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10 de Mayo: “Hoy no es día de fiesta”, madres de desaparecidos exigen justicia

La marcha de madres que buscan a sus hijos e hijas arrancó este martes en el Monumento de la Madre; hacen protesta en el Ángel de la Independencia.
mié 10 mayo 2023 11:38 AM
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Decenas de mujeres marchan en la Ciudad de México para exigir justicia y verdad por la desaparición de sus hijos. También hay hijos buscando a sus madres.

Tadeo o Esmeralda. Carlos, Verónica o José Ricardo. Son muchos los nombres. Luis Diego, Kasandra, Érika o Irma. Son muchos los desaparecidos en México. Pero siempre es la misma imagen, la de las familias, padres, madres y hermanos que les buscan sin cesar; que marchan cargando su foto sobre el pecho y exigen justicia en las fiscalías.

Son ellos, principalmente las madres, quienes se levantan con la voluntad del cariño, pese al cansancio, el dolor y el enojo: “Porque te amo, te busco”.

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Aquella consigna la gritaron cientos de mujeres y familiares este 10 de mayo, Día de la Madre, en una marcha que partió del Monumento a la Madre hacia el Ángel de la Independencia. Se manifestaron para exigir a las autoridades la búsqueda y presentación con vida de sus seres queridos.

“Diez de mayo no es de fiesta, es de lucha y de protesta”, lanzaban mientras caminaban por los carriles centrales de Paseo de la Reforma.

Hace años que las madres mexicanas encabezan las luchas sociales por las desapariciones en México, impulsadas por la violencia que les arrebata a sus hijos y que engrosa la cifra de feminicidios o desapariciones forzadas.

Hace años que muchas madres, como Carolina Manzano, no tienen nada que celebrar en México, un país donde han desaparecido más de 100,000 personas.

Érika de la Piedra Manzano, la hija de Carolina, desapareció en 2012. Tenía 22 años y se dirigía al centro comercial Parque Delta, ubicado en la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México. No regresó a casa. Aunque los años pasan, las autoridades siguen sin pistas de su paradero y sin información de cómo la desaparecieron. Mientras tanto, Carolina, sin rendirse, la sigue buscando.

“No vamos a parar. Han sido 11 años largos, pero firmes y con mucha fuerza para seguirla buscando. En este momento ella tiene 33 años. Mija, te amo, te voy a seguir buscando”, comparte la madre.

Mismo año. Misma impunidad. La hija de Cecilia González también desapareció en 2012 y tampoco sabe nada de ella, no tiene respuesta de las autoridades. Amairany Roblero González, la hija de Cecilia, desapareció en la alcaldía Iztapalapa, en la capital del país. Su madre ha batallado con la insensibilidad de las autoridades y con su ineficiencia.

“Hasta el momento no sabemos nada de mi hija. Cuántos años de no saber de ella. Es una incertidumbre no tener noticias de un hijo, de un familiar. Es muy triste y doloroso”, dice Cecilia.

Como cientos de familias de personas desaparecidas enfrentan la misma lucha que ella, a las mismas autoridades que no resuelven y a una Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) paralizada, otra consigna frecuente en esta marcha es: “¡La CEAV, simulando, a las familias ha olvidado!”.

A Cecilia le sorprende que en México desaparezcan tantas personas y no suceda nada. A su alrededor hay mamás de niñas, adolescentes, hombres, mujeres, personas con discapacidad y hasta militares desaparecidos.

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“Yo no sé quiénes tienen tanto poder para llevarse a los hijos o a un familiar . Ya estamos cansadas de tanta injusticia y las autoridades no hacen nada. Todo el tiempo nos dan largas”, lamenta.

Con el cambio de gobierno en 2018, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, las madres buscadoras tuvieron esperanza. Pensaron que se agilizarían las investigaciones; pero pronto se desilusionaron. Continúan las mismas prácticas en las fiscalías y el número de desaparecidos crece, denuncian.

En un mitin a los pies de la Victoria Alada, las mujeres, incluidas madres de migrantes centroamericanos desaparecidos en México, mostraban los retratos de sus hijos desaparecidos y le exigían al presidente López Obrador respuestas. “No queremos pasar un año más gritando por nuestros hijos que no están", decía una madre al micrófono.

Desde los años 70 a la fecha, no importa el partido que gobierne, las historias de desapariciones forzadas no se han detenido. Lo sabe la señora Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascención Bautista, uno de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, Guerrero, en 2014.

“No somos los únicos que estamos sufriendo por buscar a nuestros seres queridos. Somos miles de familiares, más 43”, señalaba en la protesta.

La mayoría de las mamás pasan muchos años en la búsqueda de sus hijos y, en el camino, algunas han muerto por el desgaste de su salud o “por la pena de no saber de sus hijos, de sus hijas, de sus esposos o sus hermanas”, explica.

Cuando esto sucede, las hermanas continúan la lucha, como Angélica Manzano Ortega. Ella busca a su hermana, desaparecida en febrero de 2023. Verónica Manzano Ortega, de 27 años, tomó un taxi en Huixquilucan, Estado de México y, como miles más, no regresó a casa.

Hace un mes que ni la presidenta municipal, Romina Contreras, ni la fiscalía estatal dan informes a su familia sobre los avances en la búsqueda de Verónica.

“Son más de dos meses de angustia, de que no sabemos nada de ella. No sabemos si se encuentra con vida. Pedimos justicia por Verónica y la queremos viva”, exige Angélica.

En este país y en esta marcha también están las hijas que buscan a sus madres desaparecidas. Dana y Luly Hernández son dos de ellas. A su mamá Pamela Leticia Portillo Hernández la desaparecieron en Chihuahua en julio de 2010 y, desde entonces, sus dos hijas la buscan.

“¡¿Dónde está, dónde está, mi mamá dónde está?!”, gritaban las jóvenes mientras avanzaban en Paseo de la Reforma.

Al igual que otras familias, las dos hermanas llevaban flores blancas para sus personas desaparecidas y una manta con el mensaje: “Felicidades, mamá, en tu día. Siempre te buscaremos”.

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