#Crónica: El adiós a Tadeo, el bebé víctima de la violencia en Jalisco
A Tadeo, el gobierno de Jalisco le brindó seguridad cuando ya no la necesitaba.
La tarde de este jueves, el cuerpo del bebé de ocho meses que murió esta semana a causa de la violencia en el estado fue sepultado por su familia, en medio de la vigilancia de al menos dos policías de la Fiscalía General y de otros tres funcionarios que no quisieron revelar sus nombres o cargos.
Tadeo, quien nació apenas el 8 de septiembre de 2017, fue velado en la capilla El Recuerdo, donde tarjetas con su rostro fueron repartidas a los asistentes. En la imagen se observaba a un pequeño vestido con una playera de algodón con dibujos, una sonrisa y la mirada de quien apenas empieza a descubrir el mundo.
El menor fue una de las víctimas que dejaron las acciones que un grupo delictivo desplegó el martes pasado en la Zona Metropolitana de Guadalajara, la capital del estado.
Durante esa tarde, alrededor de las 17:00 horas, hombres armados atacaron al exfiscal y hoy secretario de Trabajo estatal, Luis Carlos Nájera , quien resultó herido en la mano izquierda.
Tras el atentado —en el que hubo más personas lesionadas—, se registró una persecución, bloqueos viales e incendios. Y uno de los vehículos quemados, en el cruce de Periférico con avenida Las Torres, a la altura del municipio de Zapopan, fue un camión con pasajeros en su interior, entre ellos Tadeo y su mamá.
El bebé murió horas más tarde y su madre hasta ahora sigue hospitalizada y es reportada como grave, con quemaduras en alrededor de 90% del cuerpo.
Un día después de estos sucesos, el gobernador Aristóteles Sandoval, militante del PRI, señaló en su cuenta de Twitter que el crimen “sacude” al estado, al tiempo que reconoció: “Hay muchas víctimas que reclaman justicia”.
Pero como muchos otros, Tadeo ya no verá si ese reclamo de justicia encuentra respuesta y la “ola de violencia” llega a su fin, un objetivo en el que Sandoval se ha comprometido a trabajar hasta que termine su mandato.
Hoy —mientras seis personas quedaron detenidas por estos hechos y las autoridades despliegan un operativo para tratar de contener a la delincuencia organizada—, el menor fue despedido por su familia y su círculo cercano.
Ellos lloran, se preguntan por qué murió un bebé y exigen que la violencia deje de marcar el día a día del cuarto estado más poblado del país. Y como ellos, el resto de los habitantes de Jalisco coincide en ese reclamo.