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Acciones importantes y urgentes que resolver para las mujeres de México

Violencias profundas y diarias, brechas de acceso a los créditos, discriminación laboral y desigualdad en los cuidados son sólo algunos de los problemas a resolver en la agenda de género.
lun 03 junio 2024 05:00 AM
Los desafíos de las mujeres en México hoy
Violencias, desigualdades en salud y educación, brechas salariales y falta de inclusión financiera son algunos de los temas más urgentes en la agenda de género en el país con el que la nueva presidenta se encontrará.

La lista de temas que hoy reflejan las desigualdades de género en el país es larga, y cada uno de sus ítems se puede desglosar en muchos más y hay que profundizar en ellos para poder entender la dimensión de lo que está sucediendo en México. Si hablamos de violencia, debemos mencionar que según ONU Mujeres no hay una, sino muchos tipos de ellas coexisten hoy en el país: la económica, la psicológica, la física y la sexual.

Lo mismo sucede con las desigualdades en las finanzas, en la salud, en el empleo y en la educación. Porque hoy, los problemas con los que se enfrentan las mujeres todos los días son tan complejos como múltiples, y se dan en todos los ámbitos sin distinción e incluyen el ámbito profesional, el público y el privado.

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Un país con once feminicidios por día

Según el Informe sobre violencia contra las mujeres del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el primer trimestre del 2024 hubo 184 presuntos feminicidios en México. Este mismo documento también muestra que 2021, año en el que gobernó el partido político que la nueva presidenta representa, fue el período en el que se rompió el récord histórico de violencia hacia las mujeres, con 981 carpetas registradas de muertes por violencia de género. Desde entonces y hasta hoy, se calculan 11 feminicidios por día en el país.

En México, la violencia contra las mujeres sucede en todos los ámbitos, todos los días. Las cifras son exorbitantes: el 70.1% de las mujeres han experimentado al menos una situación de violencia según el INEGI y el 39.9 % de esa violencia proviene de una pareja.

En este sentido, generar políticas públicas concretas, profundas y que cubran tanto el corto como el largo plazo en temas de violencias hacia las mujeres es uno de los principales temas a abordar hoy en el país.

“No hay futuro posible si hoy no se hace un profundo y real alto al feminicidio. El tema se visibilizó mucho desde el “Ni una menos” y el “Me too”, pero aun sigue siendo un tema gravísimo. Mientras no nos sintamos seguras en la calle, con nuestras parejas, en el lugar de trabajo; mientras no haya estado de derecho y acceso a la justicia, y lo que sigamos viendo sea impunidad, va a ser imposible que podamos avanzar en otros temas de igualdad”, señala Mariana Gabarrot, profesora-investigadora del Seminario de Feminismos y Perspectiva de Género a nivel maestría y doctorado del Tec de Monterrey.

Por su parte, Suhayla Bazbaz, activista feminista mexicana que dirige la organización Cohesión Comunitaria e Innovación Social, indica que “también hay que prestar atención a la violencia que proviene de las instituciones”.

“Sólo desde diciembre de 2018 y hasta noviembre de 2023, en la Ciudad de México se abrieron más de 1000 carpetas de investigación por delitos sexuales con imputados de instituciones policiales, en donde 3 de cada 4 eran de la Secretaria de Seguridad Ciudadana, contra mujeres jóvenes, adolescentes y niñas”. Para Bazbaz, es importante que la presidenta haga un posicionamiento público de no tolerancia a la violencia institucional e indique seguimiento a dichos delitos sexuales en el gabinete de seguridad.

Otro tema fundamental es el de la cultura de la denuncia y la garantia de acceso a la verdad, la no repetición y la reparación del daño: segun la a Unidad para la Igualdad de Género de la Cámara de Diputados, hoy los principales delitos cometidos contra las mujeres son los relacionados con el abuso sexual y la violación, pero solo 12 por ciento de las que experimentan alguna agresión por su pareja presentaron la causa ante la justicia.

“Los feminicidios están ligados a la impunidad, al crimen organizado y a la corrupción. Y en ese sentido, en México tenemos la tormenta perfecta, porque además tenemos el factor de que las personas nos construimos en base a lo que los demás, incluido el Estado, nos dice que somos. Y en este país, el hecho de que haya 11 muertes por día por feminicidios nos hace sentir y pensar que las mujeres no importamos, que nuestra vida no importa”, afirma Gabarrot.

