá en casa de gobierno sino la convertirá en un centro de innovación tecnológica. Roxana destaca que no cobraría el Impuesto sobre Nómina (ISN) al empresario que dé un día de asueto a la mujer, independientemente del día de su descanso.
Gali ofrece médicos en comunidades las 24 horas del día; Aranda Orozco, revocar concesiones, mientras que el abanderado de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Abraham Quiroz Palacios, cuya presencia no había resaltado, no destacó algún proyecto concreto y dedicó el tiempo de su participación en destacar su trayectoria académica, su doctorado en Sociología Política y los nueve libros que ha publicado.
Los señalamientos siguen contra Gali y Moreno Valle. “Aquí solamente hemos escuchado bravatas y amenazas desgraciadamente”, indica al cierre de su participación. Las tres candidatas le dejaron en claro que si alguna de ellas gana, meterán a la cárcel a funcionarios corruptos.
Gali defiende su patrimonio. Asegura que es lícito y cuestiona a Alcalá sobre cómo se hizo de una fortuna sino tiene antecedentes empresariales como él. Afuera, un grupo de personas avienta dos marranos pintados de azul, un hecho que provoca un connato de violencia entre porristas.
El debate termina sin que alguno le sea bloqueado el micrófono como advirtió días antes el consejero presidente del IEE, Jacinto Herrera, como los cinco candidatos sabían que sucedería de recurrir a comentarios xenófobos, homofóbicos y de vida personal.