¿Revocación igual a reelección? Esta es la polémica con la reforma de AMLO

CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico).- Las figuras de revocación de mandato y consulta popular fortalecen los mecanismos de democracia participativa y generan certidumbre en las instituciones, pues impulsan la vigilancia ciudadana sobre el poder, consideran analistas políticos.

Este martes, el Senado comenzó la discusión sobre la reforma en la materia —ya aprobada por la Cámara de Diputados—, en medio de acusaciones de la oposición acerca de que estas figuras permitirían al presidente Andrés Manuel López Obrador hacer campaña en 2021 e, incluso, le abrirían la puerta a intentar reelegirse.

La minuta de San Lázaro plantea la revocación como el instrumento a través del cual se podría solicitar que se convoque al electorado a decidir si un funcionario electo, incluso el presidente, debe ser removido de su cargo antes de concluir su periodo.

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No obstante, la oposición y algunos académicos han alertado sobre los posibles riesgos de una reforma de esta naturaleza.

Pero, ¿de verdad existe la posibilidad de que López Obrador pueda reelegirse? ¿Sirve de algo su compromiso firmado de no intentar hacerlo?

¿Por qué reclama la oposición?

Los cuatro partidos de oposición —PRI, PAN, PRD y MC— han expresado principalmente dos preocupaciones sobre la minuta.

Primero, aseguran que la revocación podría considerarse una eventual reelección de López Obrador. Argumentan que, en Venezuela, Bolivia y El Salvador, gobernantes aprovecharon esta figura para perpetuarse en el poder.

Segundo, dicen que la consulta revocatoria sería el mismo día de las elecciones intermedias de 2021, en las que se renovará la Cámara de Diputados, y que esto permitiría a López Obrador estar en la boleta, hacer campaña y favorecer a todos los abanderados de Morena.

¿Qué dicen los expertos?

Los analistas consultados consideraron que la reforma aprobada no necesariamente es una puerta a la reelección de López Obrador.

Nicolás Loza, politólogo y sociólogo de la FLACSO, consideró que se trata de un argumento de la oposición para descalificar la medida, pues, para que se diera el supuesto de una reelección presidencial, tendrían que conjuntarse variables que no dependen de López Obrador, como el salir bien calificado por la población.

“No hay una regla que nos conduzca de la revocatoria a la reelección. Es cierto que le puede ayudar al presidente en turno solo si en la votación de 2021 logra una votación muy alta a favor y su partido obtiene la mayoría en el Congreso, pero no es una regla, y también es cierto que podría revertírsele”, dijo.

En el mismo sentido, Vicente Fernández, profesor del Tec de Monterrey, consideró que la revocación de mandato no es sinónimo de la reelección presidencial, pues para eso se requeriría una eventual reforma constitucional avalada por dos terceras partes del Congreso.

“No es descabellado (pensar en un intento de reelección de López Obrador), pero yo diría que eso se tiene que ver dentro de tres años, después de los resultados de la revocatoria y, sobre todo, de la popularidad. Yo veo muy difícil que una popularidad muy alta se mantenga igual dentro de tres años”, dijo.

Fernández recordó que, en sus dos primeros años de mandato, Enrique Peña Nieto gozó de buena imagen a nivel internacional por las reformas que impulsó —y que dieron pie a frases como el Mexican moment—, pero todo eso se vino abajo en 2014 a partir del caso Ayotzinapa y del reportaje sobre la ‘casa blanca’.

Eduardo Bueno, politólogo y sociólogo, descartó que los electores se pronuncien a favor de una eventual reelección presidencial.

“En el caso de México, eso no va a ocurrir porque existe una tradición antirreeleccionista del presidente y eso no va a cambiar”, dijo.

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¿Y el compromiso firmado por AMLO?

María Marván, profesora e investigadora de la UNAM, consideró que el compromiso firmado por López Obrador genera más dudas que certezas sobre la decisión que podría tomar dentro de tres años.

“El hecho de que el señor firme una carta diciendo que él se va a ir a su rancho a partir del 1 de diciembre del 2024, pues ya hemos visto declaraciones de ese tipo tanto en 2006 como en 2012; en las dos ocasiones, dijo que si no ganaba se iría a su rancho y no fue así”, dijo.

Para Marván, si bien la firma pública de ese documento es simbólica respecto del respeto del presidente a la tradición de no reelección, el solo hecho de que se haya visto en la necesidad de firmarlo genera más incertidumbre que certezas.

“El señor juró cumplir y hacer cumplir la Constitución, y eso debería de ser suficiente”, insistió.

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¿Y hay riesgo de injerencia del presidente en 2021?

Por otra parte, los analistas consultados consideraron que sí existe riesgo de que la participación de López Obrador incline la balanza a favor de Morena en la elección de 2021.

Loza argumentó que el hecho de que López Obrador pueda introducir su nombre en la boleta representa un retroceso sobre el esfuerzo realizado durante décadas para reducir las oportunidades del presidente en turno para hacer propaganda en pro del partido en el poder.

“(Este punto) tiene dos grandes defectos: uno es que va a habilitar al presidente para intervenir en el proceso electoral intermedio, cosa que llevábamos muchos años tratando de controlar; por otro lado, ignora un mecanismo de control que ya teníamos, que era la posibilidad de derrotar en las urnas al partido del presidente en la elección intermedia”, dijo.

Fernández consideró como un desacierto el que se plantee que la consulta revocatoria sea el mismo día que los comicios intermedios.

“El hecho de cruzar esta consulta para la revocación de mandato con las elecciones pues obviamente es con la intención de tener el control de las campañas, al tiempo en que la gente decide si revoca el mandato del presidente o no”, dijo.

¿Esta reforma tendría beneficios?

Bueno consideró que es impensable que en pleno proceso de transición del régimen político se mantenga como intocable la figura del presidente. En ese sentido, estimó que la revocación podría legitimar a un gobierno y dar certeza sobre sus méritos para seguir en el cargo.

“El electorado mexicano deja de ser pasivo y se convierte en deliberante, deja de ser un ciudadano que solamente vota cada seis años a uno que va a ser convocado a la definición de las soluciones de los grandes problemas nacionales”, sostuvo.

Morena no es el único partido que ha impulsado estas reformas en el Congreso. En el Senado, MC fue más allá y planteó que las consultas ciudadanas se realicen hasta dos veces al año e incluyan temas económicos, impositivos, sobre pueblos originarios y la comunidad LGBT.

¿Qué países tienen revocación?

Según el dictamen de la Comisión de Puntos Constitucionales, entre ellos están: Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Venezuela.

Al respecto, los analistas subrayan que escenarios como el que se ha dado en Venezuela —donde el régimen bolivariano de Hugo Chávez y Nicolás Maduro es cuestionado por buena parte de la ciudadanía y la comunidad internacional— no tiene por qué repetirse en México.

“(Esto) no significa que la revocatoria trae como consecuencia la reelección presidencial, eso no es así. Existen otros países donde hay revocación y no se traduce en reelección. Lo que sucede es que tanto Hugo Chávez como Evo Morales (en Bolivia) enfrentaron una oposición muy fuerte que intentó desestabilizar su gobierno”, dijo Bueno.

¿Y qué hay de los estados de México con esta figura?

A nivel local, ya existe la revocación de mandato. Cada Constitución local especifica qué servidores públicos están sujetos a ella y qué mecanismos se siguen.

De acuerdo con el estudio de la Cámara de Diputados Revocación de mandato: Estudio comparativo a nivel local e internacional, esta figura ya está —con variantes— en las cartas magnas de todas las entidades del país.