Los presuntos capos que siguen en libertad en el arranque del gobierno de AMLO
Nota del editor: Este texto se publicó originalmente el 4 de febrero. Se actualizó este 12 de febrero luego de que, en Estados Unidos, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue declarado culpable.
CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico).- El pasado 30 de enero, el actual gobierno de México dio por terminada la llamada "guerra contra el narcotráfico" emprendida hace 12 años por el entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012).
Ya no hay guerra. Oficialmente, no hay guerra, porque nosotros lo que queremos es paz".
En su conferencia de prensa matutina, el presidente López Obrador dijo que la estrategia de seguridad de su gobierno no está enfocada en perseguir y detener a presuntos líderes del crimen organizado, sino en atender las causas de la delincuencia.
"No se ha detenido a capos porque no es esa nuestra estrategia. Ya no es la intención de armar operativos contra capos, lo que queremos es reducir la inseguridad atendiendo las causas", recalcó.
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"Objetivos prioritarios"
En contraste, Calderón promovió la llamada "guerra contra el narcotráfico" y el arresto de presuntos cabecillas y, del mismo modo, desde el inicio de su sexenio Enrique Peña Nieto (2012-2018) afirmó que su administración perseguía a "122 de los delincuentes más peligrosos del país", por quienes ofreció recompensas de hasta 60 millones de pesos.
En esa lista de "objetivos prioritarios" destacaban Joaquín Guzmán, El Chapo, presunto líder del Cártel de Sinaloa, quien este 12 de febrero fue declarado culpable en Estados Unidos y está en espera de espera sentencia, así como los hermanos Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño (Z-40 y Z-42, respectivamente), detenidos en 2013 y 2015.
En su sexto y último Informe de Gobierno, el priista presumió que, de diciembre de 2012 al 24 de agosto de 2018, fueron "neutralizados" 110 de esos 122 objetivos : 96 detenidos y 14 abatidos durante enfrentamientos con fuerzas federales.
En respuesta a una solicitud de información del diario Milenio —con fecha del 30 de julio de 2018—, la entonces Procuraduría General de la República (PGR, hoy Fiscalía General) indicó que los presuntos narcotraficantes detenidos y abatidos hasta ese momento pertenecían a:
- Los Zetas
- Cártel de Sinaloa
- Cártel de Juárez
- Los Beltrán Leyva
- Los Caballeros Templarios
- Cártel del Golfo
- Cártel Jalisco Nueva Generación
- Cártel de Tijuana
- La Familia Michoacana
A la fecha no hay certeza de quiénes eran los 122 "objetivos prioritarios" del gobierno de Peña Nieto, pues la PGR se negó a dar a conocer ese listado aun cuando el Instituto Nacional de Transparencia (INAI) se lo ordenó.
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Los presuntos capos que faltan
Según lo informado por el propio Peña Nieto, a su administración solo le faltó detener a 12 objetivos, cuyos nombres no fueron revelados oficialmente.
Sin embargo, los que son más mencionados por funcionarios y en la prensa por considerarse prófugos de la justicia o "principales generadores de violencia", además de que algunos pertenecen a la lista de los más buscados de la DEA, son:
- Ismael El Mayo Zambada. Es señalado por los abogados del Chapo como el verdadero y único líder del Cártel de Sinaloa. Durante cuatro décadas ha logrado evadir a las fuerzas de seguridad. El gobierno de EU lo acusa de 14 delitos, por lo que ofrece una recompensa de 5 millones de dólares.
- Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho. Es presuntamente líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), considerado el más violento de los últimos tiempos. La DEA lo ubica en México y ofrece por él una recompensa de 10 millones de dólares.
- Fausto Isidro Meza, Chapo Isidro. Es considerado "líder operativo" de los Beltrán Leyva y fundador de las células Los Mazatlecos, La Mochomera, El 88 y Los Laurillos. De acuerdo con el Departamento del Tesoro de EU, es el "rival principal" del cártel del Chapo, a quien, de acuerdo con prensa, se enfrentó en tres ocasiones durante 2012.
- Juan José Esparragoza Moreno, El Azul. Integrante del Cártel de Sinaloa, quien fue dado por muerto en un enfrentamiento en Sinaloa en junio de 2014. Sin embargo, el 23 de mayo de 2017, durante una conferencia, el entonces comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, afirmó que la Federación no tenía la certeza de su muerte, por lo que encontraba dentro de los 122 objetivos prioritarios.
- Rafael Caro Quintero. En agosto de 2013, tras pasar 28 años en prisión, logró su libertad por un "erróneo proceso penal"; desde 2014 existen dos órdenes de reaprehensión en su contra, una de ellas para ser extraditado a EU, donde, además de por narcotráfico, se le acusa del asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena. El gobierno de ese país ofrece una recompensa de 20 millones de dólares por él.
- Alfredo Guzmán Salazar, El Alfedillo, e Iván Archivaldo Guzmán, El Chapito. Medios nacionales dieron cuenta de la violencia generada por la disputa que sostuvieron los hijos del Chapo con Dámaso López, El Licenciado, y su hijo Dámaso López Serrano, Mini Lic, por el control del Cártel de Sinaloa, así como con El Mencho, por territorios.
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¿Qué dejó la "guerra contra el narcotráfico"?
En el Informe de la Comisión Global sobre Políticas de Drogas 2011 —al cierre del gobierno de Calderón—, se destacó que "la guerra contra las drogas resultó ser costosa, en términos de vidas humanas, Estado de derecho, control del delito y capacidad institucional".
La "guerra" emprendida en el sexenio de Calderón y que se mantuvo en el de Peña Nieto obligó al desplazamiento de más de 52,000 efectivos de la Marina y la Defensa en todo el país, de acuerdo con datos del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
En uno de sus informes, el CIDE destacó que neutralizar a líderes de la delincuencia organizada provoca un aumento de la violencia de entre 0.5% y 3% en el corto plazo.
En la medida en que evolucionaba la guerra contra las drogas, el número de agresiones, ejecuciones y enfrentamientos iba en aumento".
Al cierre del gobierno de Calderón, el INEGI reportó un total de 98,146 homicidios dolosos cometidos de diciembre de 2006 a noviembre de 2012, mientras que, tan solo en el último año del sexenio de Peña Nieto, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró más de 33,000 asesinatos.
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