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#LaEstampa | La cachetada

Desde siempre, la comedia tiene derecho – e incluso la obligación – de incomodar y hasta de ofender. Hasta la comedia más repugnante (y la hay) merece el respeto de la libertad de expresión.
jue 31 marzo 2022 05:01 AM

La reacción a la infame cachetada de Will Smith contra el comediante Chris Rock en la emisión del premio Oscar del fin de semana confirma, por si fuera necesario, que vivimos en un mundo raro.

Uno pensaría encontrar, en ese termómetro de la opinión pública que son las redes sociales, una condena sin matices frente a la agresión física, perpetrada frente a millones de personas, en un acto que, en las leyes estadounidenses, es un crimen. Después de todo, responder con violencia a un chiste, aunque sea del peor gusto, abre la puerta a una espiral peligrosa de intolerancia.

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Desde siempre, la comedia tiene derecho – e incluso la obligación – de incomodar y hasta de ofender. Hasta la comedia más repugnante (y la hay) merece el respeto de la libertad de expresión. El analista Yascha Mounk lo explicó con claridad en Twitter. “Golpear a alguien está muy mal incluso si ese alguien hizo una broma mezquina sobre tu esposa”, escribió Mounk. “Esto realmente no debería ser tan difícil, amigos”. Pues sí: responder a un chiste con violencia es inaceptable.

Es así de claro, o debería serlo.

Por desgracia, no han faltado voces que felicitan a Smith por defender a su esposa del chiste de Rock, aunque esa defensa haya sido a través de la violencia física, como si golpear a una persona fuera un recurso admisible en una sociedad civilizada.

Otros más insisten en ponerle límites a la libertad del comediante. Sugieren, por ejemplo, que Rock no debió burlarse de la alopecia de la que sufre la señora Smith. Rock rebasó lo aceptable y se lo ganó. Esta invitación a la censura obliga, entonces, a varias preguntas: ¿quién decide qué es aceptable y qué no en la comedia? Si Rock “se pasó de la raya”, ¿dónde está la raya? ¿Dónde empezamos a censurar? ¿Quién ejercerá de ministro de lo tolerable en la comedia?

Pero hay algo más importante todavía: ¿la reacción a un comediante que se atreve a hacer un chiste de mal gusto, que puede irritar a quien lo recibe, debe ser la violencia? Me molestó lo que dices; ergo, te agredo físicamente.

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Debería estar claro que eso abre la puerta a cosas peores. La mayoría parece entenderlo, pero un porcentaje considerable piensa distinto. En una encuesta publicada en las horas siguientes a la agresión, casi uno de cada tres estadounidenses menores de 34 años dijo que Smith había actuado correctamente.

Lo dicho: un mundo raro.

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Nota del editor:

Las opiniones de este artículo son responsabilidad única del autor.

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