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Los trabajos invisibles que mueven la economía de México

México es el segundo país de Latinoamérica donde las mujeres dedican más tiempo a labores del hogar y cuidados no remunerados. Hoy, la CEPAL indica que el 24% del tiempo de ellas se destina a limpiar, comprar elementos para los hogares y cuidar a niños o personas vulnerables, mientras de el de los hombres sólo le dedican un 8%.

Ese mismo trabajo doméstico que hoy no recibe paga alguna, equivale a 19 puntos del PIB o 4.9 billones anuales, según el IMCO. Es decir, que si ellas decidieran retirarse de esos espacios, la economía colapsara. Sin embargo, los registros oficiales indican que el rol de la participación de las mujeres es “bajo”, porque mientras 7 de cada 10 hombres participan en la economía, solo 4 de cada 10 mujeres lo hacen.

“Todas las personas tenemos derecho a cuidar y ser cuidadas, y ese principio debe ser reconocido para todas las personas y jamás limitar el derecho de acceso al trabajo y remuneración digna”, indica Aidée Zamorano, creadora de Mamá Godin, una plataforma desde donde trabaja en la incidencia por mejores políticas laborales para las mujeres.

“Hoy, el presupuesto etiquetado para cuidados es menor al 6% del PIB. Es importante que el Estado cambie el ángulo para tratar este tema, y que no se enfoquen sólo en construir infraestructuras o dar transferencias directas por cuidados, sino en generar políticas públicas para reconocer, redistribuir, remunerar, representar y reducir las tareas de cuidados, indica.

Para ello, Zamorano propone “Las tareas de cuidados nos sacan a las mujeres de la economía formal. Una semana laboral de cinco días propiciaría mayor participación de mujeres, mayor recaudación por concepto de ISR y una reducción de la violencia doméstica y la pobreza laboral, ya que de acuerdo con la ENOE hoy sólo 40/100 personas en la población económicamente activa somos mujeres”.

Por su parte, Marco Oviedo, economista para América Latina para XP Investments, sostiene que “no hay competencia igualitaria entre los hombres y las mujeres por la forma en la que se distribuyen los cuidados, que impacta también en los sueldos”

“El primer esfuerzo que el gobierno podría hacer es desincentivar la cultura que tienen algunas empresas de buscar que las personas estén todo el día en las oficinas y fomentar el trabajo verdaderamente flexible” , indica Oviedo

Pero el vínculo entre el concepto de “cuidados” y el género es tan profundo, amplio y transversal, y aplica a múltiples profesiones. Un ejemplo de ello es que hoy, 9 de cada 10 personas que se dedican al trabajo doméstico son mujeres. De todas ellas, solo 4% cuenta con condiciones de formalidad como salarios en blanco, vacaciones y seguro social, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2022 del Inegi.

Marcelina Bautista, líder del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), también apunta sobre los roles de género en este tema. “Cuando hablamos del trabajo de cuidado no remunerado, cuando la mamá, las hermanas, los mismos miembros de la familia lo realizan, no tienen pago alguno y, en general los hombres, dan por sentado que las tenemos que hacer porque somos mujeres. Este año, en estas elecciones, salió mucho el tema de los cuidados. O sea, le llaman los cuidados a muchas cosas, a las guarderías, al hecho de remunerar los trabajos de cuidar a quienes cuidan y antes no, y creo que el nombrar este hecho, el ponerle nombre y posicionarlo en la agenda pública, es un logro que ha ido construyendo la sociedad lenta pero constantemente y que debe seguir trabajando colectivamente”, dice.

El tema de “los cuidados” es urgente, porque desde allí parten la mayoría de las desigualdades que hoy sufren las mujeres en el país. Generar políticas públicas que generen una cancha realmente pareja, en donde el rol de cuidar de otros u otras no lleve etiquetas, será parte de las cuestiones fundamentales con las que deberá enfrentarse desde hoy la primera presidenta mujer de la historia del país.

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La inmensa barrera entre las mujeres y la libertad financiera

Las mujeres pagan sus préstamos más rápido que los hombres (2.4% de morosidad frente a 4%) y sus negocios generan un retorno más grande. Además, son propietarias de casi una cuarta parte de los emprendimientos y de las pequeñas y medianas empresas en Latinoamérica y, de acuerdo con el estudio Empresarias en Ascenso, del BID, para 2029 las mujeres controlarán 75% del gasto discrecional en el mundo.

