En medio de las campañas judiciales, la ministra Lenia Batres Guadarrama faltó hoy a la sesión de la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), lo que impidió a los ministros asistentes sesionar.
Esta es la primera vez desde que iniciaron las campañas, el 30 de marzo, en que la ministra no acude a una sesión, pero es la tercera vez en que, por su ausencia, el pleno o las salas no reúnen el quórum necesario para realizar sus plenarias.
En la pasada sesión de la segunda sala, realizada el 12 de marzo, Batres se salió del pleno, con lo que se rompió el quórum y esa instancia tuvo que suspender su sesión.
La decisión de abandonar aquélla sesión fue en rechazo a la aprobación, por unanimidad de sus compañeros, de la declaratoria de impedimento para que ella pudiera conocer y resolver sobre un amparo indirecto que litiga el empresario Ricardo Salinas Pliego contra la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda (SHCP).
Más adelante, la ministra Batres se retiró de la sesión del pleno de la Corte otra vez, aunque en aquélla ocasión sí avisó que se tenía que ir. De los diez ministros en funciones acudieron siete, el quórum mínimo, pero tras la salida anticipada de Batres la ministra presidenta Norma Piña debió suspender la plenaria.
En esa ocasión faltó el ministro Alberto Pérez Dayán, pues avisó a la presidencia de la SCJN, en tanto que por haber integrado previamente la comisión de receso de la Corte, les correspondió tomar su periodo vacacional y estuvieron ausentes los ministros Juan Luis González Alcántara y Margarita Ríos Farjat.
Cuarenta minutos después de iniciada la sesión pública, Batres se retiró por lo que la presidenta Piña tuvo que levantar el pleno y convocar en una semana.
Las elecciones de cargos judiciales, en las que participan como candidatas las ministras Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz Ahlf han generado que éstas destinen parte de su tiempo no hábil a sus campañas.
Las tres arrancaron su proselitismo el pasado 30 de marzo con la garantía de que no pedirían licencia al cargo, escenario que dejaría al pleno de la Corte con dificultades para seguir adelante con sus trabajos, aunque debido a la transición que tendrá ese máximo órgano de justicia éste ya redujo su ritmo de análisis y votación de asuntos, e incluso de sesiones, de tres a dos por semana.
