#Crónica | A sus 41 años, la Marcha LGBT reúne a generaciones en una misma lucha

Miles marcharon este sábado sobre Paseo de la Reforma en la 41 edición de la Marcha del Orgullo, en la que coincidieron jóvenes y 'veteranos' de esta manifestación por la diversidad sexual.

Entre banderas arcoíris, consignas contra las terapias de conversión y música pop, los contingentes de la Marcha del Orgullo LGBT+ llenan el Ángel de la Independencia y Paseo de la Reforma para celebrar por 41 años consecutivos de lucha por el respeto a la diversidad sexual.

Entre la gente, Lilia Balderas sostiene un cartel en el que se lee: “Mi hija es lesbiana y la amo”.

Kimberly reveló a su madre su orientación sexual cuando tenía 13 años y, aunque temía ser rechazada por su familia, fue Lilia quien la acompañó al enfrentar la discriminación en Cuernavaca.

“Para ella fue muy difícil, juntó a sus dos hermanos para pedirme que no la discriminara. Me dijo que le gustaban las niñas y le respondí que la amaba tal y como es”, cuenta.

“A amigas de mi hija las corrieron de sus casas, les daba refugio y sus mamás amenazaban con demandarme”, añade Lilia.

Kimberly ahora vive en la Ciudad de México, luego de ser expulsada de la escuela y agredida en su natal Morelos. Este sábado, juntas en las calles de la capital, madre e hija recuerdan que han acudido a la marcha durante 10 años.

Con una cabellera blanca como su sonrisa y la cara con los colores de la bandera LGBT+, Angy Rueda Castillo celebra 20 años de marchar y asumirse libremente como mujer transexual. La primera vez que acompañó el contingente, aún se presentaba como un hombre aunque siempre tuvo clara su identidad.

“Soy una mujer trans lesbiana feminista. Para mí, lo más importante es asumirme, construirme mujer más allá de lo físico”, dice.

El ambiente de fiesta no le hace perder de vista que la suya es una lucha política por la legalización del matrimonio igualitario en todo el país y, también, por detener los crímenes de odio por la orientación o identidad sexual.

“Aún en esta ciudad hay agresiones constantes hacia mujeres trans, hacia mujeres lesbianas y hombres homosexuales. Por eso hay que manifestarse", dice la mujer de 61 años.

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Para Patt, de 19 años, esta es la primera vez que pisa Reforma portando una bandera LGBT+. Confesó a su familia que es gay a los 16 años, pero recuerda saberlo desde que era un niño.

“Nunca había venido porque tenía miedo a los prejuicios, pero la verdad es que está increíble. Me sorprendió la magnitud de la marcha y que vengan familias y niños”, comenta.

“Siempre es difícil, porque vivimos en una sociedad heteronormada que te dice ‘esto es lo que te toca’, pero hay más información”, dice el joven.

En contraste, para Elsa López esta es su Marcha del Orgullo número 40.

“Fui desde la segunda marcha, cuando tenía 19 años, y al principio éramos muy pocos, unas 90 personas. Salías con miedo, era desgarrador, porque si estabas ‘en el clóset’ temías que te descubrieran”, recuerda.

Ella misma vivió el tener que huir de su casa familiar y ser perseguida por su orientación sexual. Hoy, ve como un logro de tantos años y luchas el ambiente de fiesta que llena las calles del centro de la Ciudad de México.

Gracias a que abrimos el camino, hoy los chavos pueden vivir otra realidad”, celebra con su pareja, Cristina Sánchez, mientras ambas sostienen una bandera multicolor.

Con el lema “Orgullo 41: ser es resistir”, la marcha en la capital reúne este sábado a alrededor de 60,000 personas que tienen en mente un objetivo común: seguir pugnando por la diversidad.