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#TodosSomosJorgeYJavier: La lucha de 9 años por limpiar el nombre de 2 jóvenes

Jorge y Javier fueron víctimas de dos crímenes: asesinato y haber sido acusados por el Ejército de ser sicarios. Este martes, el Estado se disculpó con sus familias, aunque el reclamo sigue vivo.
mar 19 marzo 2019 08:10 PM
Jorge y javier estudiantes tec de monterrey
Después de más de 13 años del asesinato de dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey -Jorge y Javier- a manos de integrantes del Ejército Mexicano, cinco militares fueron sentenciados por este caso.

CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico).- Pasaron nueve años para que el Estado mexicano reconociera públicamente que Jorge Antonio Mercado Alonso y Javier Francisco Arredondo Verdugo eran estudiantes de excelencia del Tecnológico de Monterrey, no sicarios.

Estas fueron las palabras de Rosa Elvia Mercado Alonso, quien a lo largo de casi una década luchó junto su esposo y los padres de Javier para limpiar los nombres de ambos jóvenes, asesinados por el Ejército en un operativo y criminalizados por el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012).

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La disculpa pública que ofreció este martes el gobierno que hoy encabeza Andrés Manuel López Obrador se da mientras se prepara la conformación de un nuevo cuerpo para combatir la inseguridad: la Guardia Nacional.

¿Qué pasó con Jorge y Javier?

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Jorge Antonio tenía de 23 años y era originario de Coahuila; Javier Francisco, de 24, venía de Baja California. Ambos estudiaron Ingeniería Mecatrónica en el Tecnológico de Saltillo y, por ser estudiantes de excelencia, lograron que el Tec de Monterrey los becara para cursar estudios de posgrado.

El 19 de marzo de 2010, a las 00:38 horas, seguían en la biblioteca del Tec estudiando para los exámenes trimestrales (en época de pruebas, el lugar da servicio las 24 horas).

A las 00:40, una persecución de militares contra presuntos delincuentes había llegado a las inmediaciones del instituto, en el cruce de la avenida Eugenio Garza Sada y Luis Elizondo. Allí se desató una balacera.

Para las 00:45, Jorge y Javier dejaban las instalaciones del Tec para dirigirse a la casa de estudiantes donde se alojaban. Pero minutos después, sus cuerpos quedaron tendidos sobre el suelo y, a decir del gobierno, en lugar de mochilas y credenciales de identificación, "portaban" armas de grueso calibre.

Tanto el gobierno de Nuevo León, entonces a cargo del priista Rodrigo Medina, como las fuerzas federales afirmaron que se trataba de dos sicarios "armados hasta los dientes", a quienes el Ejército había logrado abatir.

Cuando las propias autoridades del Tec confirmaron la identidad de Jorge y Javier, las autoridades optaron por decir que los jóvenes eran víctimas colaterales y que habían quedado en medio del fuego cruzado.

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"No fue error, y no olvido". Durante casi una década, familiares y amigos de Jorge y Javier han exigido al gobierno de México justicia.

En agosto de ese mismo año, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) acreditó que los uniformados que participaron en el operativo no solo manipularon la escena, sino que los asesinaron: seguían vivos y fueron rematados a corta distancia por los mismos militares.

"No portaban armas ni viajaban en la camioneta que agredió a los elementos militares ni eran miembros de la delincuencia organizada", dice la recomendación 45/2010 de la CNDH.

"Ambas víctimas presentan lesiones en el rostro que no corresponden a una caída, pues no se describen lesiones en regiones anatómicas salientes del cuerpo, lo que orienta a concluir que estas fueron producidas por traumatismo directo".

El primer joven en caer herido esa noche fue Javier. Al verlo, Jorge regresó a su lado y fue cuando le dispararon. En ese momento, apenas comenzaba la balacera.

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¿Cómo se logró la disculpa pública?

Aunque familiares, amigos y compañeros de Jorge y Javier realizaron una campaña permanente para denunciar los hechos, fue hasta 2018 cuando el documental Hasta los dientes, de Alberto Arnaut, visibilizó en todo el país el doble crimen del Estado contra los jóvenes: primero al ejecutarlos y, luego, al robarles su identidad.

"Agradecemos a Alberto Arnaut por el documental, ayudó a que todas las personas que lo vieron conocieran la verdad. Nos abrió las puertas para llegar a este día tan importante", expresó la mamá de Jorge.

¿Dónde están hoy los implicados?

El general Cuauhtémoc Antúnez, quien comandó el operativo en el que Jorge y Javier fueron asesinados, fue nombrado en 2015 secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, ya en el gobierno de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco.

Aníbal Trujillo Sánchez, entonces coronel de justicia militar y jefe de averiguaciones previas en el ámbito militar, quien debió investigar y ordenar sanciones contra los implicados, fue ascendido en dos ocasiones y hoy es director de Derechos Humanos del Ejército.

Este martes, las familiares de Jorge y Javier lamentaron que a nueve años de los hechos solo haya seis militares detenidos —a ninguno se le ha dictado sentencia—, dos estén prófugos y uno esté "desaparecido".

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¿Quién ordenó a los militares actuar así?

"Mi pregunta es muy sencilla: ¿Quién dio la orden a los soldados de proceder de esta forma?", cuestionó en una carta pública el exrector de Tec de Monterrey, Rafael Rangel Sostmann.

En su cuenta de Facebook, expresó preocupación por que las personas que estuvieron al frente del operativo, que ordenaron el asesinato de dos estudiantes y que permitieron que se manipulara la escena del crimen se mantengan actualmente en altos cargos.

"¿Estas personas en el alto mando del Ejército serán ahora los responsables de la seguridad nacional? ¿Están incluidas en esta nueva fuerza del orden? ¿Formarán parte de la Guardia Nacional? Porque de ser así, creo que tenemos un problema, pues lo más seguro es que se repitan los actos bárbaros que se dieron en el pasado: eliminar y desaparecer a tu propia gente", señaló el académico.

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