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La competencia por el Edomex para Delfina Gómez no será "un día de campo"

Analistas prevén que la virtual candidata de Morena llega con ventaja, pero, deberá enfrentar a un PRI que se resistirá a perder su bastión; además, deberá responder por sus polémicas como política.
mié 10 agosto 2022 06:00 AM
Delfina Gómez
La maestra Delfina deberá enfrentar a un PRI en resistencia.

Delfina Gómez tiene a su favor que Morena es el partido mejor posicionado rumbo a las elecciones de junio de 2023, sin embargo, la contienda no será un “día de campo” para la todavía secretaria de Educación, pues deberá trabajar para enfrentar la maquinaria priista que se resistirá a ceder la entidad con el mayor electorado y la cuna del tricolor, además que deberá responder las acusaciones por el cobro de “cuotas” a empleados de Texcoco, y por sus resultados al frente de la Secretaría de Educación Pública.

Politólogos consultados por Expansión Política explican que otro factor clave en la elección, considerada la “joya de la corona” de 2023, será el rol del gobernador Alfredo del Mazo Maza.

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“Un factor muy importante va a ser el gobernador. A Alfredo del Mazo lo hemos visto, sin duda, cercano al gobierno; ha sido bastante condescendiente con el presidente Andrés Manuel López Obrador, en lugar de jugar un papel opositor, ha jugado un rol bastante condescendiente con el presidente.

"Vamos a ver qué papel toma en la elección, si va a pelear la plaza o ni siquiera va a dar la pelea para que este siga siendo el bastión priista que era. El contexto se ve complicado porque el que tiene la ventaja no es uno de los suyos”, advierte Arturo Espinosa Silis, director General de Strategia Electoral y consultor en temas electorales.

Los expertos advierten que el escenario actual es que el mandatario mexiquense pasará a la historia con dos opciones: como el priista que entregó a la oposición el territorio que tuvo el Revolucionario Institucional durante 93 años o por ser quien logró retener para ese partido la tierra de los expresidentes Adolfo López Mateos y Enrique Peña Nieto.

Sin embargo, los datos apuntan al primer planteamiento, pues el jueves pasado, el partido que dirige Mario Delgado presentó el resultado de tres encuestas en las que la maestra Delfina Gómez arrasó. Los números de los ejercicios realizados por Mendoza Blanco y Asociados, Covarrubias y de la Comisión Nacional de Elecciones la convirtieron en la coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación en tierras mexiquenses y en los hechos, en su candidata.

“La instalan como candidata del partido que va a ganar, no digo que va a ser un día de campo porque esto es una competencia democrática, pero los números no dan para que gane el PRI, ni la alianza”, sostiene Javier Rosiles, analista político y catedrático de Universidad de La Ciénega del Estado de Michoacán de Ocampo. (UCEMICH).

Horas después de la candidatura de Delfina Gómez, el Partido Acción Nacional perfiló a quien será su candidato a la gubernatura: Enrique Vargas del Villar, exalcalde de Huixquilucán. Voces de la alianza PRI-PRD-PAN sostuvieron que ese destape no entierra el convenio electoral de esos tres partidos, sino que era una oportunidad para que cada partido ponga “sus cartas sobre la mesa” y de ahí se determine un proceso para elegir una sola candidatura.

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Justo de ello dependerá si la elección del Estado de México será o no competitiva.

“La única competencia que yo veo para Morena es que se haga una alianza de todas las oposiciones en torno a la candidatura como la de Juan Zepeda, pero ni el PAN ni el PRI lo van a aceptar. Es el candidato más competitivo para ir en contra de Delfina. Estos tres partidos podrían definir si es una elección competitiva o no, pero tendría que ser entorno a una candidatura y quien veo con más competitividad es Juan Zepeda”, agrega Espinosa Silis.

En el PRI se mencionan a Alejandra del Moral, actual secretaria de Desarrollo Social del Gobierno de Alfredo del Mazo y quien está al frente de uno de los programas insignia de esa administración: el salario rosa, el cual beneficia a alrededor de 500,000 mujeres. También se menciona a la diputada federal reelecta, Ana Lilia Herrera.

A esta elección, Morena se presenta como el partido más grande de México. En 2017 no tenía ninguna gubernatura, hoy tiene 21 o 22 si se le suma la de su aliado el Partido Verde Ecologista, San Luis Potosí. Su candidata también llega con la experiencia de haber recorrido los municipios del Estado de México, de haber sido senadora y hoy secretaria de Educación.

Una encuesta realizada por el diario El Financiero reveló que por partido, Morena obtiene el 40% de la intención del voto, pero si fuera en alianza con Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, alcanzarían 46%, superando a la posible coalición que formen PAN-PRI-PRD.

En los tres ejercicios que realizó el partido para determinar a su coordinador, Morena no solo encabeza las preferencias electorales, sino prácticamente las duplica pues obtendría entre 36.3 y 38% de los votos, mientras que el PRI, partido hoy en el gobierno, lo máximo que alcanzaría sería un 18.5%.