Sin embargo, el 76% de las mujeres adultas de México no tiene tarjetas de crédito y las brechas en el financiamiento, según la de la CNBV, son de casi 10 puntos entre las que son lideradas por mujeres y las que lo son por hombres.

“En México, las mujeres emprendedoras somos una fuerza imparable con ideas innovadoras y negocios de alto potencial.Sin embargo, hay muchos desafíos que dificultan nuestro camino, como la brecha de género en las inversiones, la falta de visibilidad de poder conectar con inversiones clave, dificultad para acceder a créditos son algunas de ellas”, indica Karla Gonzáles Jáuregui, directora de Growth de la organización de apoyo a emprendedoras mujeres Victoria 147.

“Parte del problema es que los inversores suelen subestimar el potencial de los negocios liderados por mujeres, o los consideran más riesgosos, debido a sesgos inconscientes.Por eso, debemos trabajar en visibilizar más nuestros talentos, alzar la voz para mostrar nuestros logros, capacitarnos en habilidades financieras. Y todo eso debe estar respaldado por mejores políticas públicas por parte del gobierno entrante, que debe promover la equidad de género en el acceso al financiamiento y el apoyo a las emprendedoras”, indica Jáuregui.

Por su parte, Mariana Villasuso, vicepresidenta de género e inclusión en FinTech México, afirma que “la brecha de género en la inclusión financiera es una realidad y se materializa en los datos.”.

“Hoy, en México, el 32% de la población adulta en México no tiene acceso a ningún producto financiero. Esto quiere decir que 26.9 millones de personas adultas todavía están excluidas del sistema financiero formal. Y esto se hace más complicado si lo vamos desglosando por producto o por grupos poblacionales, a tal punto que 76% de las mujeres adultas en este país, o sea 33.5 millones de mujeres, no tienen acceso a una tarjeta de crédito”

“Mientras que 49% de los hombres tienen 2 o más tipos de productos financieros, solo s24% de las mujeres tienen 2 o más tipos de productos. La inclusión financiera es un derecho humano porque no representa sólo lo que podemos tener con las tarjetas o el crédito, sino el tipo de vida y de oportunidades a las que podemos acceder. Ya las mujeres se nos está dejando fuera de ella”, dice Villasuso.

Por su parte, Myriam Cosio, Chief External Affairs Officer de Clip, aseguró que “Los pagos digitales son esenciales para el acceso a servicios financieros formales para ciudadanos y pequeñas empresas, especialmente las MiPyMEs, que representan una parte importante de la economía mexicana”

“Desde la entrada de los agregadores en 2010, la infraestructura para aceptar pagos digitales ha crecido significativamente, con un aumento anual compuesto del 26% en la red de terminales del 2014 al 2022. Este crecimiento en el acceso a servicios ha sido especialmente importante para grupos históricamente marginados, muchas de ellas mujeres emprendedoras.”, indicó.

Para Cosio, “es crucial implementar reformas regulatorias y estructurales que aseguren una competencia justa, promuevan nuevas tecnologías y mejoren la interoperabilidad del ecosistema financiero para lograr un crecimiento sostenible de los pagos digitales y una mayor inclusión financiera”

Discriminación y desigualdad en salud y educación

De acuerdo con cifras del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), 4 de cada 10 mujeres en México tienen dificultades para acceder a la salud.

Esta cifra se complementa con la del IMCO que indica que 25 millones de mujeres dependen de algún familiar para acceder a la salud pública, mientras que para los hombres esta cifra disminuye a la mitad, para reflejar que en la salud también hay inequidades profundas y estructurales.

En México todavía hay 99 millones de personas jóvenes no escolarizadas y, de ese universo, 56% son mujeres, aseguró Fernanda Llergo, rectora general de la Universidad Panamericana durante el Summit de Mujeres de Expansión 2024.

Respecto al acceso de las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), el país tardará 37 años para que el número de mujeres que estudian estas carreras sea similar al que mantienen los hombres hoy, porque las mujeres aún representan menos de 34% del total de investigadores, con una de las desigualdades más grandes de todo el continente, según un reporte de ONU Mujeres 2019.

La lista expuesta en este artículo no es exhaustiva, porque las desigualdades son profundas, múltiples y diarias. Omnipresentes. Por eso, son parte de lo que la flamante presidenta debería atender como prioridades para poder avanzar en la agenda de género que el 51,2% del país tanto espera hace años.

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