López Obrador revive polémica por posible amnistía a criminales

El virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, volvió a generar polémica al incluir la propuesta de dar amnistía a criminales entre los ejes temáticos de las consultas de su plan de pacificación y reconciliación del país.

Durante los foros que se llevarán a cabo entre el 7 de agosto y el 24 de octubre próximos, se prevé el análisis de los elementos para la “reinserción de miembros de la delincuencia organizada”.

El tema del 'perdón a narcos' ya había generado controversia en diciembre pasado, cuando López Obrador dijo que se analizarían todas las rutas para lograr la paz en el país —incluso la amnistía—, siempre y cuando tuviera el visto bueno de las víctimas. Durante la campaña, sus adversarios Ricardo Anaya y José Antonio Meade calificaron la propuesta como una locura.

Ahora, ya como futuro mandatario, el morenista volvió a poner el tema sobre la mesa y la propuesta se discutirá con víctimas, expertos, autoridades y la ciudadanía en general.

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El experto en políticas públicas del Tecnológico de Monterrey, Juan Carlos Montero Bagatella, comenta que las amnistías no son populares, pero es necesario analizar cualquier posible solución para pasar de un esquema de violencia a una pacificación. Por eso los foros serían buenos para analizar qué elementos se tomarán en cuenta para una eventual negociación y con quién.

“Los foros sí tenían que estructurar esto porque suena complicado. Se tiene que analizar con quiénes se negociaría, quién los representaría. Resulta interesante hacer los foros en los penales, para saber quiénes están dispuestos a dejar las armas y quiénes sí quieren reinsertarse”, dice.

Un proyecto integral

Edgar Cortez, investigador del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD), comentó que la amnistía a criminales es una posibilidad que tiene sentido si se trabaja de manera integral con otras medidas, pues por sí sola genera polémica.

Para el investigador, es necesario que la propuesta vaya acompañada y articulada con otros elementos que contribuyan a un proceso de reconciliación social, como comisiones de la verdad que ayuden a reconstruir casos y consulten a las víctimas.

“Ley de amnistía (…) no puede ser solo una discusión sobre la parte formal de la ley, sino de la conveniencia y las posibilidades de conciliación que estás planteando, qué sentido tiene, qué tanto va a permitir reconstruir el tejido social y reincorporar a personas que delinquieron y afectaron a la comunidad”, dice.

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En Sudáfrica, el expresidente Nelson Mandela impulsó un proceso de reconciliación para recuperar el tejido social luego del apartheid. Una comisión para la verdad y la reconciliación investigó crímenes cometidos durante el periodo. Las víctimas narraron lo que les habían hecho y los ofensores confesaron sus crímenes, entonces los ofendidos debían decidir si les concedían la amnistía.

La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos define la amnistía como:

“Medidas jurídicas que impiden el enjuiciamiento penal y, en algunos casos, las acciones civiles contra ciertas personas o categorías de personas con respecto a una conducta criminal específica cometida antes de la aprobación de la amnistía o la anulación retrospectiva de la responsabilidad jurídica anteriormente determinada”.

El experto del Tecnológico puntualiza que la amnistía ha funcionado en otros países con cambio de régimen y que no significa que se va a perdonar a todos por igual.

La reinserción de narcos

Si bien la reinserción de las personas en situación de reclusión es una obligación ya incluida en la Constitución, la propuesta de López Obrador genera discusión por referirse a personas relacionadas con la delincuencia organizada.

Una encuesta de Parametría reveló que existen opiniones divididas respecto a la amnistía a narcotraficantes. Un 30% de entrevistados consideró que, si el gobierno perdonara a los líderes de los cárteles del narcotráfico, la violencia en el país disminuiría; otro 30% dijo que con el perdón la violencia aumentaría y 28% mencionó de manera espontánea que la medida no tendría impacto en los niveles de violencia del país y seguiría igual.

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Edgar Cortez ve difícil que la amnistía se pueda dar en casos de personas que hayan orquestado un patrón de violencia, pero se tendrían que analizar, por ejemplo, los casos de jóvenes o campesinos que por necesidad ingresaron en las filas de la delincuencia.

Así también lo piensa Montero Bagatella, quien advierte que no es lo mismo una persona que cometió un secuestro, asesinó o es líder de alguna organización, que un halcón o un campesino que cultiva amapola o marihuana.

Miembros del equipo de López Obrador han asegurado que no se prometió 'amnistía a narcos', sino analizar todas las posibilidades de pacificación, como se ha hecho en países como El Salvador.

Sobre esa experiencia, Alejandro Hope, experto en temas de seguridad, comentó en diciembre pasado a ADNPolítico que la tregua pactada con los maras en 2012 tuvo efectos positivos de corto plazo, pero otros negativos a largo plazo y dejó intactas algunas estructuras.

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Los expertos coinciden en que se tienen que analizar todos los elementos del proceso de pacificación, incluidos los ejemplos tanto internacionales como los nacionales, como el desarme, los testigos protegidos e incluso la reconversión de cultivos.