#Crónica | Con mole festejan a santo de Xalitzintla, pese alerta por “Don Goyo”
Santiago Xalitzintla es la comunidad más cercana al volcán Popocatépetl, y pese suspensión de clases en 40 municipios por caída de ceniza, aquí hubo fiesta con mole, cohetes y banda.
Fue un martes de fiesta en el poblado vecino del Popocatépetl. (Foto: Elvia Cruz )
Elvia Cruz
Los tronidos de los cohetes que lanzan los mayordomos se confunden con el rugir del volcán Popocatépetl. Es martes 23 de mayo y en la iglesia principal de Santiago Xalitzintla, se han reunido unas 500 personas para orar, no solo por la aparición de su santo patrono: Santiago Apóstol, sino para que se “calme” Don Goyo, como lo llaman de cariño, cuya actividad ha obligado a las autoridades a elevar el semáforo a Amarillo Fase Tres.
La alerta ante una posible evacuación no detiene las tradiciones religiosas de esta comunidad, ubicada a 12 kilómetros del cráter, pues para muchos de ellos, esta fiesta la venían preparando desde hace seis meses y no la iban a suspender “solo porque cae ceniza”.
Mientras los convidados bailan el tradicional torito –un traje en forma de toro que lleva juegos pirotécnicos–, algunos militares que resguardan la zona desde hace una semana y regidores de la junta auxiliar se apresuran a recoger los kilos y kilos de ceniza volcánica que cayó durante la madrugada en la plaza principal.
Entre la polvadera, los cohetes y la música de viento, los campesinos se encaminaron hacia la casa de Mario Chalchis, el mayordomo mayor. Entre los que caminan se distinguen mujeres con playeras tipo polo color guinda, y hombres uniformados de color azul. En su pecho izquierdo, está bordado el santo que veneran. Ellos forman parte de los organizadores.
Mole, bebida, fiesta, un martes entre vecinos del Popocatépetl. (Foto: Elvia Cruz)
Mole y arroz para 600 personas
A unas cinco cuadras de la presidencia auxiliar, en donde al medio día se rodea de agentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ya están instalados tablones cubiertos de manteles blancos. Dos filas a lo largo del patio de Mario y Antonio.
Poco a poco se acomodan las familias, ansiosos por probar el mole de doña Gregoria Agustín, quien es famosa por su sazón en la región.
Ella fue contratada por los mayordomos para que hiciera este guiso. Para 600 personas le pidieron.
“Yo siento que la persona que le gusta su trabajo, no se siente cansada”, dijo a Expansión Política desde la pequeña cocina que fue improvisada, mientras servía y servía los platos para las personas que llegaban a comer.
Los vecinos del volcán se toman las cosas con calma, a pesar de las alertas. (Foto: Elvia Cruz )
La mujer de 60 años de edad inició su jornada desde las 4:00 de la mañana para tostar todos los ingredientes que lleva el mole rojo, también para que diera tiempo llenar de 600 litros la enorme cazuela que ocupó para alimentar casi a un pueblo entero y a sus invitados.
A cualquiera que se acercaba, aunque no fuera de aquí, le servían su plato de mole con arroz, tortillas de mano; “tamales tontos”, como le llaman a un pedazo de masa cocida, sin alguna otra cosa más que sal. También hubo Coca Cola y cerveza.
Desde el escenario, el vocalista del grupo que amenizó la comilona al aire libre pedía a los presentes ofrendar esta comida al volcán Popocatépetl para que no haga erupción.
Muchos hombres y mujeres de esta localidad tienen la creencia de que haciendo rituales al cráter, “se calma” cuando se activa de vez en vez. Le tienen fe, lo ven no solo como un guardián, sino como parte de su familia, pues al menos en las últimas tres semanas lo han escuchado roncar todas las noches.
