“La violencia ácida es una de las violencias más extremas perpetradas hacia una mujer, la realizan porque eres mujer, es en razón de género y es necesario que desde los tribunales se comience a entender que es una violencia feminicida”, añadió.
La saxofonista agradeció a los que han acompañado en la búsqueda de justicia en su caso. “Gracias por no soltarme, por dar seguimiento a los gritos de ayuda que he tenido que hacer”.
“Las mujeres nos apoyamos entre nosotras, somos tan poderosas que nos quieren ver divididas. Esto no ha acabado, este sistema de justicia deja que Carrizal se siga amparando”, agregó.
El 24 de enero, María Elena Ríos exigió la renuncia del titular de justicia del estado de Oaxaca, Eduardo Pinacho, y del juez Teódulo Pacheco, además de abrir una investigación contra éste, por permitir que su agresor, Juan Antonio Vera Carrizal, estuviera a punto de salir de la cárcel y gozar de prisión domiciliaria.
“Que se inicie una carpeta de investigación en contra Pacheco”, demandó la artista.
En la Cámara de Diputados y respaldada por legisladores de oposición, la saxofonista responsabilizó además a Juan Antonio Vera, a quien se señala como el autor intelectual del ataque en su contra, de lo que le ocurra a ella, a su familia y a su abogada.
“Él es un feminicida porque me quiso matar”, dijo Ríos. “Tengo miedo, pero no me voy a frenar, vengo porque no quiero que le echen ácido a nadie más”, señaló.
“Sabían que iba a pedir ayuda, sabían que iba a estar desesperada, pero se les olvidó algo muy importante: que soy mujer y las mujeres en México ya no se rinden”, añadió.
Esta misma semana, autoridades informaron que debido a que existía el riesgo de que evadiera la justicia y de que era inviable disponer de cuatro elementos de seguridad para su resguardo en prisión domiciliaria, se determinó mantener a Juan Antonio, agresor intelectual de la saxofonista María Elena Ríos, en el penal de San Francisco Tanivet, en Tlacolula de Matamoros.
