#VocesADN: Su visión energética puede descarrilar a este gobierno
Nota del editor: Don Porfirio Salinas es híbrido de política, iniciativa privada y escenario internacional. Priista orgulloso de “el valor de nuestra estirpe” (Beatriz Paredes dixit); antagónico al Peñismo, que atentó contra esta estirpe. Convencido de la política como instrumento de construcción de país, desde cualquier trinchera. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.
CIUDAD DE MÉXICO, (ADNPolítico) - Durante la última semana y media hemos visto algunos de los acontecimientos más erráticos en la estrategia energética de este Gobierno. Éstos se suman a la larga serie de decisiones cuestionables, y preocupantes, acumuladas en los tres meses y medio de gestión.
Los sucesos recientes reafirman y confirman la visión obsoleta y desinformada que tienen los titulares de Sener, Pemex y CFE sobre lo que debe ser el sector energético mexicano, poniéndolo en una trayectoria cada día más peligrosa no sólo para el sector, sino para la economía del país.
OPINIÓN: La reforma energética que ya fue
Son tres los acontecimientos recientes. Está el diferendo abierto y frontal entre la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de Energía sobre la refinería que se pretende construir, al cual se subió directamente el presidente con una postura por demás visceral.
Cuando el Subsecretario de Hacienda trató de dar tranquilidad en Londres sobre la posibilidad de un retraso, e incluso posible cancelación, de la refinería, lo hizo bajo el argumento de la falta de recursos presupuestarios. El optimismo nos duró tan solo unas horas.
Rocío Nahle, la incendiaria y nociva titular de Sener, de inmediato hizo declaraciones públicas de que la refinería iba, que llegaría en 3 años y costaría 8,000 millones de dólares; como si un proyecto así se materializara con una simple varita mágica. El presidente en su mañanera reafirmó esta postura.
OPINIÓN: La transición energética en México
A los pocos días, la misma Sener envió a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER) un oficio donde se establecía la recentralización de las empresas subsidiarias creadas en la CFE con la reforma, hacia un solo mando. Tal es su soberbia, que incluso se solicitaba exención de MIR a la CONAMER para no escuchar a los actores interesados.
Aunque este oficio estaba de alguna manera en línea con declaraciones del dinosáurico director de la CFE, el propio Manuel Bartlett de inmediato salió a decir que esa no era la postura formal de la CFE. Contradijo abiertamente la decisión de la Sener, y negó que fuera su objetivo.
Y la cereza en el pastel llegó con la caprichosa cancelación por parte de la secretaria Nahle de la cumbre energética México-Alemania, a menos de una semana de su realización. En su inmadurez, argumentó que la razón era que el programa favorecía a la reforma energética de 2013-14.
OPINIÓN: Diálogo, la vía para fortalecer la cadena de valor energética
Por considerar que el evento iba en contra de lo que este gobierno abandera para el sector energético, la Secretaria no consideró que esta cumbre se da en el marco de la Alianza Energética, un esfuerzo formal de colaboración entre ambos países.
Pero son muchos los sucesos preocupantes y peligrosos que hemos visto. Hace un mes el gobierno anunció su sorpresiva decisión de cancelar definitivamente las subastas de energía limpia de la CFE, que estaban en pausa por revisión desde diciembre pasado.
Esta decisión no sólo atenta contra el uso de energías renovables menos nocivas, sino contra los costos de la propia CFE y, con ello, del consumidor; poniendo un alto, además, a la transición energética.
OPINIÓN: Transición energética, ¿en pausa por los próximos 6 años?
La cancelación recordó la decisión del gobierno en diciembre pasado de cancelar la segunda y tercera licitaciones de la Ronda 3 de Pemex, bajo el argumento de que se comenzaría una profunda revisión de la política energética del país.
No es sorpresa que varias calificadoras vean con gran preocupación al sector energético, y que incluso algunas bajaran la calificación de Pemex. Aunque también es justo reconocer que desde hace tres años ya Moody's la había bajado, y que la situación actual deriva de muchos años de descuido.
Sin embargo, a todas luces las decisiones que se han tomado durante este gobierno en materia de energía están poniendo al país en un importante riesgo para la estabilidad económica de las finanzas públicas. Y ponen en riesgo la certidumbre jurídica requerida para atraer inversiones.
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Un factor adicional es la clara pugna de egos entre los titulares de Sener, Pemex y CFE, que ha derivado en importantes desencuentros que afectan profundamente al sector. Eso sí, la característica común de los tres ha sido la cerrazón a recibir y escuchar a expertos y al sector privado.
En otro contexto y bajo otras condiciones, una pugna de egos entre las cabezas del sector podría servir a manera de competencia sana que generara ideas innovadoras; lamentablemente, la competencia actual parece ser por quién tiene las ideas más retrógradas.
La competencia es dura. Por un lado está la “genial” idea de construir una refinería, sin siquiera entender los costos, tiempos e implicaciones. Por otro, la “genial” idea de reunificar las empresas de CFE y eliminar inversión privada. Y por otro lado la “genial” idea de un omnipotente director general de Pemex.
OPINIÓN: La polémica con las calificadoras
Afortunadamente, en este último punto, hace unas semanas el presidente desmintió que la iniciativa de reforma a la Ley de Pemex que se discutía en la Cámara de Diputados fuera una prioridad del Gobierno, ni de Morena. Paró en seco a Diputados y a Pemex.
Mucho se dice en el entorno presidencial que hay gran preocupación por la manera en que quienes encabezan el sector energético le han mentido al presidente, usando datos falsos. Al parecer hay un movimiento de algunos jerarcas de la llamada cuarta transformación para abrir los ojos del presidente y hacerle ver los graves errores que se están cometiendo. No ha sido tarea fácil.
La visión obsoleta, los errores mencionados, las nuevas adjudicaciones directas, la forma de fustigar y amedrentar a los órganos reguladores, la soberbia, la cerrazón, el poquísimo conocimiento del sector y su realidad actual, están dinamitando a uno de los principales sectores económicos del país.
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De seguir en la ruta actual, no tardarán mucho en provocar un choque económico para el país. Este podría ser el principal riesgo para la viabilidad económica de todo el sexenio, destruyendo la posibilidad de cumplir sus promesas, y condenándonos a peores niveles de crecimiento y desarrollo.
Lo dijimos en este espacio con la crisis del huachicoleo, si hay un sector donde desde un principio se cuestionaron los perfiles es justamente en Energía. Esperemos que cuando el presidente se dé cuenta del error, no sea demasiado tarde para su gobierno, y para México.
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