Los trabajos invisibles que mueven la economía de México
México es el segundo país de Latinoamérica donde las mujeres dedican más tiempo a labores del hogar y cuidados no remunerados. Hoy, la CEPAL indica que el 24% del tiempo de ellas se destina a limpiar, comprar elementos para los hogares y cuidar a niños o personas vulnerables, mientras de el de los hombres sólo le dedican un 8%.
Ese mismo trabajo doméstico que hoy no recibe paga alguna, equivale a 19 puntos del PIB o 4.9 billones anuales, según el IMCO. Es decir, que si ellas decidieran retirarse de esos espacios, la economía colapsara. Sin embargo, los registros oficiales indican que el rol de la participación de las mujeres es “bajo”, porque mientras 7 de cada 10 hombres participan en la economía, solo 4 de cada 10 mujeres lo hacen.
“Todas las personas tenemos derecho a cuidar y ser cuidadas, y ese principio debe ser reconocido para todas las personas y jamás limitar el derecho de acceso al trabajo y remuneración digna”, indica Aidée Zamorano, creadora de Mamá Godin, una plataforma desde donde trabaja en la incidencia por mejores políticas laborales para las mujeres.
“Hoy, el presupuesto etiquetado para cuidados es menor al 6% del PIB. Es importante que el Estado cambie el ángulo para tratar este tema, y que no se enfoquen sólo en construir infraestructuras o dar transferencias directas por cuidados, sino en generar políticas públicas para reconocer, redistribuir, remunerar, representar y reducir las tareas de cuidados, indica.
Para ello, Zamorano propone “Las tareas de cuidados nos sacan a las mujeres de la economía formal. Una semana laboral de cinco días propiciaría mayor participación de mujeres, mayor recaudación por concepto de ISR y una reducción de la violencia doméstica y la pobreza laboral, ya que de acuerdo con la ENOE hoy sólo 40/100 personas en la población económicamente activa somos mujeres”.
Por su parte, Marco Oviedo, economista para América Latina para XP Investments, sostiene que “no hay competencia igualitaria entre los hombres y las mujeres por la forma en la que se distribuyen los cuidados, que impacta también en los sueldos”
“El primer esfuerzo que el gobierno podría hacer es desincentivar la cultura que tienen algunas empresas de buscar que las personas estén todo el día en las oficinas y fomentar el trabajo verdaderamente flexible” , indica Oviedo
Pero el vínculo entre el concepto de “cuidados” y el género es tan profundo, amplio y transversal, y aplica a múltiples profesiones. Un ejemplo de ello es que hoy, 9 de cada 10 personas que se dedican al trabajo doméstico son mujeres. De todas ellas, solo 4% cuenta con condiciones de formalidad como salarios en blanco, vacaciones y seguro social, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2022 del Inegi.
Marcelina Bautista, líder del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), también apunta sobre los roles de género en este tema. “Cuando hablamos del trabajo de cuidado no remunerado, cuando la mamá, las hermanas, los mismos miembros de la familia lo realizan, no tienen pago alguno y, en general los hombres, dan por sentado que las tenemos que hacer porque somos mujeres. Este año, en estas elecciones, salió mucho el tema de los cuidados. O sea, le llaman los cuidados a muchas cosas, a las guarderías, al hecho de remunerar los trabajos de cuidar a quienes cuidan y antes no, y creo que el nombrar este hecho, el ponerle nombre y posicionarlo en la agenda pública, es un logro que ha ido construyendo la sociedad lenta pero constantemente y que debe seguir trabajando colectivamente”, dice.
El tema de “los cuidados” es urgente, porque desde allí parten la mayoría de las desigualdades que hoy sufren las mujeres en el país. Generar políticas públicas que generen una cancha realmente pareja, en donde el rol de cuidar de otros u otras no lleve etiquetas, será parte de las cuestiones fundamentales con las que deberá enfrentarse desde hoy la primera presidenta mujer de la historia del país.