En el estado de Sinaloa el descontento social ha alcanzado un punto crítico, llevando a la población a exigir cambios contundentes en las políticas de seguridad y justicia. En medio de esta crisis, el gobernador Rubén Rocha Moya se encuentra en el centro del debate público, con llamados a su renuncia y cuestionamientos a su gestión.
¿Quién es el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, y por qué piden su renuncia?
¿Quién es Rubén Rocha Moya y de qué partido es?
Rubén Rocha Moya, actual gobernador de Sinaloa por el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), cuenta con una extensa trayectoria académica, política y administrativa. Originario de Badiraguato, es licenciado en Matemáticas por la Escuela Normal Superior de Oaxaca y posee una maestría en Ciencias de la Educación por la Universidad Autónoma de Querétaro, además de un doctorado en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). Su vínculo con esta última institución incluye haber sido rector y secretario general.
En el ámbito político, Rocha ha desempeñado cargos como secretario general del Sindicato de Profesores de la UAS y coordinador estatal de Morena, además de haber sido candidato a la gubernatura en 1986 y 1998. Como legislador, fue diputado local en el Congreso de Sinaloa y ha sido reconocido por su análisis en temas sociales, reflejado en diversos libros publicados sobre movimientos sociales, democracia y narcotráfico. Su carrera abarca tanto la investigación como la gestión pública.
¿Por qué piden su renuncia?
La exigencia de dimisión se deriva de la percepción de incapacidad para controlar la inseguridad en el estado. La reciente protesta, motivada por el asesinato de los hermanos Gael y Alexander, de 9 y 12 años, y su padre en un intento de robo, destacó la falta de resultados en materia de seguridad. Manifestantes vestidos de blanco irrumpieron en el Palacio de Gobierno, exigiendo justicia por los hechos ocurridos el 19 de enero en Culiacán.
Además, la administración de Rocha enfrenta cuestionamientos por los vínculos con el crimen organizado, especialmente tras el incremento de homicidios y enfrentamientos violentos desde septiembre de 2024. En ese período, la pugna entre facciones del cártel de Sinaloa resultó en más de 900 asesinatos y un aumento en secuestros y desapariciones, afectando severamente las actividades económicas y educativas de la región.
La falta de intervención durante la protesta en el Palacio de Gobierno y la creciente frustración de la población ante la crisis de inseguridad refuerzan las demandas de renuncia, colocando a Rocha en el centro del escrutinio social