Desmayos, 'colados', peticiones... lo que no se vio en la primera semana de AMLO
CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico).– Luego de la mudanza de la casa de transición, Andrés Manuel López Obrador cumplió su primera semana de trabajo en Palacio Nacional.
Lo más pesado de su llegada a la nueva oficina del gobierno federal fue el traslado del archivo de las casi 30,000 peticiones de los ciudadanos, que de acuerdo con la titular de Atención Ciudadana serán archivadas y procesadas para darles atención.
Pero además de este, hubo otros detalles de esta primera semana de funciones que no fueron del todo conocidos y que aquí te platicamos.
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‘Me desmayo, señor presidente”
En su segundo día como presidente, López Obrador asistió al Campo Marte para el pase de revista de las tropas militares. Ahí acudieron los equipos de operaciones especiales y los cadetes del Colegio Militar y Enfermería.
Antes del desfile, al menos tres militares se desmayaron durante el discurso de los secretarios de las fuerzas armadas y el mandatario.
Ya llegó, ya se va
Uno de los aspectos poco vistos es a la llegada del presidente. Los militares de la Policía Militar asignados a Palacio Nacional tienen una marcha de honor que tocan cuando Andrés Manuel López Obrador ingresa al recinto y cuando se retira a su casa.
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Los dos jettas
Los dos jettas blancos que el mandatario mexicano utiliza para su traslado están en Palacio Nacional. El que más utiliza está en el interior del recinto en tanto que el otro permanece estacionado en la calle de Corregidora.
En ese sitio también estacionan sus vehículos los secretarios de la Defensa y la Marina, Luis Cresencio Sandoval González y José Rafael Ojeda Durán, así como la titular de Segob, Olga Sánchez Cordero, y el titular de la SSP, Alfonso Durazo, cuando llegan a las reuniones de seguridad matutinas.
Los 'colados'
Durante esta primera semana dos personas que se acreditaron como periodistas ingresaron al Salón Tesorería y pusieron en evidencia las fallas en el control de la seguridad.
El martes, una persona que dijo ser activista, de nombre María Arredondo, se lanzó después de la conferencia de prensa para abrazar a Andrés Manuel López Obrador. El presidente le dio un beso y después se desapareció del área de conferencias.
Arredondo presentó una credencial de una radio comunitaria y pasó el filtro de vigilancia.
Al día siguiente, el miércoles, Rodolfo Macías Cabrera, quien se presentó como activista social y periodista independiente del medio San Antonio Newspaper –que carece de página de internet y redes sociales- emitió opiniones y recomendó a López Obrador que no acepte en México a la fundación de la premio nobel Rigoberta Menchú.
El jueves Rodolfo Macías Cabrera ya no logró ingresar, pese a que lo intentó desde temprano.
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¡Vaya, vaya! Quitaron las vallas
En la banqueta del frente de Palacio Nacional ya no existen las vallas metálicas. Apenas hay unos acordonamientos en las puertas para el paso de los funcionarios. El presidente, de hecho, ingresa a este reciento en su vehículo.
¡Olé! Siguen los toreros
El comercio ambulante se mantiene en los alrededores de Palacio Nacional pese a la existencia de operativos que orillan a los comerciantes a tomar sus mercancías para esconderse en las vecindades aledañas.
¿Se viene a Palacio? ‘Lo estoy pensando’
En la salida de una de las conferencias mañaneras, López Obrador le dijo a una reportera que medita la posibilidad de irse a vivir a Palacio Nacional, aunque hasta el momento se mantiene en su vivienda en Tlalpan y públicamente ha dicho que se quedará en esa casa hasta que su hijo menor, Jesús Ernesto, concluya el año escolar.