La pelea y reconciliación entre Ricardo Anaya y Gustavo Madero
Gustavo Madero ya perdonó a su "hijo pródigo". El último episodio que protagonizó con Ricardo Anaya fue la noche del 22 de abril cuando lo acompañó a festejar –junto con un grupo de simpatizantes del frente– el "triunfo" del primer debate presidencial.
"Es una persona muy preparada que va a llegar a ser presidente de la República", dijo el exdirigente panista, ahora candidato a senador de la República, a ADNPolítico cuando fue cuestionado si ya perdonó las "traiciones" de Anaya.
"Lo he apoyado siempre porque es un candidato que nos va a ayudar a llegar a la presidencia", sostuvo cuando se le insistió si ya olvidó que en algún momento tachó de desleal al actual abanderado del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
Días previos al primer debate presidencial ambos convivieron en la tierra de Madero .
“Es mi niño”, dijo Gustavo a la prensa cuando fue al aeropuerto de Chihuahua por Ricardo Anaya.
Aunque antes que llegaran los elogios mutuos, estos dos panistas protagonizaron diversos momentos en los que pasaron de ser cómplices a enemigos políticos.
La reconciliación
Desde diciembre de 2016 se dieron muestras de que se tejía el camino para que el exdirigente del PAN nacional apoyara al queretano. Anaya aún era el líder del partido cuando Madero se sumó a una comisión especial encargada de “generar ideas” para el proceso electoral que se avecinaba.
“Gustavo Madero Muñoz aceptó la invitación del actual dirigente y reiteró la necesidad de que el partido permanezca unido ante los nuevos retos, para presentar a los ciudadanos una propuesta responsable y atractiva que genere votos, pero que no sea populista”, se informó en un comunicado de prensa en esa ocasión.
Desde entonces, ambos no se habían dejado ver juntos hasta el 18 de abril en un evento en Ciudad Juárez, Chihuahua.
“Es una persona que yo admiro”, dijo Madero al calificar como “intrigas” las versiones que hablan de un rompimiento político.
Anaya añadió que le tiene “muchísima gratitud” y que no estaría donde está sin su apoyo.
La pelea por la Mesa Directiva
Dos meses antes de que Anaya sumara al proceso a su antecesor en la dirigencia, Madero lo criticó por no haber cumplido su promesa de hacerlo presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y por usar los recursos del PAN para su proyecto de ser el candidato presidencial.
Incluso formó parte de los 18 blanquiazules que firmaron una misiva en octubre de 2016 para acusar que Anaya estaba causando “tensión, inequidad y abuso de poder” en Acción Nacional.
En noviembre declaró en una entrevista en El Universal que Anaya “secuestró al PAN” para empoderar un proyecto personal.
¿Cómo surgió la relación?
Ricardo Anaya se convirtió en militante del PAN cuando él tenía 21 años. Su salto a la política nacional se dio en 2011 cuando Felipe Calderón Hinojosa lo nombró subsecretario de Planeación Turística de la Secretaría de Turismo (Sectur). Antes había desempeñado cargos en su natal Querétaro.
En 2012 se hizo diputado federal por la vía plurinominal y al año siguiente se convirtió en el presidente de la Mesa Directiva, en la que se mantuvo hasta 2014.
Su oportunidad se dio en septiembre de 2014 cuando pasó de ser secretario general del partido a presidente interino.
Madero lo impulsó para quedarse a cargo cuando él solicitó licencia para encabezar la lista de diputados de representación proporcional en la elección intermedia del 2015.
Luego, Anaya llamó a elecciones y ganó. Madero advirtió entonces que su ahijado político había secuestrado al PAN.
Las críticas arreciaron en agosto de 2016 cuando quedó fuera de la dirigencia de la Mesa Directiva, pues Anaya apoyó a los diputados Javier Bolaños Aguilar y María Guadalupe Murguía Gutiérrez para esa posición, durante seis meses cada uno, en ese órgano legislativo.