OPINIÓN. #TercerDebate: la imagen no se limita solo a la manera de vestir

Nota del editor: Olga Oro Coppel es Licenciada en Comunicación por la Universidad Iberoamericana y tiene una trayectoria de más de 25 años en Relaciones Públicas. Es VP de la Asociación de Profesionales en Relaciones Públicas (PRORP) y CEO de Mex PR Digital. Síguela en Twitter en @ooro . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de la autora.

(ADNPolítico) – ¿Vieron el debate anoche?... yo como PR de alguno de los cuatro candidatos ya estaría encarcelada por los gritos que le hubiera pegado a los productores en Mérida, todos, los cuatro, ¡se veían fatal!

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Y la verdad no era su impecable traje azul oscuro, la corbata de color brillante y sus camisas blancas, esos detalles estuvieron bien cuidados, pero la producción de iluminación en el set estaba hecha como para que a propósito Andrés Manuel López Obrador se viera con un naranja estilo Donald Trump, el vitiligo de José Antonio Meade resaltara, la palidez y la barba crecida del día hiciera que Ricardo Anaya se viera realmente agotado y que Jaime Rodríguez 'El Bronco' brillara como nunca de sudor.

Yo quería estar ahí para darles una polveadita, aunque sea con mi polvera.

nullEs claro que la imagen de un candidato no se limita solo a su manera de vestir, sino a muchos elementos que influyen en cómo lo percibe el público. La percepción que se tiene de un candidato es el elemento más importante para decidir el voto, y la imagen que proyectan es lo que conforma en gran parte esta percepción.

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La imagen que presenta un candidato debe ser congruente con lo que sus votantes esperan de él, y nadie quiere un candidato que se parezca más a Trump ni que apenas en el cierre de campaña se vea que está agotado.

La imagen ideal de un candidato debe proyectar honestidad, firmeza, experiencia, solidez, prestigio y fama, y aunque los asesores de nuestros candidatos han trabajado arduamente en lograr congruencia con estos valores, ayer los detalles de producción no los ayudaron.

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Pero revisemos cómo vimos a cada uno.

Andrés Manuel López Obrador

A diferencia de años atrás, ahora se le nota sereno y pacífico. Sonríe calmado, incluso cuando se defiende de los ataques de sus adversarios, se sabe el delantero en la contienda.

Apariencia y vestimenta. Ayer con su típico traje negro, camisa blanca y corbata rojo oscuro se veía apropiado al protocolo de debate. Su saco se veía un poco grande, pero así los usa él; el tono de su maquillaje o autobronceado no le ayudó en lo más mínimo… la asociación con Trump era innevitable.

Comunicación verbal. Sigue siendo deficiente, habla lento, con un tono plano y se les escapan muchas muletillas. Es notorio que nunca le alcanza el tiempo asignado en los debate y no logra exponer una idea completa.

Comunicación no-verbal. Es obvia, le cuesta trabajo establecer contacto visual, lo cual no inspira confianza y su postura no es erguida; se le ve cansado y cuando se enoja aprieta la mandíbula, levanta la barbilla y echa el cuerpo para atrás, comunicando claramente una postura de soberbia. Su sonrisa se nota forzada.

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Ricardo Anaya

Comunica una personalidad que le cuesta mostrar entusiasmo, razón por la cual, a veces su lenguaje corporal pierde fuerza. Desde la manera en cómo alza las manos y sonríe, luce muy controlado y poco convincente.

Apariencia y vestimenta. No hay nada que decir en el debate de ayer, traje impecable a la medida azul marino, camisa blanca, corbata azul oscuro haciendo alusión a los colores de su partido, pero no le favoreció como a los otros la iluminación del foro; se veía muy pálido, con la barba crecida del día, lo cual le daba un aspecto de cansancio extremo.

Comunicación verbal. Es convincente. Tiene buen volumen de voz y su timbre es grave. Se le escuchó seguro, modulando su tono de voz y con mensajes claros y concretos.

Comunicación no-verbal. Anaya sabe aprovechar los momentos en los que estaba callado, pero que la cámara seguía registrando. Se le veía seguro y sonriendo. Esta actitud segura ante la cámara es reflejo de honestidad y confianza.

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José Antonio Meade

Comunica una personalidad amable, abierta, tranquila y diplomática. Le falta proyectar osadía, liderazgo y convicción. Se percibe una buena persona pero un candidato débil.

Apariencia y vestimenta. Ayer fue el que mejor lució su traje azul, con corte impecable y las mangas a la altura adecuada, pero fue de los más afectados por la mala iluminación del foro y su vitiligo resaltó más que nunca, inclusive el de sus manos.

Comunicación verbal. Su discurso es con estructura, pero pierde impacto porque habla en un solo tono, no sabe hacer énfasis. Su estilo de comunicación es cordial y amable, y se nota que se ha esforzado por ser más asertivo en sus mensajes.

Comunicación no-verbal. Meade es congruente con su comunicación verbal y no verbal, no tiene conflicto.

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Jaime Rodríguez 'El Bronco'

Tiene claro que su papel en los debates es causar controversia.

Apariencia y vestimenta. Ayer con su corbata morada y su traje negro y camisa blanca se veía muy bien, pero cuando la cámara se acercaba, todo se venía abajo; su cara brillaba de sudor que era imposible que nos nos dieran ganas de pasarle un pañuelo.

Comunicación verbal. No intervino tanto como en los otros debates, pero presentó su FBI, lo cual son elementos que él sabe que le van a dar visibilidad y conversación, que es lo que precisamente busca.

Comunicación no-verbal. Hubo momentos en que se le notó incómodo, pero tiene tablas y lo sabe disfrazar bien.

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Y tú, ¿cómo los viste?

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