El PREP confirma a Enrique Alfaro para gobernar Jalisco

Enrique Alfaro Ramírez hace historia en Jalisco. En una contienda poco competida, el candidato del partido Movimiento Ciudadano se convierte en el virtual ganador de la gubernatura del estado. Con 99.82% de los votos computados por el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) estatal, que son 7,259 actas contabilizadas, el político es el vencedor de las elecciones del 1 de julio.

Según el PREP, Alfaro Ramírez ganó por amplia ventaja con 39.01% de la votación, seguido por Carlos Lomelí Bolaños, de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ (Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social), con 24.38%, y en el tercer sitio se ubicó Miguel Castro, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con 16.64%.

El triunfo de Alfaro tiene relevancia al interior del partido, porque es la primera gubernatura en todo el país que obtiene un candidato a Movimiento Ciudadano en los 22 años de existencia del partido. También es importante porque acaba con un periodo de seis años en los que Jalisco fue gobernado por un representante del PRI, Aristóteles Sandoval.

“Movimiento Ciudadano es algo similar a lo que representó Morena a nivel nacional, respecto a encauzar el descontento y hacer una suerte de crítica contra la partidocracia que preocupa al elector”, dice Jaime Preciado Coronado, coordinador del doctorado en Estudios Políticos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).

Esto refleja el profundo deseo social de resolver algunos pendientes en el estado, como la inseguridad, la corrupción, la desigualdad, las afectaciones al medio ambiente y los derechos de los indígenas, agrega Jorge Rocha, académico del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).

La labor del nuevo gobernador

Que un candidato gane la elección por una proporción alta no significa que 100% de los votantes estén totalmente satisfechos con el resultado, dice Preciado Coronado. Esto sucede con Enrique Alfaro, quien dejó un mal sabor de boca en los jaliscienses cuando, en junio pasado, lamentó en redes sociales el asesinato de un familiar.

El mensaje que publicó en su cuenta personal de Twitter generó críticas por parte de los internautas, quienes le reclamaron no reconocer los altos índices de violencia existentes en Guadalajara, donde era alcalde y en la que ocurrió el incidente. Además, sus contrincantes a la gubernatura pusieron en duda su capacidad de reducir la violencia de un estado, cuando ni siquiera pudo combatir la de una ciudad.

"Lamento el dolor por el que pasa tu familia @EnriqueAlfaroR, producto de la violencia que vive Guadalajara. A mí también me duele mucho lo que sucede, la ineficiencia de tu gobierno hizo de la violencia en las calles, algo cotidiano, eres corresponsable de lo que está sucediendo", tuiteó Miguel Castro, candidato del PRI al gobierno de Jalisco.

También generó controversia el reportaje que la periodista Anabel Hernández publicó el sábado 30 de junio, un día antes de las elecciones, sobre la presunta investigación a la que es sometido el próximo gobernador en Estados Unidos, debido a posibles vínculos con el crimen organizado.

El reporte se basa en un documento emitido por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos elaborado a inicios de 2018 y al que tuvo acceso Hernández, donde dice que se ha iniciado el proceso para cancelar la visa estadounidense de Alfaro, ya que él y varios funcionarios que han colaborado durante sus administraciones podrían tener relación directa con una red criminal. Alfaro minimizó las acusaciones y las calificó de ataques a su candidatura .

“Este fue un tema que se movió mucho en redes sociales, pero no tuvo el efecto deseado, ya que Alfaro ganó la gubernatura. Quizá pudo afectar un poco en la diferencia de votos que tuvo respecto al segundo lugar de las encuestas (Carlos Lomelí), sin embargo, mantuvo siempre el liderazgo. Sin duda, fue un tema que pasó inadvertido”, destaca Rocha.

A pesar de esto, Jaime Preciado expone que los ciudadanos le brindaron un voto de confianza al militante de Movimiento Ciudadano, obligándolo a gobernar de la mejor manera posible.

“Es un enorme riesgo el que se corre, pero yo creo que aprendimos de aquella experiencia del 2000 cuando le entregamos nuestra esperanza a Vicente Fox y no cumplió con las expectativas. Esperemos que en esta ocasión no suceda lo mismo”, enfatiza el coordinador del doctorado en Estudios Políticos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.