EPN regresó la presidencia al PRI, pero lo enlodó con sus prácticas: Ulises Ruiz

CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico) - Ulises Ruiz se dice digno de representar los nuevos tiempos del PRI, considera que no es necesario cambiarle el nombre al partido para que recupere la fuerza que alguna vez tuvo y diagnostica que lo que hace falta es rescatarlo de las manos del grupo del presidente Enrique Peña Nieto “que lo tiene secuestrado” y lo ha "enlodado con sus prácticas".

Ahora quiere dar un primer paso para recuperar el partido: impugnar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) el nombramiento de Claudia Ruiz Massieu como nueva líder del Revolucionario Institucional, pues considera que recurrió a “trampas” y violó estatutos internos para auto-designarse como presidenta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

“Con Claudia no hay confianza. No debe ser un cuadro que tiene secuestrado al PRI, a través del presidente Peña, el que deba estar en esta transición”, dice en entrevista con ADNPolítico.

En su paso como gobernador de Oaxaca (2004-2010), Ulises Ruiz enfrentó una crisis en 2006 cuando desalojó del zócalo de la capital del estado un plantón magisterial, acción que dio paso a una serie de enfrentamientos con la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), integrada por maestros, comerciantes y organizaciones civiles. Durante la resistencia civil, integrantes de esta agrupación y un periodista estadounidense murieron. Por estos hechos se exigió juicio político contra Ruiz, sin embargo la demanda no prosperó.

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Ulises Ruiz ve una ilegalidad en la designación de la sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari y opina que con esta nominación se está aplanando el terreno para que continúe el mismo grupo político en la renovación del 2019 y en la repartición de candidaturas, lo que a su decir hundirá más al PRI.

El político priista no duda en señalar que detrás de todos estos movimientos está el presidente Peña Nieto, de quien cree debe ser investigado por los escándalos de corrupción que protagonizó a lo largo de su sexenio, que concluye en diciembre próximo.

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Aquí más detalles de esta entrevista:

¿Por qué impugnar el nombramiento de Claudia Ruiz Massieu?

Es un asunto de legalidad, forma es fondo, y cuidando ahí en no lastimar a Claudia, es mujer y no es nada personal. Nosotros no avalamos su nombramiento, lo que exigimos es una dirigencia de transición, que pueda darle confianza a quienes aspiren a la dirigencia nacional, el otro año, de participar.

Con Claudia no hay confianza. No debe ser un cuadro que tiene secuestrado al PRI, a través del presidente Peña.

Estamos impugnando la ilegalidad del consejo. Yo no sé por qué lo hacen como a escondidas. Se suelta la convocatoria el sábado, se supone que hoy (martes) debería haber habido tiempo para registrarse, si alguien quisiera registrarse aparte de Claudia, pero lo cierran a media hora de registro y la única que cumple con los requisitos es Claudia, porque le dicen a los sectores que no suelten las firmas.

Violentan todas las formas, sin necesidad. Lo peor es que mandan un mensaje equivocado, de que no quieren hacer las cosas.

Ella te pide apego a los estatutos y la que no cumple los estatutos es ella. Ella no tiene licencia, se registra siendo presidenta por prelación.

¿Quién está detrás de este movimiento en el PRI?

Es el presidente. El presidente es el líder del PRI, el presidente es el que ha decidido las candidaturas. Quién le va al PRI. Todavía le faltan tres meses antes de que se vaya.

Quiere amarrar los procesos a través de Claudia. Seguramente van a querer imponer un proceso a modo el próximo año. Entonces, contra eso es lo que estamos luchando.

Nosotros lo que pedimos es que, como dice el estatuto, se lance la convocatoria seis meses antes, haya un proceso abierto, en donde se instalen urnas en todo el país y se pueda decidir a través de consultas a militantes. Reglas claras.

Tenemos un grave problema de credibilidad. El rechazo al presidente se le refleja al PRI. Entonces, en lo que debes de pensar es en democratizar al PRI para que quienes sean dirigentes o candidatos, sean electos por la militancia.

¿Y vale la pena pelear por la dirigencia?, ¿qué ofrece Ulises Ruiz de diferente?

Claro. Nosotros lo que ofrecemos es que el nuevo dirigente que sea electo el próximo año convoque a una asamblea nacional. En la asamblea nacional, ¿qué vamos a hacer?, nos vamos a revisar completos.

Una de las propuestas que tenemos en cuanto a procesos internos es que en los estatutos solo quede la consulta a militantes y a simpatizantes. Para todos los dirigentes y para todos los candidatos, desde el regidor hasta candidato presidencial. Que sean electos por consulta, que se voten las candidaturas.Que ningún cargo se decida por dedo.

Todas las candidaturas se tienen que trabajar. También se tiene que revisar dónde está ubicado ideológicamente el PRI. El porqué se abandonaron las causas. Cambios radicales.

¿Aún es viable mantener la marca o es necesario un cambio?

Si hacemos los cambios sí. Revisar porqué se siguen fabricando pobres, en fin, tienes que corregir todo lo que falló. Tienes que recuperar la confianza de la militancia, no solo del PRI, de los priistas, sino también de los mexicanos.

¿Es necesario cambiarle el nombre al PRI?

