Elba Esther Gordillo vuelve a escena, con señales de querer recobrar influencia
CIUDAD DE MÉXICO (EFE) - Presa cinco años acusada de delincuencia organizada y lavado de dinero, la exlíder magisterial Elba Esther Gordillo regresa con fuerza y con el anhelo de recuperar su influencia de antaño tras ser absuelta de todos los cargos en su contra, señalan analistas.
"Lo que quiere es resurgir y pasarle el costo político al actual gobierno", dijo el coordinador del Centro de Estudios Políticos de la UNAM, Khemvirg Puente.
Este 20 de agosto, en la que fue su primera aparición pública tras su exoneración, la sindicalista, de 73 años, volvió a la esfera pública arropada por los suyos, que no dejaron de aplaudirle.
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"Aquí tienen la imagen que ha predominado durante más de cinco años con respecto a mi persona y es producto de una persecución política, de acoso e injusticia", dijo, mientras se proyectaba una imagen suya detrás de las rejas, con el rostro hinchado y sin maquillaje.
Gordillo atacó al gobierno de Enrique Peña Nieto por una "orquestación perversa" en su contra, que compraron los medios, y aseguró: "Hoy esta guerrera está en paz".
Acto seguido, la mujer acusada de desviar más de 2,000 millones de pesos del sindicato de maestros celebró el "derrumbe" de la reforma educativa aprobada durante el mandato de Peña Nieto y, tácitamente, apoyó al futuro presidente, Andrés Manuel López Obrador.
"El pueblo y todos debemos estar a la altura de esta nueva etapa en la historia de México", dijo, y pidió trabajar sin "rencores por el pasado".
Además, criticó a la actual dirigencia del sindicato, a la que acusó de la "autodestrucción" de la organización, que tiene alrededor de 1.6 millones de afiliados.
Para Puente, la estrategia de Gordillo es erigirse como "mártir" del gobierno de Peña Nieto, cuya popularidad está a la baja, para luego convertirse nuevamente en una figura política relevante.
"La victoria de López Obrador significa para Elba Esther una oportunidad para reinventarse y recuperar la capacidad de influir", apuntó el analista.
López Obrador, que comparte con Gordillo su oposición a la reforma educativa, asegura que la exlíder sindical no va a formar parte de su gobierno. No obstante, hay dudas y especulaciones en ese sentido.
"¿Qué hará López Obrador con Elba Esther?", se preguntó este jueves el analista político Salvador García Soto, en su columna del diario El Universal.
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En el texto, García Soto consideró que el morenista y su equipo podrían apoyar a Gordillo con tal de "controlar" a los maestros, pero alertó de los peligros para el político de permitir que "la dueña y señora de la educación en México" regrese al SNTE.
Villana para unos, heroína para otros, la lideresa no cuenta con gran apoyo entre la ciudadanía. "Para la población general es evidente que ella al menos no ha rendido cuentas en su paso como presidenta del SNTE", dijo Puente.
En su primer acto público en años, este choque de opiniones se hizo evidente. El salón de su reaparición estaba lleno a rebosar de maestros, en su mayoría jubilados, y al menos un centenar más de simpatizantes quedó fuera del espacio donde ofreció el discurso, gritando consignas de respaldo.
"Mantiene una base de apoyo que le ha costado mucho dinero construir, y lealtades garantizadas a lo largo del tiempo. Por ejemplo, ayudó a mejorar los ingresos de algunos de sus seguidores", apuntó Puente.
Por el contrario, afuera del hotel, decenas de manifestantes se concentraron con carteles que pedían el reingreso a prisión de la exdirigente sindical. "Tu lugar es la cárcel" o "Tú robaste a los maestros", se podía leer.
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El reposicionamiento mediático se hace todavía más evidente con la apertura de una página oficial en Facebook, titulada "La Maestra", que publicitó su equipo de prensa.
Recuperar el sindicato no le será fácil, porque no cumple ya los requisitos que contemplan los estatutos de la SNTE para poder ser presidenta, dijo Puente, que no ve factible "a corto plazo" el renacer definitivo de la exlíder.
Sin embargo, todo apunta en que ella no cesará en su empeño. Según Puente, su objetivo "es influir en la política nacional, y para poder lograrlo tiene que hacerse con el control del sindicato. Si no logra este primer cometido, será solo una persona que tenga declaraciones en medios de comunicación".
"Ejerceré mi libertad consciente de que mi lealtad y mi lugar siempre ha estado y estará al lado de los maestros y maestras de México, y de la defensa de la educación pública", dijo Gordillo el pasado 20 de agosto.
