En mercados sobre ruedas de la Ciudad de México y el Estado de México hay establecimientos con diversas opciones para vestir a los niños Dios, cuya celebración dentro de la iglesia católica es cada 2 de febrero, cuando se lleva a bendecir la imagen como parte del Día de la Candelaria.
Esta tradición, que también coincide con la de comer tamales, sirve para que algunos creyentes reparen y vistan las imágenes, una celebración que pasa de generación en generación.
Si bien las vestimentas más típicas y demandadas son las de color blanco o algunas con la referencia de los distintos santos que existen en la iglesia católica, también hay quienes visten a sus niños con el uniforme de la selección mexicana, tal y como ocurrió durante la pasada Copa Mundial de Futbol, o con cubrebocas durante el punto cumbre de contagios de covid-19.
Tampoco faltan los que visten sus piezas con motivo de profesione u oficios, como doctores, taqueros, barrenderos, maestros, chefs, e incluso en redes sociales hay quienes comparten sus imágenes vestidos de ‘huachicoleros’.
Las autoridades eclesiásticas han expresado su rechazo a la práctica de vestir la imagen con atuendos de profesiones u oficios.
Desde el Semanario Desde la Fe, perteneciente a la iglesia católica, se recomienda lo siguiente:
1.- Tratar a la imagen con respeto.
2.- Si bien es una imagen, nos recuerda a Jesús recién nacido.
3.- No lo vistas de santo, pues son ellos los que se quieren parecer a Jesús, recuerda el semanario.
4.- No es un juguete, así que no lo vistas de personajes que te agradan.
5.- Lo que sí aprueba es vestirlo a semejanza del niño de las palomas, del sagrado corazón, de Cristo Rey, etcétera.
Luis Rodríguez Serrano, evangelizador y catequista, asegura que vestir la imagen del niño Dios con diferentes vestimentas es una falta de respeto.
“Es una falta de respeto, y ofensa a lo sagrado, porque los católicos respetamos los símbolos, el niño Dios es un símbolo, un signo del hijo de Dios. No es que lo consideremos como un ídolo, como acusan los protestantes, sino más bien como el recuerdo de un ser querido, que lo rememoramos con una foto, por ejemplo”.
“Ni siquiera vestirlos de doctor, o como en el caso de los futbolistas, quienes llegan al extremo de ponerles atuendos de clubes del futbol nacional como Cruz Azul o América", expresa en breves declaraciones a Expansión.
En el tiempo de Jesús, la Ley de Moisés prescribía que todas las mujeres debían presentarse al templo 40 días después de haber dado a luz para purificarse. Aunque María dio a luz a Jesucristo sin perder su virginidad, ella se presentó en el templo para cumplir con lo que prescribía la Ley.
En México, la tradición de vestir al Niño Dios cada Día de la Candelaria se popularizó durante el siglo XX. La imagen de Jesús recién nacido cobró mayor relevancia en la etapa posterior a la Revolución Mexicana, y al no estar contemplada por la liturgia de la iglesia –preceptos en los que se basa la fe católica- como una forma de rendir homenaje y expresar la religión, se le reconoce más bien como una tradición popular.
