El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció fallas y retrasos en las universidades Benito Juárez como es el caso de trabas administrativas y dificultades a la hora de obtener los recursos, los cuales están autorizados.
“No quiero usar la palabra burocrática o hablar de burocratismo, son trabas, lastres generados para robar y poder simular que no se robaban crearon una normatividad excesiva”, dijo el titular del Ejecutivo Federal durante su conferencia matutina.
Las universidades Benito Juárez forman parte de un proyecto del gobierno de López Obrador para crear espacios educativos para jóvenes que se encuentran en las zonas más pobres del país. Hasta ahora 87 de las 100 ya están operando, aunque se desconocen dónde se encuentran estos lugares y cuáles son sus planes de estudios, entre otros aspectos.
El mandatario federal reconoció que su proyecto educativo se ha enfrentado con una norma tras otra y con recurrir de una oficina a otra y destacó que su gobierno está buscando la manera de simplificar los trámites porque no se trata de un tema de recursos ya que esos ya los tienen autorizados.
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Hay mil millones de pesos autorizados para las universidades”.
López Obrador recordó que hace dos semanas, cuando se reunió con los integrantes de su gabinete, les indicó que si Raquel Sosa, que es la encargada del proyecto, solicita los recursos, que se le entreguen. Además hizo un llamado al secretario de Hacienda, Arturo Herrera, para que este tema se resuelva de inmediato.
El presidente dijo que por estas mismas trabas han recibido quejas de los empresarios y prestadores de servicios, quienes han pedido la simplificación administrativa.
“Que el oficio de autorización, que la aprobación del consejo respectivo, que el visto bueno del director general, que tiene el oficio el subsecretario, que todavía no lo autoriza el secretario, que pasó a la dirección de inversiones de Hacienda, que falta que lo vea la subsecretaria de Egresos, que no lo ha visto el secretario de Hacienda”, ejemplificó el mandatario.
López Obrador aseguró además que no enviará ninguna iniciativa de ley al Congreso de la Unión para transformar de fondo al Poder Judicial de la Federación, pues confía en que sea desde dentro que se emprendan los cambios.
“No soy partidario de tomar una iniciativa de reforma constitucional para renovar el Poder Judicial desde afuera. Esto se hizo con el presidente Zedillo, yo no voy a proceder de esa manera, no voy a enviar ninguna iniciativa”, dijo.
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El primer mandatario dijo que no hará uso de la mayoría legislativa que tiene Morena para tratar de transformar al poder judicial, para ello confía en que sea el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zadívar, quien emprenda ese proceso.
A lo que sí se comprometió, es que cuando le toque enviar propuestas de ternas para sustituir a los ministros e integrantes del Consejo de la Judicatura Federal, solo incluirá a los mejores perfiles, de gente honesta, honorable y recta.