Hay que revisar todo. Si especialistas dicen que es lo más viable, pues adelante. Aunque yo opino que no se necesita cambiar el nombre. Lo que hay que cambiar son las actitudes, de nada te sirve tener coche nuevo con el mismo chofer si lo que falla es la conducción.

Me parece que no es lo más importante el nombre.

¿Y qué hace falta para conquistar a nuevos cuadros cuando son los mismos los que se están disputando el control?

El que quiera ser candidato, va a tener que ir a convencer a la gente a que voten por él. Lo que tienes que cambiar es la forma de elección, dejar de imponer, dejar de tener las prácticas de que los mismos se salten de un lugar a otro.

Eso va a dar posibilidad a que surjan cuadros nuevos, líderes naturales, jóvenes, gente grande que esté trabajando. La edad no es limitante en la acción política. Lo que es limitante es que se desplace a cuadros porque prefieren a los mismos.

¿Sigue manteniendo la idea de que el presidente es el responsable de la derrota del 1 de julio?

Es el primer responsable de esta debacle. Él impuso la candidatura, él abrió los candados, él impuso a los últimos seis o siete presidentes nacionales del partido, del PRI. Él decidió candidaturas a gobiernos estatales, regresó a la presidencia al PRI pero también lo enlodó con sus prácticas.

No tenemos porqué callarnos y decir: no lo toques porque es el presidente. No, no. El partido tiene que deslindarse de las acciones de gobierno. El presidente tiene que respetar las decisiones de la militancia, dejarse de meter en las decisiones del partido.

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¿Este grupo debe irse del PRI?

Los que tengan procesos que los enfrenten. El PRI no tiene porqué defenderlos y los que tengan delitos comprobados pues sí deben ser expulsados del PRI. Si hay pruebas de los escándalos estos (de corrupción en el sexenio de Peña Nieto) que denuncien ante las instancias correspondientes.

¿Cómo resume el sexenio de Enrique Peña Nieto?

Falta que termine. Falta el juicio de la propia población, ahorita, actualmente tiene el rechazo del 80% de la ciudadanía. Es lo que dicen las encuestas. Para nosotros, ese 80% se pasó al PRI, por eso la derrota tan grande en la elección.

¿Es corrupto?

Yo no voy a calificarlo por señalamientos que ha habido. Hay versiones, si hay responsables, que se proceda penalmente.

Apenas va a entregar. El saldo negativo es evidentemente la inseguridad. Los escándalos de corrupción se deben de investigar. Mientras no se investiguen se quedarán como escándalos que dañan la imagen del PRI.

¿Qué imagen del PRI da el hecho de que José Antonio Meade se haya reunido con López Obrador?

Pepe Meade es externo. Lo que haga él, es asunto de él. Se acabó la elección y se acabó también la relación. Él no es priista. Él no fue como representante del PRI.

¿Existe el PRIMor?

Se dice mucho. Ahora que estoy recorriendo el país suena mucho ese tipo de comentario. Yo espero que no.

Lo que sí fueron 30 millones de votos. Son muchas especulaciones, la base es que perdimos la presidencia.

¿A quiénes hace referencia con la generación de la vergüenza?

A toda esta generación que presumía el presidente Peña. A (Roberto) Borge, a (Javier) Duarte, para nosotros, todo eso afecta al PRI, pero eso no quiere decir que así sea el PRI.

Hay un PRI que cayó en los excesos, en los escándalos de corrupción y ahí está, nos castigaron en las urnas pero tampoco es el fin del mundo.

Somos millones los que coincidimos de que podemos recuperar al PRI y no dejarlo en manos de los que hasta ahora tienen secuestrado al PRI.

¿Y usted no forma parte de esta generación de exgobernadores de la vergüenza?

No. Es el último grupo de gobernadores, son los chavos, estos, muy amigos del presidente Peña.

¿Y por qué criticar ahora las decisiones cupulares cuando también ha formado parte de ellas?

Porque nosotros primero hemos estado criticando desde hace dos años en el PRI cuando perdimos ocho gubernaturas.

¿Qué puede presumir como exgobernador priista?

Yo soy un político de resultados. Ahí están las obras: universidades, escuelas, el mejor programa social, primer lugar en programa de alfabetización, en capacitación (…) Yo he dicho que sumado Diódoro (Carrasco), Jorge (Murat), Gabino Cúe y el actual gobernador (Alejandro Murat) no me ganan si comparan en obras.

Hablaba de pobreza, del mejor programa de desarrollo social que implementó, pero Oaxaca no ha salido de la marginación, ahí se ubica el municipio más pobre del país, ¿entonces?

Sí, somos el tercer lugar. De los 100 municipios más pobres del país, 50 están en Oaxaca y mientras siga esta política de desarrollo social, desde mi punto de vista, equivocada. Mientras no se invierta en la infraestructura que necesita el estado, lo necesita también Chiapas, lo necesita Guerrero y Michoacán, pues va a ser difícil que cambie el rostro.

Hay carreteras que se están construyendo desde hace 18 años, desde hace ocho años y no se han podido terminar y son carreteras fundamentales para el desarrollo de las regiones. Por ejemplo, la autopista Itsmo-Oaxaca capital, que cruza una de las zonas más pobres que es la Sierra Sur pero llega a una de las zonas potenciales en el país que es la costa oaxaqueña.

Entonces, es la política de desarrollo social federal la que ha fallado.