Autoridades mexicanas han intentado frenar el avance de los cárteles en el país. (Foto: Pedro Anza/Cuartoscuro )
Laura Itzel Domart
Las operaciones criminales de los cárteles de la droga mexicanos, como el Jalisco Nueva Generación (CJNG) o el de Sinaloa, se han extendido a diversos países del mundo. Lo han hecho por la negligencia y complicidad de autoridades, de acuerdo con expertos consultados.
El caso más sonado recientemente es el de Ecuador, donde el pasado 9 de agosto fue asesinado el candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien días antes de su muerte había denunciado amenazas a él y su equipo por parte de la banda criminal Los Choneros, presunta aliada del grupo de Sinaloa.
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El acontecimiento suscitó diversas reacciones al interior y exterior de Ecuador, por la supuesta participación de los grupos criminales mexicanos en la violencia que se vive en el país sudamericano.
En respuesta a lo sucedido, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador expresó: “son, si acaso, hipótesis y pueden ser hasta conjeturas. No hay que olvidar que siempre, y más en tiempos electorales, se inventan cosas”.
Al respecto, Edgardo Buscaglia, investigador de la Universidad de Columbia y presidente del Instituto de Acción Ciudadana para la Justicia y la Democracia en México, señaló en entrevista con Expansión Política que no se pueden desestimar las declaraciones de Villavicencio antes de morir respecto a las amenazas que había recibido.
“Lo que se hace en un caso como éste es investigar para determinar quiénes son los autores intelectuales y materiales; pero lo que no se hace es decirles a los medios de difusión que lo que se ha dicho son conjeturas, son inventos en tiempos electorales. Hay que tomarse en serio la denuncia pública de un candidato presidencial asesinado”, anotó el experto.
Por el contrario, Raúl Benítez-Manaut, profesor-investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que se debe tomar con cautela las hipótesis que involucran a los cárteles mexicanos con el asesinato de Villavicencio.
“Los cárteles normalmente atacan cuando alguien ya se les hace algo, cuando alguien está en el poder y hace acciones contra ellos contundentes”, precisó e hizo un llamado a esperar los resultados de la investigación.
Fernando, crítico de gobiernos pasados, buscaba la Presidencia de Ecuador. (Foto: Especial )
La expansión de las bandas criminales mexicanas
Los cárteles de la droga mexicanos, especialmente el CJNG y el de Sinaloa, han continuado su expansión internacional. El pasado 12 de julio, George Papadopoulos, administrador adjunto de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), publicó el documento “Protección del territorio nacional de Estados Unidos: lucha contra el flujo procedente de la frontera suroeste”, en el que se alerta de que estos grupos ya cuenta con presencia en 100 países del mundo.
Para Buscaglia, la importancia de Ecuador para los grupos criminales se debe a su ubicación geográfica, dado que comparte frontera con Colombia y Perú, lo cual ayuda al aprovisionamiento de insumos que posteriormente pueden usarse para la producción de drogas.
Sin embargo, lo que no se había visto era que estas bandas criminales participaran en actos de violencia política en países que no fueran México.
“La impunidad con la cual operan en los atentados contra actores políticos en Ecuador, eso es algo que ha venido escalando últimamente. Varios atentados políticos, no solamente este contra el candidato presidencial Villavicencio, sino además otros atentados que han venido sucediendo en los últimos meses. (…) O sea, en este momento, Ecuador está siendo víctima como país de unos episodios de violencia política al más alto nivel, desde lo municipal hasta lo presidencial”, señaló.
Autoridades mexicanas han intentado retomar territorios que eran controlados por los cárteles de Sinaloa y Jalisco. (Foto: Juan José Estrada Serafín/Cuartoscuro)
La cooperación internacional en el caso Villavicencio
El asesinato del candidato presidencial en vísperas de las elecciones presidenciales en Ecuador causó tal impresión que la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunciaron al respecto.
La CIDH hizo un llamado al gobierno ecuatoriano para “garantizar unas elecciones pacíficas y respetar los resultados como la más alta expresión de la soberanía popular”.
En este contexto, el 16 de agosto, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció que una Comisión del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) se uniría a las investigaciones en curso para esclarecer el crimen en contra de Villavicencio.
Esta solicitud de cooperación significa, según Benítez-Manaut, que “no están cumpliendo los equipos de investigación ecuatorianos, entonces el gobierno de Ecuador le pide al FBI que investigue, seguramente van a ser dictámenes de investigación muy precisos de investigación criminal”.
Para Buscaglia, dicha cooperación, que se da en el marco de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada, es un asunto de “seguridad nacional y de seguridad humana para Estados Unidos”; esto, debido a la vigilancia que el gobierno estadounidense mantiene en torno al asunto de grupos criminales que se dedican al tráfico de drogas.
¿Negligencia del Estado mexicano?
El caso Villavicencio ha despertado las alertas sobre la situación de seguridad en México. Verónica Sarauz, esposa del candidato asesinado Fernando Villavicencio, acusó, durante una entrevista que sostuvo con la revista mexicana Proceso, al gobierno de López Obrador de actuar con “negligencia política” y “permitir” el fortalecimiento de los cárteles de la droga.
Al respecto, Buscaglia apuntó que, en efecto, los cárteles de la droga han crecido a causa de la “protección basada en la negligencia de la política” de los últimos gobiernos mexicanos (incluido, el gobierno de López Obrador); además, acusó la ineficacia de la estrategia de seguridad de “abrazos, no balazos”, implementada por la administración del partido en el poder, Morena.
“Me gustaría haber visto a un gobierno mexicano mucho más activo en desmantelar las redes políticas y empresariales que permiten la expansión del Cártel de Sinaloa a tantos países del mundo. López Obrador debería estar pidiendo disculpas al planeta por la expansión de este grupo criminal, que causa violencia y muerte en tantos países del mundo, además de México”, enfatizó el profesor de la Universidad de Columbia.
Por su parte, Benítez-Manaut hizo un llamado a esperar los resultados de las investigaciones para dar con los responsables del asesinato de Villavicencio, pues aclaró, los asesinos venían de Colombia.
Respecto a la estrategia de seguridad del gobierno mexicano, señaló que “no ha funcionado, porque es una política muy dirigida. Tendría que ser una política mucho más generalizada, pues evidentemente los apoyos que se le dan a los jóvenes no son suficientes como para evitar que se vinculen a pandillas e incluso que se incorporen al narcotráfico”.
