Y nadie se fue a “La Chingada”...
En octubre de 2017, Andrés Manuel López Obrador reconoció públicamente que tenía un 'plan B' por si resultaba electo en la votación de este 1 de julio: irse a vivir a “La Chingada”, su quinta ubicada en Palenque, Chiapas, donde se dedicaría a la docencia.
Esta alternativa quedó plasmada en el folleto que repartía a millones de ciudadanos durante su campaña.
“Si nos gana la mafia o la gente no decide, yo no volvería a ser candidato a nada (…) Seguiré luchando hasta que muera por mis ideales, pero no actuaría como líder del movimiento ni me permitiría que me consideraran dirigente moral. Eso me apena. Es mejor el relevo generacional. Afortunadamente hay otros que tomarían la estafeta. Yo pasaría a ser un militante más, dedicado a otras actividades”, se leía.
Según el entonces candidato, recibió la propiedad en el año 2000 –mientras era Jefe de Gobierno del Distrito Federal- como parte de su herencia familiar y, de acuerdo con su declaración 3 de 3, ahora es el legado para sus hijos.
Por salir a la luz como dueño de este inmueble de casi 14,000 metros cuadrados y valuada en poco más de 25 millones de pesos, López Obrador fue criticado duramente en 2012.
“En fin, este es mi 'plan B', pero todo será como el pueblo mande y como Dios quiera”, escribió en el planfleto de campaña. Y así fue.