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No hay letras chiquitas ni engaños en la reforma de la Guardia Nacional: Monreal

El líder de Morena en el Senado sostiene que la negociación fue transparente e inédita, porque dejó satifechas a todas las partes al garantizar que el mando de la Guardia sea civil.
mié 27 febrero 2019 05:00 AM

CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico).- El júbilo que despertó entre los políticos la aprobación por unanimidad de la reforma para crear la Guardia Nacional todavía se mantiene en el Senado, donde Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, concretó una negociación que hizo que el tema saliera adelante pese a las presiones y críticas.

De ello da muestra el líder de los senadores morenistas, Ricardo Monreal, quien fue uno de los negociadores clave de ese proceso y quien sostiene que se trata de un documento sólido, sin trampas ocultas, aunque hay voces que se quejan de que la Cámara alta dejara abierta la posibilidad de que el jefe del Ejecutivo nombre a militares o exmilitares en puestos de mando de la futura corporación.

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Monreal —un político que ha sido gobernador de Zacatecas, jefe delegacional de Cuauhtémoc y legislador federal— rechaza que la reforma contenga “letras chiquitas” que hayan pasado inadvertidas para los partidos de oposición.

En cambio, celebra una negociación que considera “histórica” y que se haya acordado dar un carácter civil al mando de la futura Guardia Nacional, a pesar de que esto implicó modificar la iniciativa del presidente López Obrador.

Arribar a ese acuerdo no fue fácil, reconoce el morenista. Las negociaciones llegaron a pender de un hilo, estuvieron cerca de caer y, según Monreal, para salvarlas fue fundamental la intervención de representantes de las secretarías de Gobernación (Segob), de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina (Semar), así como de la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República.

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Ahora, de cara a que este jueves la Cámara de Diputados dé el último aval a la reforma a nivel federal —antes de enviarla a los congresos estatales—, Monreal relata en entrevista cómo fueron los jaloneos entre bancadas y cómo perfila la relación entre el Congreso y el presidente.

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¿En este dictamen hay una letra chiquita, una trampa oculta?
Yo creo que se avanzó mucho. No hay letras chiquitas, se hizo muy transparente todo el ejercicio, por eso es que se aprobó por unanimidad, porque no hubo engaños. Todo lo que se discutió fue muy transparente, revisamos una y otra vez la redacción, leímos una y otra vez la propuesta o contrapropuesta, y tardamos horas y horas hasta que quedó acabado el documento por unanimidad.

Se habla de la posibilidad de que militares en retiro sean los que puedan tener el mando de esta Guardia Nacional, ¿eso es posible?
Hipotéticamente, eso se aprobó; hipotéticamente, sí puede haber al frente de organismos de la Guardia Nacional militares en retiro, eso no tiene discusión, pero el mando es civil. Será la Secretaría de Seguridad Pública la que tenga el mando. Si hay detenciones o si hay flagrancia, (los detenidos) se pondrán a disposición no de una autoridad militar ni serán llevados a cuarteles, serán de inmediato puestos a disposición de la autoridad civil, del Ministerio Público. Pero, además, también se elimina el fuero militar y solo habrá el sentido estricto policial, con disciplina castrense, sí, pero no habrá un fuero militar o la aplicación del Código de Justicia Militar en la Guardia Nacional.

¿Cómo fue posible que se aprobara por unanimidad un dictamen tan polémico como este?
Fue una negociación compleja de varias semanas, yo debo destacar la actitud de todos los grupos parlamentarios representados en la Cámara de Senadores. Y podría destacar varias características de la Guardia Nacional que nos hicieron coincidir a todos. Primero, el carácter civil de la Guardia Nacional, con adscripción da la Secretaría de Seguridad Pública, la eliminación de fuero militar, la propia temporalidad de cinco años para que las Fuerzas Armadas prestaran el servicio de seguridad pública en cualquier región del país.

Y también que, a pesar de que la Guardia Nacional tiene un mando policial, esta será homologada a la disciplina castrense, es decir, formación, capacitación, adiestramiento, educación, disciplina y sanciones serán policiales, pero la Ley Orgánica de la Guardia Nacional las va a homologar a lo que establece la disciplina castrense. Eso es muy importante porque un cuerpo de esta magnitud, sin disciplina, sería muy peligroso para el país. Tienen que establecerse los principios de la disciplina castrense: lealtad, obediencia, mando, y todas las características propias de la materia.

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Esta Guardia Nacional es muy diferente a lo que propuso el presidente López obrador, ¿usted siente que se perdió mucho en el camino, que Morena tuvo que ceder mucho?
Morena actuó en la Cámara de Senadores como una mayoría responsable. Morena entre sus integrantes tiene personas que provienen de la lucha civil, de la lucha social; obviamente, el mando civil les atrae más que el mando militarizado. Morena sí flexibilizó en gran parte; si Morena no hubiese tenido la voluntad, simplemente no hubiera habido legislación. Pero puedo destacar tres cosas de esta legislación constitucional: 1) La Cámara de Senadores actuó como una auténtica Cámara revisora, el Senado actuó con una gran responsabilidad de contrapeso y como un órgano autónomo del Legislativo. 2) Observamos a un presidente respetuoso de la autonomía del Legislativo. 3) Se demostró que en la cuarta transformación hay posibilidad de lograr acuerdos unánimes y hay posibilidades de lograr acuerdos fundamentales para la vida de la República.

No todo es desencuentro, no todo es polarización, no todo es confrontación, logramos construir una legislación que a todos satisfizo: a los organismos internacionales defensores de derechos humanos, a los organismos nacionales y colectivos defensores de derechos humanos, a los legisladores de todos los partidos, académicos, intelectuales, víctimas; fue impresionante, porque la materia de la seguridad pública siempre tiene contradicciones, dificultades, puntos de vista encontrados.

Es indudable la participación de la sociedad civil, no solamente de las organizaciones que vinieron al Senado, sino de las personas que ejercieron presión en las redes sociales, ¿esta presión influyó en el dictamen final?
Todo influyó, las redes sociales, las ONG, los colectivos, los grupos defensores de derechos humanos, todo influyó y la mayoría responsable de Morena en el Senado escuchó todas la voces, por eso por vez primera dimos paso al parlamento abierto, las recogimos y las integramos al dictamen final de esta reforma que fue aprobada por unanimidad.

¿Le preocupa que la oposición en el Senado se verá fortalecida con esta negociación?
La oposición seguirá actuando como oposición, a mí me parece que seguirá siendo una oposición responsable, creo que va a imperar al menos en el Senado la racionalidad política. Obviamente, habrá dictámenes o leyes o nombramientos en los que no obtendremos unanimidades, es normal que haya diferencias en un parlamento como el nuestro, pero lo que le puedo asegurar es que habrá respeto para la oposición. Nosotros fuimos oposición, nos excluían, nos pisoteaban, nos ignoraban. Morena no va actuar de esa manera.

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