Antes de que se anulara la elección, se reconstruyó la votación, por lo que utilizaron las sábanas de los votos y otros documentos, pero sólo lo lograron en 17 de los 36 paquetes electorales perdidos o destruidos; esto significa que solo hubo certeza de la votación en 43 casillas, que es 58% del total. Por ello, el Tribunal local determinó que no existen elementos para tener seguridad de los resultados.
“Puesto que más de la mitad de los paquetes y material electoral se vio afectado por grupos de personas armadas, que derivó en la imposibilidad de reconstruir los datos fundamentales de la jornada electoral, tales violaciones se consideran determinantes en virtud de que atentaron directamente en los resultados obtenidos en elección de miembros de ayuntamiento del municipio, y consecuentemente en que la voluntad real en igualdad de condiciones de los ciudadanos no se encuentra reflejada en la determinación de la autoridad responsable”, señala la resolución avalada por el Tribunal.
El dirigente de Morena en Hidalgo, Marco Antonio Rico Mercado, señaló que en la anulación de la elección municipal se antepuso la violencia sobre la voluntad popular
"Cuando las autoridades electorales permiten que la violencia interfiera con este proceso, se establece un peligroso precedente que socava los principios básicos de la gobernabilidad democrática. Este tipo de situaciones envía un mensaje alarmante a la sociedad: la fuerza y la intimidación pueden prevalecer sobre el derecho y la justicia. La violencia se convierte, entonces, en una herramienta efectiva para aquellos que buscan manipular los resultados electorales", señaló en sus redes sociales.
