Un 51. 4% de los niños mexicanos están aburridos de las actividades en línea y del programa Aprende en Casa, el cual se han visto obligados a ver u oír desde sus casas como parte de las directrices de las autoridades educativas del país en medio de la pandemia de COVID-19.
Esta es la percepción que los docentes expresaron tener en la Encuesta sobre experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por COVID-19, elaborada por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).
El estudio, en el que participaron cerca de 194,000 docentes, estudiantes, directivos, madres, padres y tutores de educación básica, evidenció las carencias, desigualdades y la necesidad de atender diversos aspectos clave para fortalecer al sistema educativo y sus comunidades escolares en el corto y mediano plazo.
De acuerdo con las respuestas de los padres de familia, más de 97% del alumnado continuó sus estudios durante la contingencia, aunque el 62.1% de los maestros detectó algunos estudiantes excluidos de las actividades de trabajo a distancia, debido a:
- Falta de acceso a Internet: 84.6%.
- Carencia de dispositivos electrónicos para acceder a las actividades: 76.3%.
- Escasez de recursos económicos: 73.3%.
Otros aspectos que destaca la encuesta es que las clases a distancia también han implicado una mayor inversión tanto de tiempo como de dinero por parte de los docentes, alumnos y maestros.
Gastos
El incremento de gastos se reflejó en rubros como servicios de telefonía, electricidad, Internet, impresiones, fotocopias y material didáctico.
Alrededor de siete de cada 10 docentes reportaron haber gastado más en telefonía (72.3%), electricidad (70.7%) e Internet (67.9%), mientras que 56.4% de las madres y los padres de familia señalaron un aumento de 56.4% en gastos en fotocopias y 63.7% en material didáctico.
Tiempo
Entre un 71.2% y 87.4% de los docentes mencionó también que se incrementó el tiempo que tuvieron que dedicar a diferentes aspectos de su trabajo.
En tanto que entre el 52% y 82.5% de los estudiantes también dijeron que tuvieron que dedicar más tiempo a varias de las actividades relacionadas con la escuela.
A la par, poco más de la mitad de las madres y los padres de familia (58.4%) afirmaron que fue difícil o muy difícil compaginar sus actividades del hogar con el acompañamiento a sus hijas e hijos.
En ese sentido, un 94.5% de los estudiantes de primaria y 69.7% de los de secundaria informaron haber recurrido a su madre, padre o tutor para que los acompañaran en la educación a distancia.
Estado emocional
Los efectos negativos de la educación a distancia también se han visto reflejados en el estado emocional de estudiantes, madres y padres de familia, docentes y directores.
Pues cada uno de estos sectores mostraron algún indicio de malestar emocional relacionado con sus actividades o con el trabajo educativo desde casa:
- Casi la mitad de docentes y de estudiantes (48.7 y 49.9%, respectivamente) a menudo sentían tensión por las actividades académicas que debían atender.
- La mitad de madres y padres de familia, y estudiantes (50.1 y 49.7%, respectivamente) con frecuencia sintieron que las actividades que debían realizar eran tantas que no podían terminarlas.
- 39.8% de estudiantes y 41.3% de madres y padres de familia se sintieron tristes o desanimadas(os) por la situación que vivían.
Las situaciones de estrés de los maestros generalmente fueron vinculadas a la sobrecarga laboral y a la dificultad de sobrellevar una mayor exigencia en el trabajo a la par de las tareas domésticas y familiares.
Mientras que para los alumnos, esta situación se debió a una carga excesiva de tareas; además revelaron frustración y enojo por no entender las actividades y por la sensación de no estar aprendiendo bien; y expresaron tristeza por la pérdida de algún ser querido, deseo de reestablecer el vínculo social con otros estudiantes y docentes, y necesidad de recibir atención psicológica.
Además de que también manifestaron un cierto grado de desmotivación por las clases a distancia, la cual fue expresada como flojera, cansancio, aburrimiento, pérdida de interés o desánimo.
Recomendaciones
La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación apuntó finalmente algunas recomendaciones en tanto se continúan con las clases a distancia como:
- Diseñar estrategias de atención diferenciada, por nivel y servicio educativo, considerando las principales desigualdades de los estudiantes y sus familias.
- Establecer un currículo de emergencia basado en la priorización y flexibilización de contenidos.
- Desarrollar estrategias específicas que apoyen la comunicación, la retroalimentación y la orientación de las actividades educativas.
- Fortalecer las capacidades de acompañamiento de las familias en el proceso educativo de sus hijas e hijos.
- Impulsar el fortalecimiento de los vínculos afectivos de las comunidades educativas.
- Brindar acompañamiento emocional a las comunidades escolares.
- Disminuir las cargas de trabajo no pedagógico durante la educación a distancia.
- Procurar el balance de los distintos aspectos de la vida de los actores educativos.