"Si llevan el aeropuerto a Santa Lucía, mi patrimonio está en riesgo"

CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico) - Mientras el gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador se prepara para definir el rumbo que seguirá el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), los empresarios no son los únicos que expresan preocupación por el lugar donde ‘aterrizará’ la obra.

También lo hacen los ciudadanos que se verán afectados con la decisión, sea cual sea el destino final de la terminal área.

Habitantes de la zona del Lago de Texcoco, donde actualmente se realiza la construcción, temen que sus casas colapsen a causa de los trabajos . Y como ellos, personas que viven cerca de la base aérea de Santa Lucía, el otro punto que López Obrador contempla como posible hogar del aeropuerto, igualmente tienen miedo de perder su patrimonio.

María de los Ángeles Hernández Sánchez es una de esas potenciales afectadas. Vive en una colonia llamada La Esmeralda, en el municipio de Tecámac, en el Estado de México, dentro de una región cercana a Santa Lucía.

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La mujer dice que quienes se instalaron en La Esmeralda y otras colonias aledañas tienen desde la década de los 90 intentando regularizar la situación de sus viviendas y obtener sus escrituras, sin que las autoridades les hayan dado respuesta. Ahora, María y sus vecinos temen ser desplazados y quedarse con las manos vacías en caso de que el futuro gobierno decida llevarse el NAIM a la base aérea.

“A mí me enseñaron los planos y había una afectación a la orilla de la autopista y nadie se hacía responsable de esa afectación. Supuestamente era para ampliar la autopista si es que el aeropuerto se iba a Tizayuca. Como ya el aeropuerto se fue para Texcoco, nos escrituraron pero no nos han entregado. Al revivir el tema de que el aeropuerto va para allá, está en riesgo de nuevo nuestro patrimonio”, dice María.

Frente a la situación, los habitantes de la zona se agruparon para buscar un diálogo con el equipo de López Obrador e incluso se han manifestado afuera de la casa de transición del presidente electo, en la colonia Roma.

“Estamos pidiendo ser tratadas todas las personas con justicia, que si se nos van a expropiar nuestros predios, se nos pague dignamente o se nos reubique en un espacio digno. No queremos de estas casitas chiquitas”, dice.

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Quienes viven ahí compraron sus terrenos a ejidatarios de San Pedro Atzompa. Según María, en ese entonces empezaron a hacer sus pagos, pero desde 1994 comenzaron a enfrentarse con problemas para escriturar, pues autoridades les dijeron que sus tierras estaban “afectadas” pero no les dieron explicaciones.

En 2007, la Comisión para la Regularización de la Tenencia de la Tierra (Corett) les indicó que tenían que terminar de pagar, aunque después el trámite volvió a atorarse y los habitantes siguen sin conseguir una solución.

“Ahora, ante la posibilidad de que el aeropuerto se pueda hacer en Tecámac, tememos que puedan ser afectados nuestros predios y nos dejen sin nuestro patrimonio”, dice María.

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“La mayoría de las personas que ahí vivimos somos adultas mayores. Ya llevamos más de 30 años viviendo ahí, es nuestro patrimonio, el de nuestras hijas, nuestros hijos, y no queremos perderlo”, agrega la mujer.

Hoy, María, sus vecinos y el resto del país se mantienen a la expectativa sobre cuál será la última palabra del equipo de López Obrador en torno a qué sucederá con el NAIM, así como sobre cuál será el impacto que esto tendrá en sus vidas.