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Si bien los números favorecen a Morena, la oposición no está totalmente derrotada y así lo demostró en la elección de 2021 cuando avanzaron en posiciones a nivel municipal. En 2021, la llamada alianza “Juntos haremos historia”, conformada por Morena, el Partido del Trabajo y Nueva Alianza ganó 30 municipios, mientras que en la elección anterior gobernó 60 pues la alianza opositora le arrebató posiciones.

Para el analista político, Benedicto Ruiz Vargas, el Estado de México es clave para el Revolucionario Institucional, por lo que se resistirá a cederlo.

“El PRI tiene claro que si pierde el Estado de México, va a ser la extinción del partido y el desmembramiento a nivel nacional. Eso puede generar que construyan una estrategia de defensa”, destaca Benedicto Ruiz Vargas.

Perder esa entidad, agrega, representaría más que un golpe electoral, uno político, porque ese ha sido el suelo desde el que se reconstruyó tras la derrota del año 2000.

Un factor que consideran los especialistas es la movilización del PRI en el Estado de México para que su voto duro salga a votar, sin embargo, advierten que éste está muy debilitado.

“El voto duro del PRI ya es una leyenda, se ha reducido a que el PRI ya es un partido mediano, ya es muy menor ya no es el de antes. Ese voto duro se ha ido en parte a Morena y a otros partidos, pero creo que ese voto ha caído mucho”, refiere Arturo Espinosa.

Si bien en 2023 habrá elecciones en Coahuila, la “joya de la corona” es el Estado de México por lo que representa cuantitativamente: en esa entidad habitan 17 millones de mexicanos, de los que 12 millones 247,064 votan (13.1% de la lista nominal nacional). Esa entidad suele ser considerada el “pulso electoral” de las elecciones presidenciales del siguiente año.

“A Morena le interesa el Estado de México, Coahuila no tanto. Es un estado de 4 millones de habitantes, lo más interesante es que es un estado fronterizo, un estado minero, pero pues no se compara el tamaño del Estado de México. Además, el peso electoral que tiene para la elección federal es muy avasallador, 12 millones de electores.

"Ganando la elección, Morena tendría Estado de México, Ciudad de México, Puebla Veracruz, más los que tiene; si hace buena gestión, ya tiene ganada la elección siguiente, de 2024”, refiere Aldo Muñoz.

Las sombras de Delfina Gómez

Para los analistas políticos consultados, la carrera de Delfina Gómez rumbo a las elecciones de 2023 empezó hace cinco años cuando compitió por primera vez por el Estado de México y desde ahí se mantuvo en el escenario político como senadora y como secretaria de Educación, lo que explica que hoy es la precandidata mejor posicionada entre el electorado.

“Desde antes que empezara el proceso en el Estado de México, Delfina Gómez ya tenía una ventaja importantísima, se remonta al 2017 cuando fue candidata por primera vez. No quedaba duda de que la candidata de Morena iba a ser Delfina Gómez por la cercanía con el presidente López obrador. Mucho jugó la cercanía con López Obrador”, sostiene Aldo Muñoz Armenta, académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la UAEM.

Como sucede con muchos morenistas, gran parte del posicionamiento de Delfina se lo debe a Andrés Manuel López Obrador.

Gómez Álvarez es licenciada por la Universidad Pedagógica Nacional y maestra en Educación con especialidad en Administración de Instituciones Educativas. En 2012, Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo la postularon como candidata a la presidencia municipal de Texcoco, cargo que ganó.

Sus padrinos políticos son Higinio Martínez y Horacio Duarte, también expresidentes municipales de Texcoco. Los tres forman parte del Grupo .

Cuando fue candidata a la gubernatura del Estado de México, Andrés Manuel López Obrador era presidente nacional de Morena, por lo que la acompañó en parte de su recorrido por el Estado de México.

Uno de los señalamientos que tendrá que enfrentar la maestra será el cobro de cuota que realizó cuando era presidenta municipal de Texcoco. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación fijó una multa de 4 millones 529,000 pesos a Morena por haber omitido en su reporte de ingresos recursos que se obtuvieron a través de un esquema de financiamiento paralelo bajo el cual se retuvo un porcentaje del salario de los trabajadores del municipio de Texcoco y del Sistema del Desarrollo Integral para la Familia (DIF) por un monto acreditado de 2 millones 264, 612 pesos.

“La principal debilidad de Delfina son las cuotas que cobraban a los trabajadores del ayuntamiento de Texcoco, hay que ver cuánto le va a afectar”, agrega Arturo Espinosa.

Delfina Gómez será recordada por ser la primera mujer en encabezar la Secretaría de Educación Pública, sin embargo, su paso por esa institución es de más oscuros que claros, ello en parte por la desaparición del programa de Escuelas de Tiempo Completo, y porque no se atendieron los efectos que generó la pandemia de covid-19 como la deserción escolar.

“Al frente de la SEP no le ha ido nada bien, hay mucho más rezago educativo, hay muchas más escuelas afectadas, hay mucho menos inversión en programas. Hay factores ajenos como la pandemia, pero creo que el resultado para ella es que no le fue nada bien”, agrega el académico de la UAEM.

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